Vamos hoy a revisar un poco esos MANDATOS FAMILIARES que resultan muchas veces limitantes, otras veces son expansivos, favorecen la esperanza, la fe, la autoestima. Hay mandatos que no siempre se reciben concientemente: no es que en algún momento alguien nos haya dicho “no vas a ser querido a menos que seas un excelente alumno” –aunque a veces sí se dicen-, pero en general este tipo de mandatos se expresan a través de gestos, miradas, palabras dichas al paso, etc. Y mucho antes incluso que los chicos tengan una racionalización desarrollada, ya saben perfectamente cuál es el mandato que impera en la casa: tener dinero, o esforzarse mucho, o el de tener lo que se quiere, o el de ahorrar, o el de ser siempre enfermo, o el de estar siempre sano, o el de ser un deportista extraordinario, o el de ser hermoso/a, alto/a, o delgado/a…
Todas las familias tienen creencias y tradiciones respecto del amor, de la vida, de lo que es bueno, de lo que es malo, de lo admisible y lo inadmisible, de lo odioso, de lo odiable y de lo abusivo. Todas estas creencias se transmiten de generación en generación a veces en expresiones, conductas y gestos sumamente sutiles, como ‘observaciones hechas al pasar’ sobre cosas insignificantes que hemos hecho o dejado de hacer., y esas observaciones muchas veces nos llenan de rabia, impotencia y sentimientos de muy baja autoestima: durante horas nos pasamos pensando en lo que nos dijeron, por qué y cómo lo dijeron, y cómo nos sentimos a causa de esas palabras. ¿qué es lo que, por debajo de esas palabras, subyacentemente se transmite? Por ejemplo, una observación hecha sobre un detalle en la limpieza de la casa de una madre hacia su hija ya independiente, nos transmite el mandato: “las buenas mujeres mantienen sus casas limpias”. Este mandato puede ‘vulnerar’, y aún más: ‘liquidar’ a personas que tal vez están haciendo lo posible y a veces más de lo posible en ese aspecto. Y este mandato materno o incluso familiar, seguramente se debe haber inscripto en su corazón desde muy temprana edad. Esas palabras dichas de paso, hieren profundamente, puesto que la persona a la cual se dirigieron está pagando un alto costo por mantener en alto creencias familiares.
Mírame a los ojos, yo te sentencio a volar conmigo por el silencio, a escapar del yugo de la memoria Mírame a los ojos no digas nada . La desesperanza está derrotada. Este es el amor, lo demás historia Historia…
El mandato familiar, y la creencia familiar, son dos cosas distintas, aunque abrevan en el mismo territorio emocional. El mandato ya es una acción positiva sobre el otro, es darle una orden. La creencia es creer sencillamente, estar convencido que se ha descubierto este camino para tener éxito en la vida –de la índole que fuera: económico, emocional, etc.-, y esa creencia se transmite a veces con el mismo estilo de vida. No es necesario dar ninguna orden.
Disfruta de tus exitos, lo mismo que de tus planesmantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea: ella es una verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos…sé cauto en tus negocios, porque el mundo está lleno de engaños…… mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe.hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo.Sé sincero contigo mismo. en especial no finjas el afecto y no seas cinico en el amor..…pues en medio de todas las arideces y desengaños es perenne como la hierba.acata dosilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventudCultiva la firmeza del espiritu, para que te proteja en las adversidades repentinasmuchos temores nacen de la fatiga y la soledadSobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir.y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera.Por eso debes estar en paz con dios, cualquiera que sea tu idea de él, y sean cualesquieras tus trabajos y aspiraciones.Conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.Aun con todas su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso.Se cauto.Esfuérzate por ser feliz