29/04/2020 – En el ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”, junto al Padre Javier Soteras, continuamo abordando los puntos de la Carta Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común.
Sobre la “Una Ecología Integral“, leímos el primer apartado que dice: “La ecología estudia las relaciones entre los organismos vivientes y el ambiente donde se desarrollan. También exige pensar y a discutir acerca de las condiciones de vida y de supervivencia de una sociedad, con la honestidad para poner en duda modelos de desarrollo, producción y consumo”. (LS 138) Con respecto a este punto, el padre Javier dijo que, cuando la orientación es movida por el mercado, por el deseo de progreso indefinido y sin cuidar las reglas propias que la naturaleza tiene para su buen tratamiento, ella nos devuelve una contracara del mismo. Además, agregó que hoy nos damos cuenta de que la sustentabilidad, el desarrollo, la producción y el consumo, sólo son posibles si las entendemos dentro de un plano global integrado.
Como ha dicho el Papa Francisco, la pandemia Coronavirus, nos ha puesto ante una trágica situación de compadecer delante de este problema. Esto nos demuestra que sólo si estamos juntos y haciéndonos cargo de los más frágiles, podemos vencer los desafíos globales.
Luego, continuamos con el siguiente punto: “No está de más insistir en que todo está conectado. Los conocimientos fragmentarios y aislados pueden convertirse en una forma de ignorancia si se resisten a integrarse en una visión más amplia de la realidad” (LS 138) El padre Soteras explicó que, hay una dicotomía entre lo social y lo sanitario, entre lo económico y su crisis y la crisis sanitaria. “Nadie puede permanecer por mucho tiempo aislado sin incorporarse saludablemente a un trabajo de productividad que le de sentido a su existencia y con el cual colabore en la sociedad en conjunto para que la producción de bienes luego intercambiándolas, sea lo que nos permita vivir más dignamente”. También nos detuvimos en el apartado siguiente: “Así como cada organismo es bueno en sí mismo por ser una criatura de Dios, lo mismo ocurre con el conjunto de organismos funcionando como un sistema. Aunque no tengamos conciencia de ello, dependemos de ese conjunto para nuestra existencia. Vivimos a partir de una realidad que nos ha sido previamente regalada, anterior a nuestras capacidades y a nuestra existencia”. (LS 140) A modo de ejemplo, el padre Soteras dijo que cuando a uno le duele algo, no dice: “duele muela”, dice: “me duele la muela”. El órgano al que está afectado forma parte de un todo que lo contiene en su conjunto, por lo tanto, cuando se produce un desequilibrio en el ámbito de la convivencia ecológica, es el conjunto el que se ve afectado. Agregó el padre Soteras que, “ tenemos que aprender a ver la realidad en la que convivimos en la casa común como un hecho sistémico y, por lo tanto, aparece lo que el Papa Francisco ha incluido en el Catecismo: el pecado ecológico”.
Finalizando, el padre Javier dijo que, “esta dolorosa experiencia nos hace entender que hay que cuidarnos y cuidar al otro y, además, cuidar todo lo que rodea nuestra convivencia”.Te invitamos a escuchar el programa completo y a compartirlo en tus redes sociales.
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