Resignación o cambio

martes, 25 de enero de 2011
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GL: Sos autor de un libro titulado “Resignación o cambio” ¿qué cambio? ¿cambio de qué?

AI: Cambio de las representaciones de la realidad que nos angustian, que nos inmovilizan. Por ej: representarnos la realidad como un afuera inmodificable.’ Así como fue, así es y así será siempre’. Esa representación de la realidad estática, irreversible, a su vez genera apatía, que uno no haga nada por cambiar, tanto en el plano personal como social (de las leyes, las estructuras sociales, etc). Hay como un estado de resignación a algo que no se puede cambiar y de adecuación a la realidad, como si la realidad fuera un muro impenetrable. Eso que nos decimos desde el lenguaje se vuelve una imagen interna que nos impide descubrir las opciones de modificación de la realidad. Y se puede hacer todo un proceso para ir des-construyendo esa construcción y construyendo otro mundo mejor posible.

 

GL: Tenemos dentro muchas estructuras de no.cambio. ¿Por qué hay mucha literatura, y seminarios, y talleres, y guías espirituales que propenden al cambio pero del mundo interno? Obviamente, si cada uno cambia, cambia el mundo. Pero el trasfondo que se lee en general es que el cambio empieza y termina por uno mismo, y hay aportes, sobre todo en el plano psicológico, muy valiosos en esto, pero lo de afuera sigue siendo inmodificable.

AI: el afuera y el adentro son un solo mundo. El asunto es que esa representación que tenemos de que lo de afuera no se puede cambiar opera como una profecía que se auto-cumple. Por ejemplo: una persona que dice ‘yo nací pobre, no tengo plata, nunca voy a poder tener una casa mejor’, y ve una casa que se alquila y piensa ‘¡quién sabe lo que piden!’, entonces ni siquiera va a preguntar. Previendo que no es para ella, no la puede captar como una opción. Eso es lo que hay que modificar. En este ejemplo, esta persona tiene en su cerebro conectada la información de ‘no tengo plata’ con la de ‘no es para mi porque es caro’, y eso la inmoviliza. Si en cambio la conectara con una información que le diga ‘la casa puede ser cara, pero voy a estar mejor, voy a tener mas espacio por tanto voy a poder desarrollar un trabajo que en este momento no puedo, etc’, entonces cree que es posible, concibe esa nueva oportunidad, y le empiezan a aparecer también otras oportunidades que en realidad antes también estaban pero ella no las veía como oportunidades para sí.

 

GL: Ahora, concebirlo como posible implica desearlo

AI: No solo desearlo, sino creer que uno lo merece, y creer que ya se está obteniendo. Y asumir las responsabilidades nuevas que se darán en consecuencia. Siguiendo con el mismo ejemplo: una casa mejor implica que van a venir a visitarme, que voy a tener que dedicar mas tiempo a mantenerla bien, etc. Y lo que pasa muchas veces es que estas responsabilidades conllevan miedo. Nos da mas miedo estar bien porque no conocemos lo que es, en cambio estar mal ya conocemos cómo es, estamos resignados….El cambio implica nuevas responsabilidades, nuevos roles

 

GL: Creo que uno de los miedos es a desear y frustrarse

AI: pero esa es una lógica contraria a la lógica real. La lógica real es que si uno desea y sostenes el deseo con la fe de haberlo ya obtenido, ese deseo se cumple. Esa es la lógica del Evangelio: “pidan y obtendrán”. A Dios no le falta plata. Lo que nos falta es fe a nosotros. Nos falta la fe de compartir lo que tenemos para que ocurra el milagro de la multiplicación. Es creer que lo que yo deseo es también un deseo de Dios en mi y lo merezco y soy digno para tenerlo. Si me pongo en ese flujo, en esa vibración, es como si el universo se acomodara y la abundancia me llega.

GL: Y ¿cuál es la traba para entrar en ese flujo?

AI: Concebir a la realidad como inmodificable. Es una traba psicológica, mental, espiritual… de todo, y es difícil cambiar solo. De ahí que existan talleres donde se trate de hacerlo en grupos

 

GL: Estamos viendo de qué manera tenemos que re-significar la realidad para creer que el cambio es posible

 

Puedes cambiar el mundo tan solo en un instante.

Puedes cambiar el rumbo, si quieres que eso pase.

