GL: En la menopausia de las mujeres se dan carencias notables, objetivas, fácticas, tales como la falta del ciclo menstrual. Pero ya hace tiempo que los médicos están hablando de que en la vida de los varones hay un proceso similar, conocido como “andropausia” . Esto podría ser una etapa que podría estar arrancando en los 50 años aproximadamente, y parece ser fuerte en determinadas características Psicológicas y físicas como las vividas por las mujeres en la menopausia. Vamos a abordar este tema con el Dr. Daniel Fontana.
DF: La andropausia es un conjunto de signos y síntomas que se presenta en el adulto mayor de 50 años, donde se dan cambios físicos, psicológicos, y también bio.físicos, es decir, a nivel de laboratorio. Generalmente es un cambio muy solapado, muy gradual y no es tan precipitado como el trastorno hormonal en la mujer, por lo cual es más difícil de detectar. Además por el pudor que tiene el hombre quizá más que la mujer, muchos no se animan a ponerlo de manifiesto. Además suceden en una etapa de la vida donde también suelen presentarse problemas de próstata, de hipertensión. Es también una etapa donde se comienzan a cuestionar los logros obtenidos a lo largo de la vida que se confunden a veces con síntomas de depresión. Entonces hay que hacer una serie de preguntas como para abrir los ojos y darnos cuenta si estamos realmente ante una andropausia.
La andropausia podríamos decir que es como una ‘segunda adolescencia’. Es un período de transición: existen cambios psicológicos, cambios físicos y cambios bioquímicos. Así como en la adolescencia aumenta la masa muscular, el vigor sexual, etc. En esta etapa es cuando todos esos aspectos declinan. A nivel de laboratorio, no es solo la disminución de la testosterona sino también disminución de la hormona del crecimiento que hace que los huesos comiencen a perder solidez, puede haber una poco sensible disminución de la altura, disminución de los genitales.
Ante todo, tenemos que abrir los ojos ante pacientes mayores de 50 años en los que se presenten síntomas psicológicos como depresión, astenia, nerviosismo, irritabilidad, cambios en la atención, aumento de la grasa corporal, pérdida de la fuerza física, pérdida de la líbido, es decir, del apetito sexual, problemas en la erección. Cuando tenemos ese conjunto de signos y síntomas, pedir un perfil hormonal no solo de la testosterona sino también de otras hormonas.
GL: La irritabilidad, el nerviosismo, las depresiones ¿devienen directamente de los cambios hormonales o de que este cambio hormonal produce una suerte de que los síntomas asustan mucho a los varones como la dificultad con las relaciones sexuales, o con el hecho de tener una erección deficiente, etc?
DF: Deviene de ambas situaciones. Con los cambios hormonales se producen a nivel cerebral un trastorno que produce esta tendencia a la depresión, al desgano, la falta de motivación. Es parte del proceso de envejecimiento y de la resistencia a asumir ese proceso. No hay que agregarle años a la vida sino vida a los años
GL: Este conjunto de síntomas ¿tiene tratamiento?
DF: Sí. Una vez que se ha detectado la sintomatología clara y mediante laboratorio constatamos que hay una notable disminución de estas hormonas (la testosterona y una fracción que se llama testosterona bio disponible) y un paciente de 40-45 años que consultó por una disminución de la líbido o por trastornos en la erección, podemos tratarlo. El tratamiento se conoce como ”terapia de sustitución hormonal”, y se hace con testosterona.
Es un tema controvertido, porque si bien la testosterona aporta muchos beneficios como restaurar la líbido, incrementar la masa muscular, el vigor, la fuerza física, también hay que tener en cuenta que puede producir toxicidad hepática, en algunos aumento de las mamas, retención hídrica, y también, como es el período que comienza a crecer la glándula prostática, los andrógenos también pueden hacer que este proceso se acelere. El tratamiento por vía oral es muy hepato.tóxico, por lo cual los tratamientos actuales son a través de medicación inyectable o trans-dérmicos, es decir, con parches. Y ahora hay una terapia que es con gel, que es de absorción lenta, entonces se realiza en dosis todos los días y produce un nivel equilibrado del nivel hormonal. El médico debe ir observando si se dan efectos adversos. En conclusión: no todo paciente puede recibir terapia androgénica.
GL: Este descenso de la líbido ¿es universal? ¿no es propio de una cultura? ¿no está vinculado también a un modo y un estilo de vida? Porque si es universal ¿por qué habría que revertirlo? De alguna manera, la naturaleza está marcando quizá una modalidad diferente de la actividad sexual, o un ocaso de la actividad sexual como todas las cosas vivientes.
