Nuestro corazón: odre dispuesto para recibir el vino nuevo

lunes, 18 de enero de 2021
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18/01/2021 – Comenzamos a compartir la catequesis junto al Padre Daniel Cavallo, sacerdote de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Las Varillas, Diócesis de San Francisco.

 

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?”. Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!”.

 

Cuando escuchamos la palabra de Dios y lo hacemos con fe y compartiendo de corazón sabiendo que es una palabra sagrada sentimos una cosquilla ene l corazón porque sabemos de la fuerza que Su Palabra la tiene en sí misma.

Su Palabra es viva y eficaz y nos hace sentir, cada vez que la escuchamos, que nos habla al corazón.

Jesús nos abraza y mirándonos a los ojos no pregunta ¿Cómo estamos viviendo y qué pretendemos de nuestra vida? Hacia este lugar nos dirige el Evangelio de hoy.

El ayuno en la mentalidad el pueblo judío, como lo es en nuestra praxis cristiana es una forma de preparar el interior, el corazón y el alma del creyente para algo más importante. Los discípulos de Juan y de los fariseos ayunaban porque el deseo de llegar a unirse con Dios. Es un instrumento para poner nuestro interior expresando el deseo de estar unidos con Dios. Los discípulos de Jesús no ayunan porque ya están en unión con Dios, es reconocer que el hijo de Dios ya está con nosotros. De allí que no es el momento de ayunar sino de celebrar y alegrarnos. La unión de Dios con nuestra pobre humanidad ya está realizada.

La invitación es a pasar de las prácticas humanas a otras donde lo fundamental es la unión interior con Jesús desde el conocimiento de Su persona, y a albergar a un deseo a parecernos cada vez más a Él.

El odre nuevo es la actitud que tenemos que tener para recibir el Evangelio. Hay páginas que realmente nos cuestan poner en práctica y muchas aun sin estrenar. Vamos a recibir este vino nuevo que nos invita a ver como ésta el odre de nuestro corazón, si no está envejecido y por ende no está en condiciones para recibir este vino nuevo.

 

Compartimos la catequesis junto al Padre Daniel Cavallo, reflexionamos el #EvangelioDelDía Marcos 2,18-22? y nuestra…

Publicado por Radio María Argentina en Lunes, 18 de enero de 2021