16/09/2020 – Como cada semana el equipo de “Por la vida” nos acompañó con un tema de actualidad. En este caso, el de las vacunas para el covid-19 y algunas cuestiones éticas vinculadas con su origen.
Antes de abordar esta cuestión central del programa, como siempre se hizo un repaso de algunas novedades y noticias de la semana. Una de ellas tuvo que ver con la invitación a unirse a la Campaña “40 Días por la Vida” que se realizará del 23 de septiembre al 1 de noviembre en naciones de todo el mundo y que está centrada en 40 días de vigilia pacífica, oración y ayuno por los niños no nacidos por el aborto, y por sus madres. Para quieran sumarse a esta iniciativa, pueden comunicarse a los telefonos 351 5927297 o al 2645293397.
Por otra parte, la Universidad Católica Argentina ha presentado el curso “Preguntas de los profesionales de la salud sobre la objeción de conciencia frente al aborto”. Los encuentros tendrán lugar los jueves 17 y 24 de septiembre y 1° y 8 de octubre de 18 a 20 horas. Se trata de un curso no arancelado con inscripción previa, ingresando en la web de la UCA: www.uca.edu.ar
En cuanto al tema central del programa el dr. Nicolás Lafferriere comenzó diciendo que es importante “tratar de sumar claridad en medio de mucha incertidumbre” y reconoció que “estamos en la mitad de un proceso de pandemia con noticias que corren y generan más confusión”.
En este sentido explicó que “las vacunas tienen dimensiones científicas y médicas vinculadas con su seguridad y eficacia y, ciertamente, hay muchos de estos aspectos en las distintas etapas que se requieren, antes de que lleguen a estar disponibles para el público, con controles de efectos adversos o peligrosos, etc. Todo esto lleva mucho tiempo. Siempre hay un primer aspecto que es que la vacuna cumpla su función, no sea peligrosa y que permita la prevención”.
Pero advirtió que, a la vez, “también empieza otra cuestión que es de nivel ético, donde se pueden hacer consideraciones cuando, en los últimos años para el desarrollo de las vacunas, se realizaron cultivos celulares originado en fetos abortados, lo que genera un conflicto de conciencia con el origen de la vacuna”.
El dr. Lafferriere aclaró que esto no ocurre en todas las vacunas, sólo en algunas y que, para el desarrollo de vacunas, las líneas celulares generadas a partir del cadáver de un feto abortado ofrecen los cultivos para que se desarrollen las vacunas, pero luego las vacunas no llevan en sí mismas células del feto abortado.
“Esta situación afecta, ante todo, a los investigadores que deben decidir cómo desarrollar la vacuna y que elijan tejidos celulares de origen lícito. En segundo lugar, a los financiadores para que orienten los fondos a líneas éticamente aceptables. Por otra parte, a los agentes del gobierno que pueden aceptar, o no, el desarrollo de la vacuna con ese origen. Finalmente, están los usuarios quienes, en última instancia, se encuentra en el dilema. Y aquí es donde la Iglesia realiza una serie de precisiones de cómo debe actuar la persona en esa situación de conflicto de conciencia, para el caso que no hubiera otra alternativa ética disponible”.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota y a compartirlo en tus redes sociales
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