14/05/2019 – Desde Roma la Dra. Silvia Correale, abogada y postuladora argentina, anunció la apertura de la causa de beatificación de la religiosa, amiga del Papa, Bernardetta de la Inmaculada.
Comenzó diciendo que “Hoy es un día muy alegre para nosotros, para las hermanas pobres bonaerenses de San José, por la beatificación de la hermana Bernardetta, que nació en 1918 y que cuando tenía unos 14 o 15 años sintió una llamada a la vocación religiosa”, contó.
“Entró a las hermanas bonaerenses y después que profesó la Madre General la destinó a la casa de las hermanas en Argentina”. “Ella tuvo que dejar su país, Italia y tuvo que hacer el servicio en Argentina”, completó Silvia Correale.
“Bernardetta sabía cocinar muy bien, así que se dedicaba a prestar ese servicio entre otras cosas, es ahí cuando comienza en enero de 1979 a estar al servicio de la casa de ejercicios, donde en ese periodo era provincial de la Compañía de Jesús el padre Bergoglio, actual Papa”, aclaró Silvia.
“Y por esas cosas de la vida, ella aparte de estar al servicio de la Casa de ejercicios, se dedicó al servicio de los novicios, porque iban a comer y a cenar, ella los atendía como una madre, era una persona muy simpática y se quedó en el corazón de los novicios”, recordó.
Por otro lado, comentó que “Una particularidad de la hermana Bernardetta, era que cuando algún novicio tenía alguna dificultad se lo mandaban a ella y les pegaba dos cachetadas espirituales y se terminaba el problema”. “Por eso se la nombra en la apertura de la beatificación como amiga del Papa Francisco”. Y completó diciendo que “Por eso, todos los que eran novicios y que hoy son sacerdotes y jesuitas reconocen ese aspecto materno de ella”. “Más que amiga del padre Bergoglio, era como su madre espiritual”.
En este sentido, la Dra. Silvia expresó que “La hermana Bernardetta, en sus oraciones se dice que intuyó que el padre Bergoglio iba a ser Papa, lo vio vestido de blanco”, indicó.
Finalmente, Silvia también recordó que “Los que la conocieron dicen que era una persona muy alegre, era una persona infinitamente generosa con sus tiempos, con sus energías, con su entrega a los sacerdotes y los novicios”. La Dra. Correale nos invitó además a recordar a la hermana Bernardetta como “la que nos acompaña y protege desde el cielo”, concluyó,
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