Maestros servidores

martes, 28 de septiembre de 2010
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"La educación es el punto en el cual decidimos si amamos al mundo lo suficiente como para asumir una responsabilidad por él, y de esa manera salvarlo de la ruina inevitable que sobrevendría si no apareciera lo nuevo, lo joven… si amamos lo suficiente para preparar a los niños y los jóvenes por adelantado para la tarea de renovar un mundo común." Hannah Arendt.

Lc 10. 29-37: La parábola del buen samaritano

Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: «¿Y quién es mi prójimo?».  Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.  Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo.  También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.  Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.  Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.  Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: “Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver”.  ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?».  «El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: «Ve, y procede tú de la misma manera».