DF: Estadísticamente se ha demostrado que si bien está relacionado con el proceso natural de la senectud, no se sabe por que pero este proceso está más ligado a hombres de clase media, media alta, y mayormente en el hombre urbano. Será por el tipo de vida –que quizá cambia con la jubilación, no así con la gente que no tiene un cese abrupto de la actividad laboral-, entre otros factores. No es un corte tan tajante como lo marca la menopausia en la mujer. Y en tanto en la mujer la menopausia marca la pérdida de la capacidad de engendrar, en el hombre eso no se pierde, aunque la calidad del esperma es más deficiente.
Está muy relacionado con el stress, con la vivencia, con el entorno familiar, con su interrelación social, que hace que el hombre que está con un optimismo y buena calidad de vida siga con un empuje. Está mas expuesto a padecerla el que tiene más tendencia a la depresión, el que tuvo malas vivencias
GL: Hay problemas de próstata que asustan y preocupan mucho a los hombres ¿cuáles son los más frecuentes y cuál es el tratamiento?
DF: El hombre debe realizarse a partir de los 50 años un chequeo prostático anual que consiste en un análisis que se llama “antígeno prostático específico” que sirve para determinar si ese paciente puede llegar o no a tener un cáncer de próstata, una ecografía de la próstata y el tacto dígito rectal de la próstata que todavía no ha sido desplazado aunque la mayoría de los hombres se resista. Está demostrado que a partir de los 50 años la incidencia de cáncer de próstata es cada vez mayor. Lo que se busca con este chequeo anual es que, si hay tumores incipientes puedan ser tratados en forma precoz
GL: En casos que el médico determine que es mejor extraer la próstata ¿hay problemas de incontinencia urinaria? ¿en qué porcentaje de los operados de próstata?
DF: La cirugía de próstata se indica cuando ésta se ha agrandado de forma benigna o cuando hay un cáncer localizado por la cual se debe extraer la glándula completa con todos sus anexos.
Cuando por patología maligna se extrae la glándula, los ganglios y las vesículas seminales, es más difícil preservar los paquetes vásculo- nerviosos para que se pueda conservar la continencia.
Cuando la cirugía es por una patología benigna, no tendría por qué haber problemas de incontinencia, porque la cirugía se realiza, en la cápsula prostática, por encima del esfínter que actúa como válvula. Sí hay que advertirle al paciente que en este caso la eyaculación puede ser retrógrada, es decir, en vez de emitir el semen hacia la uretra a través del pene, el semen se va para la vejiga, y después cuando orina lo elimina. No pierde la actividad sexual. Pero el orgasmo no tiene por qué alterarse. Es muy importante consignar con el paciente que va a ser sometido a una cirugía qué frecuencia sexual tiene para aclararlo y para que después no haya problemas médico legales. Acá también hay un tema muy importante que es el stress pre-quirúrgico: el paciente desplaza el apetito sexual, pero después cuando se recupera, se puede recuperar la actividad sexual y a veces eso está deteriorado, pero nos damos cuenta de que eso era previo a la cirugía. Hay pacientes que dicen ‘yo después de la cirugía nunca más tuve relaciones’ y no es así taxativamente. Hay que ver como ha sido la actividad sexual previa como para comparar con la posterior y ver si realmente es distinta. De todos modos, todo tiene solución, todo tiene tratamiento. Por eso hay que desterrar el mito de que todo hombre que va a ser sometido a una cirugía prostática va a quedar impotente.
GL: La alimentación ¿tiene algún efecto sobre la andropausia?
DF: Básicamente no. Recordemos que la disminución de la hormona testosterona actúa a nivel de la regulación de los lípidos, entonces es más fácil que asimile mucho más las grasas que cuando tenía 30 o 40 años. Por eso es posible que a esta edad se comiencen con problemas de colesterol, arterio esclerosis, etc. Por eso sería conveniente cambiar a un hábito alimenticio sano y se preconice la necesidad del ejercicio físico
GL: ¿qué piensa ud. de medicamentos como el viagra y de la auto.medicación?
