De fugitivos a protagonistas

jueves, 13 de enero de 2011
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¿Que entendemos por participación? ¿Que significa participar?

Muchas asocian la palabra participar con la política y lamentablemente el accionar de algunos políticos no hacen mirar con recelo esta palabra, no solo en nuestro país sino en el mundo. También hay personas que han tenido amargas experiencias en grupos sociales porque no fueron aceptadas como personas y¡ también porque sus propuestas no fueron tenidas en cuenta y se han sentido incómodos. Otras personas no entienden el mecanismo de la participación o simplemente lo desconocen y así nos dedicamos a criticar. ¿Cómo tengo que hacer para participar? ¿Es obligación participar? No estaremos huyendo de la responsabilidad? ¿No nos estaremos convirtiendo en fugitivos?

¿Queremos ser protagonistas?


La consigna es: compartirnos las experiencias positivas de participación que tuviste en tu familia, en el barrio en la escuela en la parroquia, en las instituciones sociales o políticas. Experiencias para testimoniar que nos muestren que participar realmente hace bien, al participar salimos de nosotros mismos y nos encontramos con el otro.


Dando y entregando es una forma de participar. Hace aproximadamente quince días estudiantes secundarios cordobeses han realizado toma pacífica de sus colegios en reclamo de mejoras edilicias, cambios en la ley de educación. La producción de En camino realizo una entrevista a alumnos, ellos nos muestran como la participación es consecuencia de un movimiento interno que los lleva a movilizarse y a involucrarse.

Son tres jóvenes tienen 17 años y la primer pregunta fue ¿por que les interesó participar en la toma del colegio?

Creemos que es una de la metodologías y herramientas que tenemos como estudiantes para poder hacernos escuchar y exigir participación y poder representarnos cada uno como estudiantes a través de medidas extremas , pero lo mas importante es la participación de parte de todos


Ellos lo tomaron como una metodología para hacerse escuchar y participar de alguna manera y pelear por lo que ellos creían que tenían que sacar afuera y mostrar uno, que pudieran reconocer.

Pero hay algo más profundo en la segunda pregunta ¿crees que participar e involucrarte ayuda a cambiar las cosas?

-Es la única manera de tener un cambio. La participación es sumamente importante como ciudadanos y como personas el compromiso de parte de todos. Sirve para unirnos como personas y como ciudadanos y poder llegar a un acuerdo entre todos y así tomar una decisión justa


Que lindo es descubrir que estos jóvenes nos están diciendo que para poder lograr cambios, la única manera es participar como ciudadanos, como personas y que de alguna forma confiar en la participación como instrumento de cambio es una salida viable.


La tercer pregunta que le hicimos fue, ¿nació de vos esto de participar?

Los padres han tenido que ver mi formación como persona, hablo por mi familia , ellos siempre han tenido una política de participación es parte de la historia de cada uno.

-Fue una decisión propia pero en el interés que uno se genera, el camino lo marca cada uno. Mas allá de los padres hay otras personas que han estado como algunos docentes


Que importante la presencia de lo adultos y la interacción que se puede realizar, tanto los padres como los profesores. Para eso es también importante que se creen condiciones para poder participar ya que muchas veces son obstáculos que nos alejan de la realidad


El accionar de los jóvenes cordobeses ha provocado muchísimas opiniones a favor y en contra.

En un matutino de Córdoba la psicóloga Mercedes Nicasio celebraba esta protesta estudiantil diciendo ‘pareciera que está descongelándose el temor a la participación y a la intervención en forma grupal. Veo con mis mejores ojos el reclamo de los jóvenes por el estado de abandono de los colegios públicos y aunque den algunos pasos equivocados en la marcha en testimonio de la participación democrática y el compromiso en la de defensa de sus derechos es un ejemplo. Ha pasado mucho tiempo de la dictadura militar y estos chicos no tienen miedo de reclamar por sus derechos de manifestarse públicamente de actuar en forma colectiva y actuar por una causa justa porque son hijos de la democracia, se han criado en un contexto democrático

El sociólogo Urbano León Almeida destacaba lo siguiente: ‘es muy interesante lo que está pasando, de alguna manera es significativo y me alegra hasta cierto punto en el sentido que los chicos manifiesten interés en su proceso de aprendizaje que no sean cosas que le imponen desde afuera, que lo tomen como algo propio. Es muy importante que se transformen en protagonistas, no es una simple manifestación de desagrado sino actuar deliberadamente y hasta ahí estoy contento’.


