19/06/2019 – Monseñor Carlos Sánchez es desde el 13 de octubre de 2017 el arzobispo de Tucumán. Nació en San Miguel de Tucumán, el 24 de abril de 1963. Cumplidos sus estudios primarios y secundarios, ingresó primero al Seminario Menor San José, y luego cursó Filosofía y Teología en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Merced y San José, de la arquidiócesis de Tucumán. Fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 1988 en la catedral Nuestra Señora de la Encarnación, por monseñor Horacio Bózzoli, arzobispo de Tucumán. Tras su ordenación desarrolló su ministerio sacerdotal como vicario parroquial, sucesivamente, del Inmaculado Corazón de María, San Pío X, y Nuestra Señora de Luján (su comunidad de origen), en San Miguel de Tucumán; y Nuestra Señora del Rosario, de Burruyacú. Desde 2011 hasta 2017 se desempeñó como párroco de La Victoria-Basílica Nuestra Señora de la Merced. Monseñor Sánchez también fue rector del seminario menor San José y director espiritual del seminario mayor Nuestra Señora de la Merced y San José. De 2007 a 2011 fue vicario general de la arquidiócesis, y entre 2012 y 2014 fue vicario episcopal para la Pastoral.
“Soy el quinto de los seis hijos de María Elena y Clemente. Me he criado en la zona de Villa Luján, vivíamos a una cuadra y media de la parroquia. Desde muy pequeño, desde mi catequesis, me integré a la vida de esa comunidad”, indicó. “Tuve una experiencia muy linda de familia, con mi papá que era empleado ferroviario pero también hacía cortinas y tapicería, y mi mamá le ayudaba con eso. En realidad, todos dábamos una mano”, recordó el pastor tucumano.
En cuanto a su vocación sacerdotal, monseñor Sánchez recordó que “ya de niño yo quería celebrar la Eucaristía, Mi vivencia parroquial fue muy fuerte en Luján. A veces me dicen: ´¡Qué linda la misa que usted da!`. Y yo les respondo: A mí también me gusta, por eso me hecho cura`. Siento que es Jesús el que vuelve a entregarse en cada misa, es el Señor que vuelve a morir y a resucitar por cada uno de nosotros”.
“El año pasado di a conocer una carta pastoral con el título ´Caminemos juntos` bajo el estilo sinodal que nos pide el papa Francisco. La idea es acrecentar la cultura del encuentro en Tucumán, que el encuentro con el Señor y entre nosotros. Y de esta forma buscamos diseñar un proceso de discernimiento, purificación reforma de nuestra iglesia local”, manifestó.
Monseñor Sánchez también destacó que “como diócesis del NOA desde Tucumán estamos ayudando a nuestros hermanos de Catamarca a preparar el Congreso Mariano Nacional del año que viene y por eso nos está visitando una imagen de la Virgen del Valle. Desde el 6 de mayo que nuestra Madre está recorriendo nuestra arquidiócesis, parroquia por parroquia. 24 horas la tiene cada comunidad parroquial a la Morenita del Valle. Llueva, truene o haga frío, nunca falta el Pueblo de Dios cerca de su Madre. Me impresiona la demostración de fe y de cariño que tienen los tucumanos con la Virgen”.
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