DF: La consulta es bastante frecuente por ese tema. Y hay de todo: pacientes que sienten el síntoma de falta de erección pero no quieren auto medicarse, vemos también pacientes que vienen con dosis máximas de sidenafil, y como no respondió porque se lo dio el farmacéutico o un amigo o lo compró en el kiosco, vienen a la consulta. Yo sugiero no automedicarse, porque no en todos los pacientes responde de la misma forma: primero hay que hacer un perfil hormonal para ver si la testosterona está en valores normales, porque si tenemos disminución de los valores de testosterona, el sidenafil no va a responder.
GL: ¿Cuál es su opinión sobre estos medicamentos que hacen efecto puntualmente en la erección?
DF: Creo que estos medicamentos han producido una revolución a nivel del tratamiento de la disfunción sexual eréctil siempre y cuando sean utilizados en forma correcta. El consumo por parte de personas muy jóvenes, lo único que hace es alterar la naturaleza propia del joven. La medicación sumada a la juventud hacen que el rendimiento sexual sea exagerado, y luego con los años va a ser distinta y pueden caer en la depresión, etc etc
GL: La vida a veces marca ciertos ocasos, que son nuevos amaneceres para otros aspectos de la vida
COMO UNA OLA EN EL MAR Diego Torres
Nada de lo que vendrá podrá ser igual a lo que fue algún día, todo pasa, todo siempre pasará. La vida viene en olas como el mar, en un vaivén infinito.
Todo lo que ves no es igual a lo que vimos hace un segundo . Todo cambia todo el tiempo en el mundo.
De nada sirve huír ni mentirse a uno mismo ahora hay tanta vida ahí afuera y aquí dentro siempre como una ola en el mar.
Entrevista a Sergio Sinay escritor, especialista en psicología masculina y en vínculos humanos. Egresó de la Escuela de Psicología de la Asociación Gestáltica de Buenos Aires, se ha formado en Autoasistencia Psicológica y Psicología Transpersonal con el Dr. Norberto Levy y desde hace varios años coordina seminarios, talleres y laboratorios vivenciales sobre estas cuestiones, tanto en la Argentina como en el exterior. Su último libro es "Elogio de la Responsabilidad".
GL: Hemos estado hablando con un médico urólogo sobre los síntomas de la andropausia, y algunos de ellos tienen un componente psicológico muy fuerte. ¿Crees que existe la andropausia como un deceso, una etapa de la vida, marcada por una problemática hormonal y física?
SS: Creo que sin duda la hay. Es uno de los ciclos de la vida. Y uno alcanza una vida más plena en la medida que acompaña esos ciclos aceptándolos y adaptándose a ellos, y reconociéndose en cada nueva etapa de la vida, explorando y aceptando los cambios que se producen. En la mujer, con su primera menstruación la naturaleza le dice que ha pasado de un ciclo a otro de la vida, y luego lo mismo con la menopausia. En el varón no hay algo que les anuncia ni el comienzo ni el final desde el cuerpo. Si a esto se suma la poca educación sexual y afectiva que tenemos los varones respecto de nosotros mismos, y si se acompaña la idea de que la sexualidad del varón –como casi todo en el varón, y esto es un modelo que es un modelo que está muy vigente: se nos sigue diciendo que ‘tenemos que ser productivos’-, entonces los varones tenemos una no educación sexual que nos lleva a creer que en la sexualidad como en el deporte, en la economía y en la política, todo tiene que ser productividad que se demuestra por el rendimiento.
La andropausia significa transformaciones en el cuerpo, que no vienen solas porque somos una totalidad de cuerpo-psiquis-emociones y espíritu, cuando se produce un cambio se produce en la totalidad de la persona. Hay transformaciones hormonales, y esas transformaciones siempre van acompañadas de transformaciones emocionales. Si los varones no sabemos o no reconocemos esto, vamos a intentar ser a los 50 los mismos que fuimos a los 20. Y afortunadamente esto no es así. Pasaron 30 años, y algo tienen que haber dejado en nosotros. Si realmente hemos vivido esos años, eso tiene que ser algo más que la mera repetición de un acto mecánico siempre en las mismas condiciones y siempre con el mismo resultado. De lo contrario vamos a vivir y morir con una sensación de vacío
GL: ¿Por qué a veces avergüenza o humilla tanto al varón el carecer de apetito sexual, o vigor sexual? ¿Por qué a veces tiene un impacto tan fuerte que lo paraliza al punto de no querer ni siquiera hacer una consulta?