Mañana miércoles en toda la república podemos hacer realidad el tema que estamos tratando hoy, la participación, y convertirnos en protagonistas de un hecho tan importante como el censo nacional. Los censos terminan siendo herramientas claves de la sociedad que nos muestran la realidad del país, hacen como una fotografía de un determinado momento y permite planificar la metas para poder seguir en el futuro, así deberíamos establecer políticas de estado para poder mejorar esta situación. Los resultados del censo 2010 van a ser utilizados para mejorar las condiciones de vida de cada uno de nosotros de aquí a diez años.


¿A que nos referimos cuando hablamos de participación?

La Real academia nos dice, tomar parte en algo por ejemplo en una herencia o recibir la parte de algo, por ejemplo los derechos humanos, compartir tener las mismas opiniones e ideas, tener parte en una sociedad ser socio de algo. Ser socio de algo que también me pertenece, yo de alguna manera estoy incluido por más que otro no lo conozcan o lo desconozca. Participar es ante todo la acción y el efecto de tomar parte, esa parte que me corresponde, que tiene mi nombre y allí ejerzo mi acción.

El concepto de participación siempre está referido a temas sociales porque somos seres sociales, no vivimos solos y necesitamos relacionarnos. En esa relación vamos a encontrar que hay una responsabilidad y para poder dar respuesta hace falta la participación, es una acción colectiva, una intervención activa que yo ejerzo en este ámbito público en donde también están los demás.


¿Cuales son los ámbitos donde participamos?

No participamos de un solo espacio en la sociedad, es decir no tenemos que pensar que la participación se realiza solamente en el área política, participamos en la familia en la decisión sobre donde ir de vacaciones. Una participación como padre como madre y como hijo en algunas decisiones dentro de la familia.

Como parte de la sociedad nuestra participación se puede dar en diferentes instituciones, en las escuelas de nuestros hijos, en el centro vecinal, en el club, en el centro de estudiantes y también en la opinión que me solicitan en un restaurante, para saber como estuvo el servicio, es una manera de intervenir en un lugar que suelo concurrir.


También tenemos los espacios religiosos como lugares especiales, en la parroquia, los grupos de oración, los apostolados y también los de ámbitos políticos, en los gremios y asociaciones.

Si tenemos tantos espacios donde tomar parte, ¿Por qué somos fugitivos? ¿ qué razones tenemos para no participar?

Una encuesta nos muestra que el 43% de los jóvenes cree en la política como un espacio de transformación, pero el 11% se integraría un partido.

El testimonio de una directora de escuela nos dice que es muy difícil lograr la participación de los padres en la cooperadora escolar y que solo un 10% se compromete en esa actividad

Un párroco nos decía que la participación de los laicos en la parroquia estaba mas orientada a los aportes monetarios que a las actividades apostólicas


¿Cómo pasar de ser fugitivos a protagonistas?

Ser fugitivos ¿qué implica? Es como ir escapando a lo que tendríamos aceptar. Aceptar a participar en la educación de mis hijos yendo a las reuniones de padres en el colegio. Ser fugitivo es escapar a lo que debemos afrontar, es como intentar tapar el sol con la mano. Ser fugitivo es no participar y esto equivale a vivir en la pasividad, a vivir en la dependencia y en la sumisión de un aparato burocrático, por ejemplo el estado, que va a disponer y decidir sobre mi vida y esto claramente provoca un sentido de frustración y desesperación y predispone a la despreocupación de la vida misma

Ser fugitivo es esconderse en la cueva de lo propio, en la cueva de mis intereses personales y familiares sin registrar que estoy dentro de una sociedad de la cual soy parte, me guste o no. Como el profeta Elías que escapaba en el desierto y se refugia en una cueva. El Señor lo invita a salir y a descubrir su presencia, lo descubre el Señor lo toma y lo envía a continuar su misión.