Puedes mirar adentro tus sentimientos;  el universo traerá tus sueños.

CAMBIAR EL MUNDO, EMPIEZA POR TI.

 

Verás que los colores son mucho más brillantes, Verás con otros ojos, la magia en todas partes.

Arriba y adelante se ven los horizontes. Si el sol también renace, renacerán también los hombres

CAMBIAR EL MUNDO, EMPIEZA POR TI.

 

si se renueva la esperanza, empieza por ti; si te convences que se puede cambiar

si quiero un cielo nuevo, empiezo yo primero y elevo una alabanza hacia la humanidad

PARA CAMBIAR EL MUNDO, EMPIEZA POR MI

 

para cambiar el mundo puedes cambiar hoy mismo el curso de tu viaje

verás que no es lo mismo, si tienes el coraje. Arriba y adelante se ven los horizontes

el sol también renace, renacerán los hombres

 

CAMBIAR EL MUNDO, EMPIEZA POR TI

Alejandro Lerner

 

AI: Esto también tiene que ver con lo que quiero, deseo, en la vida. Tener el propio proyecto y no lo que los demás me dicen que tengo que hacer. Tengo que ‘poder ver’, ‘poder oír’ ¿qué tengo que oir? Las cosas que estoy diciendo. A veces nos decimos cosas como ‘no tiene ningún valor lo que decís’, es como que quisiéramos que todo tuviera un precio

GL: ¿qué tienen que ver esos reproches de ‘no tiene valor lo que decís’ en los vínculos?

AI: es como que estamos todos convirtiéndonos en mercancías, en una representación de la realidad como un mercado donde valgo en la medida en que puedo consumir o ser consumido. De eso no nos damos cuenta, y esa representación de nosotros mismos nos entra por el lenguaje. Tenemos que des-construir esa visión que tenemos de nosotros de que valemos por lo que tenemos, y recuperar esa imagen de nosotros de que Dios se aloja en nosotros y entre nosotros. Tenemos que construir vínculos de reciprocidad. En el vínculo es El el que hace posibles las cosas. Dios es Trinidad, es amor recíproco y nos hace capaces de amar. Y su amor opera desproporcionadamente a nuestras fuerzas

 

GL: vos hablas del nosotros y también de la lógica del mercado que a veces se nos cuela porque entra por el lenguaje y programa nuestra mente para clasificar según determinados patrones. Si el patrón es ‘valgo en cuanto consumo o soy consumido’, eso lo transfiero también al mundo de los vínculos, donde es más difícil pensar en el cambio porque involucra a otros. Allí ¿Cómo instalar esta fe en que el cambio es posible, cuando en realidad siento que desde afuera no soy valorado o no soy tenido en cuenta? ¿cómo sostener la imagen de que es posible lo que yo deseo, lo que necesito? ¿qué transformación mental hay que hacer en ese caso?

AI: Justamente es de esto de lo que hay mucha literatura: cuando yo cambio, cambia también el de afuera. Me gustaría referirme a esto del ‘otro’: a veces decimos ‘los otros no quieren’ entonces me parece que no es posible cambiar porque hay otros que no quieren cambiar entonces yo no puedo cambiar a los otros. Pero se trata de construir vínculos de reciprocidad, que siempre con alguno puedo lograrlo. ‘Dónde dos o mas se reúnen en mi nombre, allí estoy Yo’. Siempre hay otro con el cual convertirnos en esta presencia de Dios. Y es El el que mejora todo lo que necesitamos mejorar.

            Creer es crear. Por eso en este libro se ponen como dos opciones: o me resigno a lo que me pasa, o provoco el cambio. Las oportunidades están. Cuando uno las cree, las crea

 

GL: ¿no es pensamiento mágico eso?