SS: En el relato sexual de los varones no hay fracasos. Las veces en que él no quiso, no supo, no pudo o le dijeron que no, no aparecen. Sobre todo si esos relatos fueron hechos a otro varón, son siempre de hazañas sexuales a repetición. Y de tanto contar esto, terminamos creyendo que es así. Y hay una especie de asimilación entre la idea de que ‘rendimiento sexual’ y ‘masculinidad’ son una misma cosa. Tendríamos que empezar preguntándonos qué es rendimiento sexual. Porque esta idea lo que produce es una sexualidad disociada de la emoción, del sentimiento, del afecto, porque ya no importa el vínculo que se establece con la compañera sino que lo que interesa es simplemente rendir. Esto convierte a la mujer en un objeto sexual a los ojos del varón, como las mujeres muchas veces protestan, porque están ahí simplemente para que el varón confirme su masculinidad. El problema está en que esto, si bien no está tan claro, también nos convierte a los varones en objetos sexuales, porque el objeto no desea, y un varón obligado a tener una actuación sexual siempre positiva, siempre rendidora, tampoco desea, nunca sabe cuándo desea, con quién, de qué manera, cuáles son sus necesidades, como transmitirlas. De esta manera, anula sus deseos y se convierte en un objeto. -Si se nos educa en la ida de que vamos a ser ‘lo que hacemos, lo que producimos’ y no ‘lo que somos’.
Como el tiempo es insobornable y hace su trabajo de escultor, y nos transforma, nos va dando nuevas formas, nos va a llevar a una nueva etapa de la vida. Y cuando el varón se resiste a esto, aparece el consumo adictivo del viagra por ejemplo, que lo único que hace es demostrar hasta qué punto los varones tienen una sexualidad disfuncional. Las disfunciones sexuales en el varón son realmente minoritarias, y esto los especialistas lo saben. El principal órgano sexual es el cerebro y es allí donde se generan los problemas sexuales del varón, y entonces comienza el consumo del viagra ‘preventivo’ por la desesperación por ‘rendir’. Y empiezan los temores.
El cáncer de próstata es el gran asesino silencioso de varones. Es un cáncer de desarrollo muy lento y que tiene todas las chances posibles si se lo descubre y se lo atiende. Pero son muy pocos los varones que están dispuestos a hacerse los controles anuales que se requieren y que incluyen un tacto rectal por ejemplo, porque temen perder este estúpido in victo que trata de mantener cuando se niega a estas cosas. Y el tiempo sigue haciendo su trabajo. Y la próstata es un órgano que se va desgastando, y requiere cuidados. Y tenemos cambios emocionales, y físicos pero no en una determinada edad fija ni son tan marcados como en la mujer. Y los varones lo saben pero a veces no quieren aceptarlo. La andropausia en los varones tiene un espectro mucho mas amplio en las edades. En realidad, creo que el rendimiento sexual de los varones comienza a los 25 años. Creo que si nos educaran mejor y nos educáramos mejor entre nosotros y no tuviéramos miedo a saber sobre nosotros mismos estaríamos más tranquilos. En lugar de seguir ‘siendo lo que no somos’ iríamos fluyendo con nuestra edad acompasándola.
GL: El tacto rectal puntualmente ¿es en sí mismo doloroso o molesto como puede ser una colposcopía o un pap en una mujer? ¿o es el fantasma de la homosexualidad?
SS: La verdad, yo haca años me hago el control anual y me permite vivir en la tranquilidad de saber lo que le va pasando a mi cuerpo. Son segundos que pueden salvar mi vida y no afectan mi masculinidad. Afecta a la masculinidad entendida únicamente como un hecho genital. No hacerse esas cosas es lo que la afecta-. Porque después las disfunciones de la próstata que pueden darse al eludir estos controles afectan la masculinidad incluso desde el punto de vista genital.
GL: No entiendo por qué hay que aclarar por qué afecta o no afecta a la masculinidad
SS: creo que hay que aclararlo porque los varones somos muy analfabetos respecto de nosotros mismos, y hay una creencia en muchos hombres de que un tacto rectal puede provocar hábito (despertar una homosexualidad latente). Y el problema , más que ese, es que hay mucho miedo a la homosexualidad. Y si uno le teme tanto, debe preguntarse por qué lo teme. Y es un fantasma que ya convive con uno. Entonces, si el fantasma está dentro, hay que luchar todo el tiempo contra el fantasma tratando de mostrar que uno ‘es hombre’. Y esto, saliendo de la sexualidad, se convierte en conductas de riesgo de todo tipo.
