Comunidad Enrique Angelelli en Formosa: Si un miembro de la comunidad no es feliz, ninguno es feliz

jueves, 15 de julio de 2021
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Foto: Padre Juan María “Juani” Rosasco. Comunidad “Enrique Angelelli”, Formosa.

14/07/2021- Viven en extrema marginalidad y muchos son adictos a la nafta o el paco antes de los 10 años; comunidades de Formosa se unieron para buscar una solución, sacarlos de la calle y ofrecerles un futuro. Ingeniero Juárez es una localidad del oeste de Formosa que, según cifras municipales, tiene unos 20.000 habitantes, de los cuales muchos de ellos pertenecen a pueblos originarios. En “Hoy puede ser” conocemos a la comunidad “Enrique Angelelli”, perteneciente a la Familia Grande del Hogar de Cristo.

Juan María “Juani” Rosasco es sacerdote de la orden de los pasionistas y llegó a Juárez desde Buenos Aires, hace siete años. “Organizamos varias asambleas con miembros de la población originaria. La gran preocupación eran las adicciones, que se habían traducido en una violencia que hasta entonces no había habido en el pueblo. Todos querían hacer algo, pero no sabían qué y pedían ayuda”. Así nació el Centro Barrial Enrique Angelelli, que abrió sus puertas a mediados de 2017 y que el sacerdote describe como una casa de acogida, una alternativa al vacío que busca ganarle horas a la calle.
Raul Toribio es coordinador de la comunidad “Enrique Angelelli” ,y pertenece a la comunidad Wichi. “Iniciamos en un año electoral. No queríamos que nos confundan con punteros políticos. Lo que hicimos fue visitar a la comunidad. Nuestro objetivo fue llegar a los chicos y adolescentes que aún no estaba en consumo. En 2018 nos hicimos conocer y el 2019 abrimos diferentes espacios de estudio, de juego, de deporte y de recreación y la merienda de la tarde como el pan compartido”.

Karen López es psicóloga y acompaña las actividades en el hogar. “Lo primero que hicimos fue conectarnos con la comunidad, descubrir sus necesidades. Recibimos en la casa niños, adolescentes y jóvenes. Aquí encuentran un espacio para sanar el alma”.

Si uno sufre, todos sufrimos
El Padre Juan nos explica el sentido de la palabra comunidad dentro de los pueblos originarios: “Ellos tienen una sola alma, un alma colectiva. El Wichi quiere tener paz en su comunidad. Así nos pusimos a trabajar para que la comunidad recupere la armonía perdida, porque en el pensamiento Wichi nadie puede ser feliz, si hay alguien no es feliz dentro de la comunidad.”

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.