11/06/2021 – En el programa “Maestro donde vives” recibimos al Profesor Diego Vidueira quien nos compartió algunos datos históricos en relación a la Revolución de Mayo y el inicio de nuestro proceso independentista.
Diego nos relató sobre la importancia que tuvieron las mujeres en la gestación de la conciencia revolucionaria que daría lugar a la creación del primer gobierno patrio.
Hace 211 años atrás las mujeres criollas tenían un rol fundamental: muchas ayudaban a llevar adelante la Revolución desde su femineidad. No sólo aconsejaban a sus esposos o abrían las puertas de sus casas para reuniones secretas, sino que también participaron en las luchas y hasta opinaban de política a la par de sus esposos, padres o hermanos. Sin embargo, los grandes héroes de la historia fueron los hombres del primer gobierno patrio, y el papel imprescindible de las mujeres para la gesta patriótica fue invisibilidad: pasaron a la posteridad como amas de casa, anfitrionas, cocineras y costureras.
El invitado nos contó que, cuando la Revolución tuvo lugar y los hombres se vieron obligados a luchar o a buscar trabajos en otras ciudades, ellas tuvieron que hacerse cargo de los comercios familiares, de las estancias, de los negocios. Fueron fundamentales para mantener la vida por fuera de la batalla. Esto, al parecer, no era importante para el relato historiográfico, porque se suponía que era lo que les correspondía pro su rol de mujeres de la época.
Una de la que más conocemos por el relato escolar es la figura de Mariquita Sánchez de Thompson y Casilda Igarzabal, esposa de Nicolás Rodríguez Peña, que eran salonnière, es decir, imitaban el accionar de las francesas que abrían los salones a intelectuales y políticos durante el siglo XVIII.
Por la fuerte censura sobre la prensa de parte de la monarquía, los livings de las casas de la época se convirtieron en escenario de discusión política y las mujeres que eran dueñas de casa, se volvieron famosas por organizar estos salones. De tal modo que al “abrir las puertas de sus casas” se demostraba una posición política clara por las nuevas ideas revolucionarias.
El desafío para los próximos años consiste en abordar y construir nuevos relatos que problematicen los vínculos entre hombres y mujeres, visibilizando las trayectorias y experiencias de mujeres que no sólo se destacaron por ser “esposas”, “madres”, sino por construir y apropiarse desde otros roles como los militares, culturales, sociales, entre otros”.
Agradecemos a Diego por ilustrarnos y adentrarnos en otros aspectos de la historia del primer gobierno patrio. Nos seguirá acompañando en otros programas para reflexionar sobre la importancia de los actos patrios en la configuración de la identidad nacional.
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