Desde ya, los hombres vamos menos al médico, porque como el cuerpo es una herramienta de productividad, cualquier síntoma que detectemos en el cuerpo que nos asuste, nos hace creer que vamos a quedar fuera de carrera –sexual, laboral, deportiva o lo que fuera-. Entonces le escapamos a eso. Los cánceres se detectan tempranamente, sin embargo en los hombres se suelen detectar más avanzados. Las mujeres en cambio están más atentas a su cuerpo.
Los hombres solemos dormir menos, entonces se producen más accidentes. Comemos peor porque pensamos que el cuerpo puede aguantar cualquier cosa. Aunque seamos los protagonistas deportivos más visibles, somos menos activos y mas obesos. Bebemos mas alcohol. Asumimos más riesgos a veces tontos solo para demostrar más masculinidad. Somos más violentos. Nuestros vínculos sociales son más débiles porque tememos que la demostración de los afectos y las emociones debiliten la masculinidad, cuando en realidad hasta podríamos decir que los vínculos de afecto previenen las muertes cardíacas, fortalecen el corazón. Nosotros no los alimentamos.
Y muchos de estos comportamientos se podrían cambiar y revisar cuando llega la edad de la andropausia, porque tanto en el alma como en el cuerpo todos tenemos una mujer y un varón, y justamente cuando descienden los niveles de testosterona y suben los de progesterona (porque hombres y mujeres tenemos las dos cosas solo que en cantidades inversas), es el tiempo de permitirle, de darle la oportunidad de manifestarse a ese aspecto que es si se quiere más receptivo.
En la sociedad y particularmente en los hombres, en la medida que nos vamos haciendo mayores, si pudiéramos entender que la vejez no es una enfermedad sino un ciclo de la vida, si pudiéramos acompañar e ir adecuándonos a estas etapas, nos caben papeles muy necesarios en la sociedad, que alguien los tiene que cumplir, que no se están cumpliendo y que para los hombres mayores sería una maravillosa oportunidad. Ser por ejemplo los pacificadores en una sociedad que necesita ser pacificada, ser guías espirituales, ser mentores de otros hombres más jóvenes porque en la vida nos han pasado cosas, tenemos experiencias, hemos sufrido desilusiones, hemos tenido logros, hemos fracasado y aprendimos a renacer desde el fracaso. Si todo esto pudiéramos ir transmitiéndolo y no compitiendo para tratar de no ser sobrepasados, sino admitiendo que vienen otros más jóvenes y que a nosotros nos esperan otras funciones, la andropausia sería una etapa de enormes descubrimientos emocionales, espirituales. Y además, esto no significa un ‘retiro’ de lo sexual, porque la vida sexual de una persona dura tanto como su vida. Cambia. Ahora, si uno a los 60 quiere tener una vida sexual igual que a los 30, lo único que va a lograr es sufrimiento, decepción e insatisfacción. Si uno acepta que es diferente, puede descubrir nuevas formas de la sexualidad y de la comunicación y del amor.
GL: Nuevas como cuáles? ¿qué tiene de novedoso para la vida de la pareja concretamente, no solo de la sociedad (qué bonito esto de los nuevos arquetipos de los hombres maduros mentores, pacificadores, guías, aportadores de sentido común)? Hacia adentro de la pareja ¿Qué puede traerle la andropausia al varón que tanto miedo le da cuando no quiere o no puede o no sabe en el plano de la sexualidad entendido en forma integral y no solo como relación sexual?
SS: Como los tiempos cambian y las erecciones ya no son inmediatas, como desde el cuerpo se pide más tiempo, más comprensión, uno se puede volver más receptivo, puede acompañar mejor y puede ser acompañado por su compañera. Uno ya no es omnipotente y puede empezar a pedir qué necesita, cómo necesita. Puede empezar a registrar, además de las sensaciones físicas, qué sensaciones emocionales se van produciendo. Tal vez las relaciones se hacen más espaciadas y uno tiene tiempo como de ir imaginándolas, cosa que en la juventud del varón muchas veces no hay espacio para la imaginación. Ya no es ‘la llama devoradora’ sino que son ‘las brasas’ –que a veces parecen cenizas pero no lo son- y que están calientes, y queman. Al ablandarse, empezar también a entender necesidades de la mujer. Si un varón reconoce y acepta en su cuerpo las manifestaciones de la andropausia, también puede aceptar y comprender las modificaciones de su compañera. Porque si no los varones estamos deseando tener siempre compañeras jóvenes y de carnes firmes y ‘gomas’ y después nos damos cuenta de que mientras queremos eso nosotros nos vamos ablandando por todos lados, perdiendo el pelo estamos exigiéndole a nuestra compañera que ella no cambie. Si nos aceptamos podemos también aceptarlas a ellas, reelegirnos desde una forma diferente, desde la edad real que tenemos.