¿Por qué somos fugitivos?

Quizás algunas de estas respuestas abarquen lo que pensás, porque tengo miedo, no lo siento mío aquello a lo que me invitan a participar, por temor al ridículo, porque no comparto esos intereses, porque participé y mi acción no lo tomaron en cuenta y me trataron muy mal, no tengo tiempo o no me hago el tiempo, no me dan espacio, por temor al rechazo, por desgano, por descrédito.

Por falta de valoración personal, ¿Qué voy a contribuir si yo no se nada, si lo mío no sirve para nada? No participo por desconocimiento, porque no me gustan discusiones, por desanimo, porque no consigo hacerme escuchar o porque me cuesta escuchar o aceptar otras razones distintas a las mías. Son algunas respuestas.

Veamos que dicen los jóvenes ¿Qué cosas son las que te impiden participar?

La falta de información la tergiversación de la información de parte de las personas y de los medios, falta de interés por ignorancia, por falta de conciencia para pode avanzar.

-El miedo nos inmoviliza y nos limita a la hora de participar, la falta de información dentro y fuera de la escuela.


Rescatar el miedo en este camino de nuestra vida, tenemos que sacar este fantasma que nos acecha, este fantasma del miedo que esta dando vueltas y animarnos a ser protagonistas, a salir del lugar de posibilidad, a dar un pasito más como Ignacio del Loyola siempre nos invita de más en más, que es la invitación más profunda del Señor. Participar realmente nos hace bien.

¿Por que somos protagonistas? Porque somos personas libres y porque estamos llamados a decidir con posibilidades de ser creadores en nuestra propia realidad y de seguro en tu corazón hay un fuerte deseo de construir un mundo mejor, eso no lo podes negar, esta dentro de tu corazón. Y somos parte viva de este cuerpo y su mismo cuerpo, en este caso es la sociedades las que estamos aquí sumergidos, por eso el participar es un verdadero valor humano más allá de la fe. Un verdadero valor humano en la medida que se convierte en algo concreto como un instrumento de transformación y cambio. Porque mientras más se prepara un individuo para participar más se va desarrollando como persona. No solo largo lo que tengo cuando participo sino que también mi participación tiene que ser apuntada a la contribución del bien común. No es que participo para poder armar mi lugarcito para que los demás se corran y yo pueda imponer lo que pienso. Eso no es participación, eso es manipulación, participación es aquello que me ayuda a crecer como ser humano a mí y al otro, porque en la medida que crece el otro crezco yo y a la medida que crezco yo, crece el otro.

Participar es salir de la cueva, es salir de nosotros mismos, es responder a este “sal de tu tierra” que le dice a Abraham. Participar es ir al encuentro de los demás con lo que soy, con lo que tengo para compartir lo que genuinamente me es propio.


¿Por qué ser protagonistas? ¿Por qué participar? Qué logro con participar? Desde un punto de vista personal cuando participo me expreso, cuando participo opino, me doy, aporto, me hace sentir útil, hago presente toda mi persona en medio de la comunidad de la que soy parte y está mi nombre, es decir ocupo un lugar que me esta reservado.

Desde un punto de vista comunitario con lo que aporto, con lo que traigo enriquezco a los otros, no llego solo, llegamos juntos. Doy miradas nuevas y originales sobre un tema, aparecen soluciones muy variadas y también aflora la sinergia, estos esfuerzos integrados que pueden más que uno y que no son la suma de todo sino que es la integración de todo que hacen algo nuevo.

Y vamos descubriendo valores e intereses comunes, se dan a conocer necesidades y aspiraciones que quizás sin mi participación no hubiera estado presente. Aparecen estas necesidades y aspiraciones que dan un marco de acción mucho mayor al que antes había y de esta manera podemos llegar a la meta propuesta todos juntos.

