31/08/2020 – “Si podemos sintetizar con una palabra el trabajo del “duelo”, esa palabra significativa y clave sería “diálogo”. El duelo es un diálogo conmigo mismo, con la vida, con la realidad, con la muerte, con nuestras zonas oscuras, es un diálogo con Dios. Diálogo no es lo mismo que desahogo. El desahogo no necesariamente es diálogo; puede ser monólogo, lamento, queja, pero no diálogo”, dijo el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, en el programa “Hoy puede ser”.
¿Pelearse “con” Dios o pelear “a” Dios? “Una cosa es pelear con Dios y otra distinta es pelear a Dios. Dios no tiene guantes de boxeo. Dos no discuten cuando el otro no quiere. Dios no se lleva a nuestros seres queridos, los recibe. Dios no se aleja de nosotros, está con nosotros. Una mamá está más cerca del hijo cuando está sufriente. Por eso una cosa es pelear con Dios, que pelear a Dios. En un trabajo de duelo, Dios no se hace rival mío; Dios se hace cercano, oyente, paciente. Por tanto, esta es una pelea unilateral.”
Los discípulos de Emaús y su crisis espiritual “Vemos como estos dos discípulos se distanciaron de la comunidad y de Dios. Ellos entraron en una crisis espiritual. Cuando una persona se aleja de Dios, debe preguntarse ¿Qué duelo no tengo resuelto? Por eso cuando en el sufrimiento el hombre se rebela (rebeldía), Dios se revela(Revelación). Hay un auténtico sufrimiento espiritual que machaca y golpea, hiere y afecta a todas las dimensiones. Éste es un sufrimiento añadido, porque es la dimensión espiritual la fuente para salir del propio sufrimiento. A esto se llama resentimiento con Dios. Si me enojo sufro más. Con esa actitud hago sufrir más a los demás. Cuando no nos sentimos hijos nos sentimos probados, juzgados y abandonados.”
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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