El trabajo que realizan en el mundo los cascos azules

miércoles, 15 de julio de 2020
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Foto: Coronel Miguel Ángel Salguero, director de CAECOPAZ. Estuvo en dos misiones de paz, una como observador militar y otra como líder de un contingente argentino.

15/07/2020 – En una función que no es muy conocida por todos, más de 70 mil argentinos sirven y sirvieron para los cascos azules en las misiones para el Mantenimiento de la Paz que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mantiene en todo el mundo.

Desde 1958 y hasta la actualidad, miles de miembros de las Fuerzas Armadas Argentinas se alistan para viajar a diferentes partes del mundo como observadores para controlar que se cumplan acuerdos de paz o evitar que se desate una guerra.

En este momento, hay representantes argentinos en Chipre, en la República Centroafricana, en el Líbano y en el Sahara Occidental.

Además de un compromiso que asumen de forma voluntaria y que renuevan cada año, los oficiales que deciden participar de las misiones de paz deben entrenarse específicamente para cada una. Por eso se creó el Centro de Entrenamiento en Conjunto para Operaciones de Paz (Caecopaz), el organismo donde desde hace 25 años se entrenan y capacitan los contingentes que son enviados a las misiones de paz de la ONU.

En Radio María Argentina dialogamos con el Coronel Miguel Salguero, miembro de la Caballería del Ejército y director del Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para operaciones de Paz quién sostuvo que “los Cascos Azules representan a los soldados que, a partir de 1948, Naciones Unidas desplegó para conservar la paz en el mundo como parte también del compromiso que asumió la comunidad internacional en conjunto, a través de la carta de Naciones Unidas y, su misión principal es la de preservar la paz en aquellos lugares que sufrieron guerras o que se prevé que puede haber un quebrantamiento de esta situación”.

El coronel Salguero también destacó: “Para un soldado argentino, una misión de paz es un punto de inflexión en la vida, no solo por lo profesional sino de ampliar el horizonte cultural que tiene y por ver que, a lo mejor, en un instante de la vida uno es capaz de llevar asistencia a alguien real, a alguien que lo necesita”.

 

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