“El sacerdocio integra todas las vocaciones humanas”, resumió el padre Hugo Segovia

sábado, 26 de octubre de 2019
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26/10/2019 – El padre Hugo Segovia es un sacerdote bonaerense y membro honorario de Signis Argentina (Asociación Católica para la Comunicación). Es escritor y gran conocedor del teatro, del cine y de radiofonía nacional, actualmente vive en Necochea ya que es el capellán del hogar de ancianos Garcia Landera. “Nací en Punta Alta, arquidiócesis de Bahía Blanca, en una familia de clase media. Yo soy hijo único, mi mamá era maestra y mi papá militar Fui al colegio primario y secundario en Punta Alta y luego me fui a estudiar a la universidad de LaPlata. En esa época ya había un atisbo de vocación sacerdotal, aunque comencé a estudiar la carrera de filosofía y letras. Pero la vocación estalló como un petardo, así que etre al seminario de La Plata hasta que me ordené en el año 1961. Después fui a Roma a estudiar licenciatura en derecho canónico. Estuve dos años y allá me tocó participar del comienzo del Concilio Vaticano II. Fue una experiencia maravillosa, fue la gran aventura de la Iglesia guiada por el Espíritu Santo”, indicó el padre Segovia.

En relación a su infancia contó: “Cuando tomé la comunión comencé a participar de los grupos de de la parroquia. La vocación fue como una semilla que iba creciendo en mí. Cuando termine el colegio primario, el párroco de mi comunidad me llamó y me preguntó qué iba a ser y si quería ser sacerdote. Yo le dije: ¨Ahora no`. Cuando terminé el secundario pasó lo mismo y le dije: ´No, ahora no`. Pasados varios años vino la vocación como algo inevitable. En mi casa costó mucho, mi mamá que era catequista me apoyaba pero mi papa le costó aceptarlo. Luego fue a verme al seminario y me vio tan bien que lo asumió. Él fue siempre un hombre con muchos valores”.

Sobre su vínculo con la ciudad de Mar del Plata expresó: “Me tuve que ir de Punta Alta en los años duros de la Argentina. Mi madre me acompaño al nuevo destino que era Miramar, donde estuve 16 años como párroco en San Andrés. Luego fui a Mar del Plata y ahí estuve 18 años”. El padre Segovia se define como un sacerdote polifacético ya que “desde la fe y el sacerdocio, el diálogo es importante siempre que no perdamos la identidad. Me gusta comprender y abrirme a los demás, tratando de incorporar cosas que no tengo”.

En relación a su actividad periodística, relató: “En el seminario de La Plata tuvimos profesores muy importantes. Uno de ellos marcó mucho mi vida, fue el padre Segura que después fue obispo auxiliar de Buenos Aires y secretario episcopal argentino. Él escribió un libro sobre el movimiento de Oxford que capitaneaba el cardenal Newman. En ese libro analizaba la vida de la Iglesia. Como consecuencia de ello, yo terminé redactando un artículo que salió con seudónimo porque los seminaristas no podíamos publicar. Ahí empezó mi trayectoria como escritor y periodista. Luego conocí a Eduardo Pironio y todo se potenció. El sacerdocio integra todas las vocaciones, integra todo”. El sacerdote bonaerense agregó que “actualmente escribo una columna en Miramar y eso lleva más de 800 semanas ininterrumpidas. Durante muchos años lo hice en el Diario La Capital de La Feliz”.

“Tenerlo de obispo a monseñor Gabriel Mestre en Mar del Plata es una gracia de Dios, un milagro, es una sorpresa del papa Francisco. Cuando me entere dije: `Es uno de nosotros`. Y Mestre al asumir expresó: Ýo quiero ser padre, hermano y amigo`. Eso a la gente le encantó, Mestre es un obispo con olor a mar”, expresó el padre Segovia.