AI: Puede ser, pero no mágico en el sentido de oscuro e inexplicable, sino absolutamente lógico y además es la lógica del Evangelio. ¿qué otra cosa nos quiere decir Jesús cuando nos dice que nada nos va a faltar? Nos dice que merecemos tenerlo todo. Tal vez hemos asociado lo virtuoso a lo sacrificado, y lo placentero a lo pecaminoso. Esas conexiones son peligrosas a veces. Cada vez que estamos por disfrutar algo, o nos enfermamos o nos lastimamos, como para que el disfrute sea sacrificado y sea más virtuoso. Esas también son cosas que hay que cambiar, porque Jesús no solo murió. También resucitó. Y eso no es un hecho del pasado sino algo permanente. Cada vez que no logramos reciprocar con otro, estamos en la muerte, en la flagelación, porque pedir perdón a otro es pesado, y esa es la cruz. Pero después, perdonar quiere decir poder donar. Cuando se restablece el círculo del amor recíproco la resurrección es magnífica. Si somos cristianos, tendríamos que vivir permanentemente resucitando, y multiplicando panes, y convirtiendo el agua en vino. Tendríamos que lograr que donde estemos nosotros esté la alegría, la resurrección.

 GL: Vuelvo a la pregunta ¿no es mágico? ¿cómo puedo concebir por ejemplo cuando deseo un hijo y el hijo no viene?

AI: Ya que hablás de concepción, pensemos un instante en lo que significó para María concebir: María, una creatura, tuvo que concebir ser madre del Creador. Enseñarle a hablar al Verbo, acoger en su seno finito al Infinito. ¿no es concebir el imposible? Y María lo hizo posible. Ahí radica entonces todo el secreto: en que logremos concebirlo. Ella dijo “no sé cómo puede ser esto” pero “he aquí la esclava del Señor”. Nosotros también podemos decir por ejemplo ‘no sé cómo voy a conseguir trabajo, pero sé que me va a llegar’

 

GL: Pero ahí te viene el miedo al fracaso

AI: el miedo al fracaso tiene que ver con otra cosa. En ese ejemplo, llega el trabajo y la persona empieza con que ‘no sé si estoy preparado para esto…etc’. Hay personas que fracasan al triunfar. Cuando lograron lo que deseaban, se auto-boicotean. Eso ocurre porque replican indefinidamente el pasado. Ese pasado no está atrás, está adentro como un mandato de repetirlo. Es decir: no es solamente lograrlo sino creer que lo merecemos. Ese acto de concebirlo tiene que ser mas completo. Voy a tener ese trabajo que quiero pero tengo que hacerme cargo de que entonces voy a tener que ayudar a otro. Voy a ser mejor y voy a ser una ayuda para otro.

Y el miedo tiene que ver con lo desconocido. Lo desconocido me da un miedo tal, que lo boicoteo.

 

POR OTRA VENTANA
 
Voy a empezar a ver por otra ventana donde la luz del sol nos de mejor

.
Voy a inundar mi cuarto con esperanza para dejarle espacio a mi corazón.
 
Y voy a seguir creyendo que te hago falta
Que cada uno de nosotros debe empezar,
A entender lo que les pasa a los que nos miran
Para que entiendan cuando queremos hablar.
Voy a empezar a ver por otra ventana buscando la voy a encontrar mejor;
No quiero que sea grande, ni esté bien alta, lo que yo quisiera es verte a vos.
Voy a empezar a ver por otra ventana que pueda apartar mis ojos del dolor,
Voy a invitarte a entrar dentro de mi alma, yo sigo esperando verte a vos.

 

GL: Esto que yo te dije pareciera ser pensamiento mágico, tiene una explicación para que no se piense que es un cuento de hadas, o al menos una apoyatura en lo que se ha dado en llamar “filosofía cuántica”. ¿cómo puede en este caso un pensamiento, una convicción, una creencia, modificar una realidad que está muy lejos, que nos supera enormemente? ¿cuál sería un fundamento racional para que estas cosas ocurran? Porque hoy se habla mucho de que ‘el universo conspira a favor’, como que hubieran fuerzas que nos superan, que colaboran para que cuando yo deseo, sostengo ese deseo y tengo la convicción de que va a ser resuelto esto va a ocurrir.

AI: Uno dice que el universo se acomoda. Es como decir ‘el sol sale, el sol se pone’. Sabemos todos que el sol ni sale ni se pone. Así decimos el universo se acomoda: esa es la impresión que uno tiene cuando por ejemplo, necesitamos un taxi y justo el taxi viene. En realidad somos nosotros que nos acomodamos al universo. El universo es abundancia, es expansión. Entonces querer tener mas no es otra cosa que ponerme en la misma vibración del universo, que es infinitamente rico y en el está todo lo que quiero saber, tener.

            Nosotros no tenemos en cuenta las cosas que nosotros mismos sabemos por la revelación, por la fe. