18/05/2020 – En este camino de pensar y reflexionar sobre lo que vendrá después de la pandemia, el tema de la economía es el más recurrente y tal vez, en este punto, deberíamos pensar en una economía que, como es necesario, nos haga más humanos, más solidarios, más hermanos.
Hace poco más de un año, el Papa Francisco recibió a los miembros de la Confederación Italiana de Cooperativas, y habló allí del cooperativismo, del asociativismo social, los llamó “emprendedores” de la caridad”. Para el Papa, el modelo cooperativo italiano tiene en su base la Doctrina Social de la Iglesia.
A la luz de la enseñanza y la reflexión del Papa Francisco, creemos necesario profundizar y difundir el valor de las economías alternativas, el trabajo cooperativo, el asociativismo social en este tiempo, porque es necesario alentar estas búsquedas y encontrar salidas a la crisis que ya estamos padeciendo.
El testimonio de Verónica López es un ejemplo de ello. Verónica estudió Ciencias Políticas pero se especializó en el armado del asociativismo social .
En diálogo con Radio María Argentina, esta emprendedora declaró: “Hemos encontrado, en el asociativismo, en las comunidades de los pueblos originarios, en las cooperativas como tal y en las empresas sociales la alternativa. Los principios que las inspiran conlleva a tener un control democrático de los miembros. Para pertenecer a estas empresas no hace falta una serie de requisitos de inversión de capital, uno no ingresa solamente a través del sistema financiero y de la inversión que hace sino también por sus habilidades, capacidades, dones y talentos”.
Para López, “en situaciones de mucha vulnerabilidad como la que estamos viviendo, estos aspectos son fundamentales para incorporarse a una lógica de trabajo donde, lo que vale justamente es el trabajo y no la especulación económica”.
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