13/11/2019 – El pasado mes de octubre, la Pontificia Academia para la Vida, realizó un encuentro-taller en la Universidad de Harvard, Estados Unidos. Las temáticas fueron las biotecnologías, las nanotecnologías y la robótica.
De este encuentro participaron jóvenes investigadores y expertos en temas de robótica e inteligencia artificial, para discutir los problemas ético que hoy plantea esta nueva dimensión de la tecnología aplicada.
El argentino Leonardo Pucheta, abogado, Magíster en ética Biomédica, profesor de Bioderecho, miembro de la Pontificia Academia para la Vida y miembro del Centro de Bioética, Persona y Familia participó de este encuentro.
En diálogo con el doctor Nicolás Lafferriere, conductor del programa “Por la Vida”, Pucheta relató: “Una de las conclusiones que a mi me resultó más potente y más clara es que, estas máquinas pueden hacer cosas que los humanos no podemos hacer, por ejemplo en términos de volumen de información a analizar, de velocidad de cálculo, de vinculación, de trasporte de datos pero, ciertamente, no pueden hacer lo que el hombre sí puede hacer: todavía no pueden pensar autónomamente ni pueden diseñarse a si mismas”.
El especialista también subrayó: “Es cierto que los algoritmos son cada vez más complejos y parecen emular esto que es propiamente humano, el razonamiento, pero aún dependen sustancialmente de una programación anterior del humano”.
Respecto a las distinciones éticas planteadas en el encuentro, Pucheta remarcó que, “se dejaron en claro algunas distinciones, por ejemplo, el robot o el sistema inteligente no puede tomar una decisión propiamente autónoma. En ese sentido se marcó algunas diferencia de base que, desde mi punto de vista, dieron un cierre interesante a lo que había iniciado en febrero con la asamblea general de la Academia. Quizás había quedado un poco rengo el tema antropológico, filosófico. Era muy fuerte la presentación técnica pero faltaba esta otra dimensión”.
“Lo que intentamos hacer humildemente fue, incluso en un contexto por ahí un poco más pequeño, a un rango etario más bajo, es reforzar esta visión de fondo que, por otro lado, permite hacer razonamientos bioéticos un poco más precisos”, expresó el abogado.
El doctor Leonardo Pucheta concluyó diciendo que, “cualquiera de estos escenarios planteados (en el encuentro) puede general escenarios no necesariamente positivos, no necesariamente puestos al servicio de la humanidad. Desde aquí surgió una conclusión del taller que es que, ciertamente, esta visión moral que está detrás de lo que estas herramientas potentes pueden son capaces, implica una discusión previa y que es totalmente humana”.
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