Creo que la andropausia no es un error de la naturaleza, como tampoco lo es la menopausia, sino que son preguntas que la vida nos va poniendo a través de sus ciclos para que nosotros no nos olvidemos de la mirada hacia dentro nuestro y no nos olvidemos de vernos como personas en permanente transformación.
Cuando te despiertes cada dia
Con el cuerpo de aire y ese olor,
Feliz del sueño manso de las lilas,
Sin miedo al movimiento ni al dolor.
Cuando yo no tenga casi nada
De sangre en al garganta de papel,
Ni un agrio pez nadando en la mirada,
Ni quiera mas amparo que la piel.
Van a ser los dias esos barcos
De luz que una vez pude escribir
Y la alergia que hemos olvidado
Volviendo pro los huesos a subir…
Yo me alimento con una quimera
En que lo ojos al sol veran brillar,
Los brazos de mi padre en las banderas,
Y una ceniza negra, y una ceniza negra,
Y una ceniza negra que se va.
Cuando me convenza q la suerte
Me rige a la par de la pasion,
Y no el terrible arcandel de la muerte,
Velando sobre el campo del reloj.
Si lo consumado y lo posible
Tienen siempre la cara del horror
En esta patria de lo inaccesible,
En este tiempo olvidado de dios…
Yo digo que me avidos amores
Son fuertes y viven mas que yo,
Son gigantes tenues como flores
Que alientan a este turbio corazon,
Los alimento con una quimera
En que los ojos al sol veran brillar,
Los brazos de mi padre en als banderas
GL: acá hay varios oyentes que me piden ‘no los mencione’, pero preguntan mas o menos lo mismo: esta frustración que produce el cuerpo del otro –concretamente el de la mujer que ya no es de carnes firmes, etc- produce también una merma del deseo sexual. Entonces creo que la pregunta es cómo hacer este proceso que estás describiendo como tan bonito de aceptación, de dar paso al afecto. Si no se ha hecho en toda una vida, si se ha puesto tanto énfasis en el rendimiento, en el éxito, cómo si siempre ‘fui hombre conquistador’ puedo de pronto estimularme con otro paradigma, con otros valores? Cómo? Porque mientras se va haciendo un proceso como de ‘duelo’ de un tipo de vigor no solo sexual que se ha desplegado a veces con despilfarro, mucha energía, mucha ansiedad, mucho stress etc, y de pronto nos viene un atardecer y una invitación ‘de la vida’ a entrar en otra dimensión de las cosas. Y esta pérdida de vigor, de fuerza, que también repercute en lo sexual genera un duelo: hay que despedirse de esto,y a veces estos duelos pueden ser largos ¿o no? ¿Cómo mientras tanto ir recuperando estos otros aspectos afectivos que van a ser el nuevo nutriente de la etapa que se comienza?
SS: ante todo, lo que es un duelo, es la aceptación de lo irreversible. Mientras no se hace el duelo, se instala la creencia de que lo que terminó no terminó. Pero como por otro lado sí terminó, está obstruyendo la posibilidad de que se abra lo que sigue. Entonces el objetivo de la vida no puede ser mantenerse joven todo el tiempo. Porque si no la vida sería un absurdo, porque la vida iría todo el tiempo al revés. Entonces aquí se trata de aceptar ¿qué? Por ejemplo: amo el futbol, lo he jugado toda mi vida, pero hace un tiempo que me doy cuenta que cuando voy a jugar es más lo que padezco que lo que disfruto, porque el dolor de las piernas que antes me duraba instantes me dura días, y el recuerdo de un momento disfrutado que me duraba días me dura instantes. Entonces debo aceptar que a partir de ahora seré un espectador del futbol, le voy a dedicar menos tiempo real en mi vida. Pero ese tiempo que me va a quedar lo voy a dedicar a estar con mis amigos no dentro de una cancha sino charlando, haciendo algún otro proyecto.
Creo que a partir de la mitad de la vida en adelante uno se puede preguntar si lo que hace es lo que uno realmente quiere hacer, o si está haciendo algo que ‘debería’ porque era lo que ‘se esperaba’.