Fijate como la participación se basa en principios afectivos e instrumentales, afectivo porque muchos sentimos placer por hacer cosas junto a otros y como instrumento participamos porque hacer cosas en forma colectiva es más productivo que si lo hiciéramos a nivel personal. Por eso concluimos que la participación es un anhelo fundamental del hombre y de alguna manera constituye un derecho humano esencial.

Para participar hablamos recién que era la entrega, más allá de que es un anhelo o un derecho, es esta acción.

Así es responder al llamado es también participar, dar una respuesta con nuestra vida.


La sonrisa es una forma de participar, de darle una onda, de darle alegría de decirle que hay otra realidad más allá de la que vemos a diario. Esa es también otra manera de participar, pero tengámoslo en claro, participar no solamente es expresar sino también con lo que nosotros aportamos y decimos poder construir el bien común, de eso se trata participar, para que nuestro lugar realmente sea efectivo, sea eficaz y sea constructor de una nueva realidad sobre la esperanza a la que estamos llamados.




¿Que tengo para ser protagonista en la sociedad? La respuesta la va dar Jesús en la parábola de los talentos Mateo 25 , 14-30

Cada uno algo va a tener y lo va descubriendo concretamente, pero los que nos dice la parábola de los talentos es que tenemos algo y los talentos no sólo representan las pertenencias materiales que podamos tener, son también las cualidades, los dones que nos ha dado Dios a cada uno, por eso cada uno según esta palabra que nos deja el Señor, debe producir. ¿Qué es esto de producir? ¿Producir es negociar? Podemos trasladarlo a un leguaje más concreto, menos comercial. Es entregar, producir es entregar, es compartir, es multiplicar en los demás, es pasar de semilla a árbol en razón de lo que he recibido de Dios.


En el camino es muy importante que tengamos en claro el espacio en el cual podemos participar y esto implica un proceso, un proceso de aprendizaje, un tiempo de trabajo, porque los ciudadanos no nacen, se hacen trabajando como ciudadanos. La gente puede estar convencida de que hay un problema serio y que merece su esfuerzo, pero no hay va a iniciar ninguna acción a no ser de que encuentre alguna forma clara de actuar y que realmente quiera hacerlo.

Cuando empezamos a trabajar con personas de confianza nos disponemos a involucrarnos y esto se ve intensificado sobre el compromiso cuando vemos que hay otros dispuestos a hacer lo mismo. La participación no es ser un numero más, sino es construir juntos, no es sólo “escribir en Facebook” no es sólo mandar un mensaje de texto, escribir en Twitter, quejarme, sino construir juntos compartiendo lo que somos y lo que tenemos, sumando no restando, criticando constructivamente, no destruyendo.


Una comunidad no se termina construyendo como tal o constituyendo como tal hasta que la mayoría de los miembros no está dispuesto a dar el paso de la comunidad para mi, para yo dar el paso a la comunidad.

¿Como paso de la comunidad para mí a yo para la comunidad? Es decir hasta que el corazón de cada uno de nosotros esté dispuesto a abrirse a cada miembro de la sociedad. El paso del egoísmo al amor, el paso de la muerte a la resurrección con otros.

Porque la comunidad no es tu habitación, no es un hotel, no estamos solos en el mundo, participar de una comunidad es reconocer una alianza que estamos de alguna manera aliados a los demás, invitados a esta pertenencia mutua, a esta clave de espiritualidad de comunión, sentir al hermano en fé que está ligado al prójimo como uno que me pertenece para compartir sus alegrías, sufrimientos, intuir sus deseos, atender sus necesidades, es la capacidad de poder ver lo positivo en el acto, sino, no podemos construir nada, nuestra participación queda anulada. Nos sumamos con otros, buscamos una espiritualidad de comunión, no se hace en un día, es aprender también a darle espacio al otro.

¿Como hago para poder participar?

Puedo sumarme y puedo participar ya sea con un aporte económico, con un tiempo, con alguna cualidad que uno pueda tener una capacidad con la que pueda colaborar, pero creo que la actitud de corazón es la que tiene superar obstáculo que esté dando vuelta.

¿Eso que voy a aportar verdaderamente sirve para el bien común o sirve para mi bien personal para mostrarme?

