03/05/2021 – ¿Qué lloramos cuando lloramos en los duelos?; ¿lo hacemos por nuestros seres queridos o por nosotros? En “Hoy puede ser” dialogamos con Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo. Tomando la figura de María Magdalena desde el Evangelio de San Juan, recorreremos el camino de las lágrimas.
¿Está bien llorar en los procesos de duelo? “No sólo está bien; sino es normal, natural y necesario. Y no sólo lloramos cuando sufrimos, sino tantas veces cuando estamos muy felices, el llanto de alegría. Hay lágrimas de esperanza y lágrimas de desesperanza. Por eso es muy importante saber: por qué lloramos, por quién lloramos, para qué lloramos y cómo lloramos. En el Evangelio según San Juan, en el pasaje del encuentro de Jesús Resucitado con María Magdalena, están las respuestas a estas cuatro preguntas básicas.”
Los tres cementerios “En nuestra vida podemos visitar tres cementerios: el campo santo, nuestras casas y nuestras almas. El hogar no es un cementerio y no puede ser mi alma un cementerio. Si no tengo esperanza, mi alma es un cementerio. Si no tengo esperanza para con mis seres queridos que fallecieron y no tengo esperanza en mi reencuentro con Jesús después de mi muerte, mi alma es un cementerio. La patente de la vida cristiana es la Resurrección”.
Llorar por un muerto “María Magdalena lloraba por un muerto. El llanto por un muerto está lleno de desesperanza. Pero Jesús le da una respuesta: ¿por qué lloras?,¿a quién buscas?, aquí comienza a florecer la esperanza. El duelo es caminar hacia la vida, hacia la esperanza, hacia la luz. El sufrimiento y el amor no se pueden separar. María Magdalena lloraba sin horizonte, sin perspectiva. María Magdalena tenía el cementerio dentro de ella. Cuando todo el tiempo estamos hablando del pasado de quien falleció, si nunca hablamos de nuestro futuro, si nunca hablamos de nuestro ser querido en Dios; estamos inmersos en un cementerio interior. Con las preguntas del cómo, porque, para qué y por quién lloramos; nos autoconfrontarnos empáticamente. El duelo me aclara que tengo que ver las causas de mi sufrimiento: el factor tiempo y mi interior.”
Llorar con Cristo “Cuando lloramos con Cristo nos cambia la perspectiva. Cuando lloramos solos, para nosotros solos, no nos va bien. Hay que ver qué grado de egoísmo tenemos cuando estamos en sufrimiento, el sufrimiento no sólo es nuestro sino es de la comunidad. Hay que tener una visión relacional en nuestro sufrimiento. Cuando María Magdalena se abrió a llorar con Jesús, se abrió a la perspectiva de la vida y de la esperanza”.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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