30/06/2020 – El pasado 25 de junio se celebró en todo el mundo “El Día de la Gente de Mar”, un día oficial de observancia de Naciones Unidas impulsado por la Organización Marítima Internacional.
Esta jornada tiene como objetivo “aumentar la conciencia social en general sobre el millón y medio de personas que trabajan en el mar, marinos de todo el mundo, que por su singular trabajo, con demasiada frecuencia son pasados por alto, a pesar de la importante contribución que hacen al bienestar de todos.
La gente de mar se encuentra en esta pandemia de COVID-19 en primera línea, ya que su función es fundamental para que el flujo de mercaderías de primera necesidad, como los alimentos, los medicamentos y demás suministros médicos, se mantenga.
Sin embargo, esta crisis ha creado condiciones laborales difíciles para la gente de mar, como incertidumbre y dificultades para acceder a los puertos, para los relevos, los cambios de tripulación y las repatriaciones.
Esta situación fue contemplada por el Papa Francisco que hizo público un video-mensaje en el que agradeció la labor de los hombres y mujeres que trabajan en el mar.
Al respecto, César Lerena, ex Secretario de Estado, experto en Atlántico Sur y Pesca, dijo a Radio Maria Argentina: “En el caso de la pesca es una tarea esencial porque hace un aporte importante en las cuestiones alimentarias. Si bien, en Argentina, el consumo del pescado es muy bajo en relación al promedio mundial, esta actividad es muy compleja. –Ya no se usan los sistemas primitivos de pesca en la costa, ya hoy toda la pesca se hace embarcado pero, en un Atlántico Sur que es un mar complejo. Ahora lo vemos en estas épocas, con los malos tiempos y la pandemia es una tarea riesgosa y muy sacrificada, que no tiene fines de semana ni días especiales”.
El padre Juan Bartolomé Nota es párroco en la ciudad de Rawson, quien conoce bien a la gente de mar porque hace mas de 50 años que, como sacerdote lleva adelante su ministerio de manera cercana a las familias que viven de actividades relacionadas con el mar.
En contacto con nuestra emisora, el padre Juan destacó que, la situación de los trabajadores de la pesca es muy similar a la de los trabajadores del petroleo porque “vuelve a sus casas medio de visitas porque están mucho tiempo afuera, después vuelven y luego se van de nuevo. De acuerdo a las mareas y a las tareas que tengan que hacer. Entonces, las alegarías, las tristezas, la preocupación y esperanzas de las personas que trabajan en el mar son iguales a la de cualquier persona pero, con el suspenso constante de ver si hay tormentas o no y si vuelven a casa”.
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