07/07/2021 – El biblista Gerardo García Helder habló de la quinta promesa del Sagrado Corazón de Jesús: “Seré la protección en tus trabajos”. Comenzó expresando: “En tus trabajos, empresas, proyectos y hasta en tus deseos y tu oración. San Agustín decía que los deseos son los pies de cada persona. Actuamos de tal forma para transformar la realidad, esa es nuestra esencia. En Génesis 3,19 se dice que ”conseguirás tu pan con el sudor de tu frente” y desde allí sentimos que el trabajo es un castigo. Pero en el capítulo 2 del Génesis, Dios había plantado un jardín y puso al ser humano para que lo cuidara y cultivara. El trabajo en su versión dolorosa es consecuencia de la salida del hombre del jardín del Edén”.
“Sentimos el agobio en la tarea, más aún cuando es mecanizado y sistematizado. El trabajo es un tema que atraviesa nuestra vida y que aparece mucho en la Biblia. La Biblia tiene a Dios por autor pero también tiene autores materiales que escribieron desde sus experiencias vitales. El trabajo muchas veces se muestra como algo doloroso y parece que impide el crecimiento personal. En la antigüedad es Israel el primer pueblo que decide que debe haber un día para el descanso para imitar a Dios. En Egipto, los hebreos no conocían el descanso y esto también está reflejado en la Palabra de Dios”, precisó Gerardo.
“La ociosidad no es bien vista en las sagradas escrituras, pero tampoco es bien visto que no haya descanso. Esta promesa debe hacernos pensar en cómo armonizar el trabajo y el descanso. Si queremos ser personas espirituales y en armonía con la naturaleza, debemos ser cuidadosos del trabajo y de tomar pausas para renovar fuerzas. En Marcos 6, 1-6 se dice: “Acaso este no es el hijo del carpintero”. Y de esta forma se admiran que Jesús, siendo un simple trabajador, pueda sanar y hacer milagros”, recalcó el especialista en sagradas escrituras.
“Responsabilidad en el trabajo y disfrute de los bienes es algo que tenemos que procurar”, agregó para dar “gracias por la solaz, el alivio en los trabajos la paz y la intimidad que nos trae diariamente Radio María”. Por último, García Helder compartió esta oración:
Has querido, Dios hecho humano,
manifestarte como uno que trabaja
cuando dijiste: “Mi Padre trabaja siempre,
y yo también trabajo”,
¡bendito seas por todo lo que haces!
Y ahora, que me invitas a seguirte,
compartiendo tu suerte y tu trabajo,
me estimulas a ser generoso y
a dejar de lado los cálculos humanos:
¡quiero ofrecer mi vida por ti y por mis hermanos!
Protege mi vida de todo peligro y
líbrame del apego a los bienes materiales.
Concédeme trabajar por el Reino de Dios y su justicia
sabiendo que lo demás se me dará por añadidura.
Haz que no me preocupe por el día de mañana
ya que a cada día le basta con lo suyo.
Que viendo los pájaros del cielo y
las flores del campo,
me abandone totalmente a tu cuidado
sin dejar de comprometerme con el bien común y
con el respeto por todo lo creado.
Amén.
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