“Vivimos un tiempo único con el papado de Francisco”, afirmó el padre Máximo Jurcinovic

sábado, 14 de diciembre de 2019

14/12/2019 – El padre Máximo Jurcinovic es el director de la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina. Este sacerdote pertenece a la diócesis de San Isidro, donde es párroco y delegado para la Comunicación del obispado. Hincha de River, llegó a integrar la comisión directiva del club del barrio porteño de Nuñez. “Tengo 46 años, nací en Olivos, en el conurbano de la provincia de Buenos Aires, en una familia de barrio. Mi madre es maestra y directora de un colegio parroquial. Mi padre falleció cuando yo tenía 15 años. Y tengo a mi hermana Marina, 5 años menor que yo, la cual me ha dado 3 hermosos sobrinos. Seguimos viviendo en el barrio de olivos la misma casa donde nacieron mis abuelos, es una casa con mucha historia familiar. Junto a mi hermana asistiamos al colegio parroquial de la Asunción de la Virgen donde mi mamá era la directora. De chicos éramos habitué del colegio y de la parroquia junto a Marina”, recordó el padre Máximo, conductor junto al padre Pedro Brassesco del programa “Caminos de Encuentro”, que se emite los lunes por Radio María Argentina.

“Mi apellido es de origen croata. Desde chico tengo gran gusto paso por el fútbol. Jugábamos en la calle e íbamos al club Defensores de Olivos”, dijo y añadió: “Jesús aparece en mi vida como vivencia en la parroquia del barrio, donde iban mi familia y mis amigos. Mi primer encuentro grande con Jesús fue a través de los sacerdotes que fui conociendo. Después como joven participaba en el grupo misionero de la parroquia. Eso hizo que siempre esté cerca del Señor. No fue solo una relación personal, fue la experiencia de Iglesia, de comunidad, de encuentros con otros. La parroquia te podía generar todas esas experiencias que hacía que uno se sienta no tan solo siguiendo a Jesús sino viviendo en la Iglesia. También el testimonio de mis padres y abuelos me llegó mucho. Todos han sido gente de iglesia”, sostuvo.

También expresó: “Soy un periodista deportivo frustrado, llegué a estar unos años en el Círculo de Periodistas Deportivos. Mis primeros años del ministerio sacerdotal no tenían nada que ver con la comunicación tienen más que ver con mis inicios, con mi juventud. Cuando era niño una de mis pasiones era comprar la revista El Gráfico. Por otra parte creo que nuestra generación se va a acordar del padre Lombardero que, después de la medianoche, hacía un saludo por televisión. Era algo muy innovador”.

“Estamos en un tiempo en el que necesitamos comunicarnos. también ha sido importante que los laicos hayan dedicado parte de su tiempo a vivir el servicio en los medios es una cuestión de carisma, cada uno desde su lugar puede dar algo que quizás el otro no puede dar . Trato de seguir colaborando como delegado de la diócesis de comunicación. Y la tarea del Episcopado absorbe la mayoría de mi tiempo pero en medio de eso soy párroco en una parroquia pequeña pero muy linda que se encuentra en la localidad de Martinez. Se llama María de Caná”, expresó.

Máximo Jurcinovic es hincha de River desde que nació por herencia de un tío. Llegó a donar llaves para el monumento a Ángel Labruna que se encuentra dentro del Estadio Monumental de Buenos Aires. “Colaboro en el trabajo social y político que hace el club, esto es parte de mí”, dijo.

Finalmente, el padre Máximo nos compartió esta oración:

Señor, que siempre podamos permanecer en el amor.

Unidos como la vid al sarmiento

y poder así dar fruto abundante en la vocación que nos regalas.

Permanezcan en mi amor nos dijiste Señor, así queremos que sea y en todo momento.

Seamos Padre en tu Iglesia cristianos al servicio de la comunión.

Queremos vivir en la Caridad

y ser en medio de nuestros hermanos fermento de unidad, paz y alegría.

Seamos todos por tu misericordia capaces de escuchar a nuestro pueblo.

Dialogar con él, entenderlo y amarlo.

El pueblo fiel de Dios es nuestro horizonte siempre.

Te pedimos que nos regales esa unión con la realidad

y el pueblo que nos haga testigos del Evangelio y de la presencia de Jesús Pastor.

Amén.