Porque muchos hombres que acompañan a las transformaciones con sus actitudes, han inaugurado “segundas vocaciones” en la etapa de la andropausia. Y disfrutan de esto, y disfrutan tal vez de hacer con los nietos lo que no pudieron hacer con sus hijos desde un lugar amoroso. Creo que es un momento importante de oportunidades que se abren.
Y también cada vez estamos más cerca del final de nuestra vida, pero la cercanía del final no tiene que ser el cierre de nuestra participación en ella. Es tiempo de plantar una semilla aunque no lleguemos a ver el árbol,. empezar actividades aunque no las vayamos a terminar.
Además ya no estamos todo el tiempo obsesionados por el sexo. Aunque nos queramos dar manija, sabemos que no es así. Si no hacemos el pasaje por el reconocimiento y la aceptación de los cambios, lo único que termina pasando con los varones es que pasamos de la “adolescencia” a la “obsolescencia” sin transformación, y terminamos siendo una especie de viejos patéticos, de viejos “verdes”.
La andropausia es una posibilidad de convertirnos en ‘hombres de nuestra edad’, útiles todavía para otros hombres, para la sociedad. Y esto es posible si nos bajamos del caballo de la exigencia.
Además, como la andropausia masculina es larga porque no tiene un ciclo puntual porque la modificación de lo hormonal es lenta, a veces uno piensa que ‘algo malo’ me está pasando. Y es que ‘algo’ me está pasando, pero no necesariamente ‘malo’. Al ser éste un tránsito lento, nos da tiempo para que lo comprendamos. Y eso es lo que nos permite pasar de la ‘genitalidad’ a la ‘sexualidad’. Porque tener una sexualidad entendida como ’rendimiento’ no pasa de ser una fase ‘genital’ de la sexualidad. No es lo mismo ‘ejercer la genitalidad’ que ‘vivir la sexualidad’, y esto es algo que en la andropausia uno puede aprender: salir de los aspectos puramente genitales para pasar a una sexualidad más integral, donde esté también la palabra que acompaña, la escucha, la recepción. Y como la sexualidad es una parte de la vida que no está fragmentada sino integrada, también depende de cómo vayamos viviendo la vida y la sexualidad, va a haber siempre una relación que nos va a ir llevando a lo que en definitiva es la meta de cada vida humana: encontrar cual es el sentido de su propia existencia, porque somos todos diferentes y desde que llegamos tenemos una meta personal. Después está todo lo del sentido de la vida en general.
GL: En esta etapa de la vida tiene mucha importancia la espiritualidad personal, el descubrimiento de lo trascendente de la vida
SS: Es el conectarse con ‘la porción de espíritu que nos tocó’ (espíritu sería aquello que nos engloba a todos. El alma es lo personal del espíritu) Entonces es el momento de conectarse con el alma, con eso del espíritu que está en nosotros y que es propio, y saber para qué estamos. Porque no puede ser que un hombre haya venido a la vida solo a producir, a ganar campeonatos, a ganarse mujeres por todos lados. Aunque se empeñe en hacer eso hasta el final de sus días y para eso se consuma todas las pastillas que sea y se haga todas las operaciones que se tenga que hacer y se ponga todas las prótesis que quiera, no va a morir feliz. Y yo creo que la andropausia es un ciclo que está ahí para sacarnos de esa repetición y ponernos ante un horizonte más amplio. Uno, lo que uno tenía que saber de sexo ya lo sabe, y si sigue tratando de repetir esto hasta el final, tanto en el trabajo, como en el sexo, como en todo…la vida es una patética repetición de más de lo mismo
Escúchame
yo también tuve quince años
escúchame se me escaparon de las manos
y ya lo ves
estoy rozando los cuarenta Pero he buscado unos minutos
para ti Puedes decir que no
que tus problemas no me importan, pero no es verdad
yo fui también así
rebelde como tú
Tienes un presente, vívelo, Eres el futuro y creo en ti Eres la respuesta y la consecuencia
del amor Tienes el fuego,
cuídate de él, cuídate
Tienes unas manos que llenar, Tienes un espacio que cubrir Tienes mil preguntas
la respuesta vive solo en ti Tienes un sueño, acarícialo
ve tras él.