¿Este aporte que hago pasa por sobre los demás? ¿Atropella? ¿Respeta la realidad de los demás?, independientemente si le gusta a los demás lo que opino yo.

Tengo que hacerme la pregunta si lo hago en caridad, es decir ¿cómo somos protagonistas?.


¿Cómo vivimos como ciudadanos del cielo sin ser fugitivos de la tierra?, porque puede ocurrir esto, voy a la parroquia, rezo todos los días, rezo el rosario, escucho todo el día Radio Maria, me encuentro y me relaciono con gente que está en la fé, todo este tipo de cosas van creando un clima pero a veces hace que alguno pueda ser fugitivo de la tierra, yo no me voy a comprometer, no se de que hablan del tema de las elecciones, se que van a venir a censar pero ni me preocupé, los temas del noticiero no se de que hablan, no se que pasa en la realidad, yo solamente me quedo con esto y con esto. Y en realidad hay que preguntarse hasta que punto yo estoy siendo fugitivo de los temas que están a mi alrededor y quiero ser ciudadano del cielo, quedarme con lo que me dice Jesús, meditar su palabra que es muy buena, que hace mucho bien, pero eso no tiene conexión con mi vida cotidiana, si eso no hace presión para que yo pueda transformarme de quedarme en mi individualismo y salir al encuentro con el otro y participar y aportar, y jugarme cada vez más, hay algo que está fallando, quizás estemos en esta imagen que los obispos nos presentaron hace unos años atrás, de ser fugitivos de la tierra. No llegamos a ser ciudadanos del cielo si somos fugitivos de la tierra.

El Concilio Vaticano segundo es muy claro y es lindo recordar estas cosas, nos indica que los laicos, ejercemos un apostolado múltiple, tanto en la iglesia como en el mundo. Estamos llamados en la parroquia a colaborar con el padre, con la organización pero también con mi vecina con la cual no nos llevamos bien. O también en el ámbito de trabajo, con ese superior que me hace la vida imposible constantemente, con estos gremios que están dando vuelta y que realmente veo cosas que no me terminan de convencer. Estos son lugares de apostolado.


El decreto sobre el apostolado de los laicos dice: en el amor a la patria en el fiel cumplimiento de los deberes civiles siéntanse obligados los católicos a promover el bien común y hagan pesar de esta forma su opinión para que el poder civil se ejerza justamente y la leyes respondan a los principios morales y el bien común.

Los católicos peritos en los asuntos públicos, un funcionario algún profesional , y firmes como es debido en la fe y en la doctrina católica no rehúsen desempeñar cargos públicos ya que por ello bien administrado puede procurar el bien común y preparar a un tiempo el camino del evangelio.

¡Que misión! ¡Anímate! Vos que sos abogado anímate a hacer verdadera justicia confiando en la justicia del Señor. ¡Anímate! a hacer justicia con el testimonio


La clave es la de estimular en todos nosotros la voluntad de participar en los esfuerzos comunes. Pero ¿cómo nos acercamos a participar? Yo me aventuraría a dar una propuesta y lo haría a modo de pregunta ¿Cómo me acerco a participar? ¿No será necesario para que todos nosotros los ciudadanos nos sintamos impulsados a participar en la vida de los diferentes grupos que integran este cuerpo social, podamos encontrar en esos grupos valores que nos atraigan, que nos dispongan a ponernos al servicio de los demás?. Si la respuesta es Si, si, hace falta valores en estos grupos que integran el cuerpo social para que participemos, podamos pensar con toda razón, que el porvenir de la humanidad esta en manos de quienes sepan dar a las generaciones futuras razones para vivir y razones para esperar.

¿Cuáles son las razones que yo estoy dando hoy? ¿Cuales son las razones para vivir y para esperar que estoy dando hoy en los distintos cuerpos sociales que puedo participar?.

Allí va esperanza para poder sumarnos, para acercarnos a estos lugares y no quedarnos en esa imagen escondidos en nuestra cueva. En esta imagen que mencionábamos hace unos bloques atrás de quedarnos allí quietos y que todos nos pase por arriba.

Ser protagonistas activos y no ser fugitivos.