yo también tuve quince años Se me escaparon tanto sueños
y ya lo ves Tu estás a tiempo de intentarlo Hay tantas cosas que despiertan
que en el esfuerzo no hay futuro Pero no es verdad
Tienes tantas cosas que aprender tienes mil estrellas sobre ti abre la ventana hoy la luna brilla para ti debes creerme
dime que es verdad, dímelo
Tienes un presente, vívelo, Eres el futuro y creo en ti Eres la respuesta
y la consecuencia del amor Tienes el fuego
GL: algunos mensajes de los oyentes son muy agresivos, no sé que pasa…, supongo que deben movilizar cosas internas
GL: Hay una oyente que, por lo que entiendo de su mensaje, piensa que los hombres tienen el sexo en la cabeza siempre: cuando son jóvenes porque son jóvenes, y cuando son viejos, buscan jovencitas para estimularse. Es decir, en otras palabras plantea el tema de la promiscuidad, es decir, un sexo sin selección, sin atracción, sin afecto, sin exclusividad y desprecian lo que tienen en la casa.
SS: Creo que cuando el sexo ‘se aprende’ sin deseo, se mantiene de esa manera, es decir, como una cuestión mecánica. Si es así, uno va a estar atento a mantener los mismos índices de ‘eficiencia’. Cuando eso, por obra del tiempo, decae, empiezan las ‘prótesis’ de todo tipo. Creo que el viagra es una suerte de prótesis. Por empezar, se descubrió por error porque en realidad lo que se estaba buscando era una droga para la hipertensión y fracasó para ese fin y terminó demostrándose ser efectiva para la erección. Creo que lo que empezó siendo un remedio terminó siendo una enfermedad, porque el uso masivo que se hace en nuestra sociedad es un uso que refuerza las peores ideas, consignas y paradigmas de la sexualidad masculina. Afirma que la sexualidad es solo una cuestión de genitalidad y rendimiento, aleja al varón de la posibilidad de todo contacto emocional y lo convierte en una máquina sexual sin deseo. Personalmente creo que el viagra nos ha hecho más mal que bien. Los varones necesitamos todo lo contrario, lo que nos afirme lo que sea conectarnos más con nuestras compañeras, y también conectarnos con las partes ocultas de nosotros mismos. El que le tiene miedo a esto, tiene que revisar mucho su masculinidad. Porque es mucho más fácil ser ‘macho’ que ser ‘hombre’. Porque hombre es el ser humano de sexo varón que elige cómo quiere vivir y relacionarse en la vida, qué quiere hacer, dónde pone sus valores, cuáles son sus necesidades y cómo las honra, y cómo honra al mundo en que vive. Un macho es el que obedece a los mandatos, se rodea de otros machos porque solo no se atreve a desobedecerlos y por eso necesita siempre estar en ‘manada’, se pasa toda la vida haciendo lo mismo, y vive y muere sin haber entendido nada. Suelen ser bastante chistosos, pero cobardes respecto a desarrollar su masculinidad verdadera. Llegar a hombre requiere animarse, correr riesgos, equivocarse, sufrir, y también gozar de otra manera mucho más profunda.-
– Las mentes son como los paracaídas: solo funcionan cuando están abiertas. Me parece que la tragedia de envejecer no es envejecer sino perder la capacidad de amar.
– Además de sexo ¿qué afecta la andropausia?
GL: irritación, cambios de humor, nerviosismo, astenia, acumulación de grasa, pérdida de fuerza y pérdida de deseo sexual.
SS: Y creo que habría que agregar que aparecen miedos: hay miedo a perder el trabajo, miedo a la muerte
– Tengo 50 años. Siempre fui eyaculador precoz y recién lo reconozco. ¿Se puede superar a esta altura de la vida?
SS: creo que hay que hacer una consulta para saber el origen de esto –si es orgánico o emocional-.
-Tener relaciones sexuales distantes ¿hace que el hombre esté de mal humor y hasta sea agresivo en su comportamiento?
SS: las necesidades sexuales de las personas cambian, son tan distintas como las personas. Unos necesitan mas, otros menos, y también depende del vínculo. Lo importante es encontrar un sentido en la propia vida. Los varones no estamos en la vida solo para ‘acoplarnos’ todo el tiempo
– Tengo 45 años y mi esposa 44. Por su enfermedad, casi no podemos tener relaciones sexuales genitales, pero dormir tomados de la mano o tomarnos de la mano es nuestra mayor sexualidad
SS. Para terminar, yo diría que la andropausia nos da a los varones la posibilidad de pasar del machismo a la masculinidad, hacernos hombres en el sentido integral de la palabra, como el mundo nos necesita. Es una oportunidad. Las oportunidades están ahí, y uno las toma o las deja pasar bajo su propia responsabilidad.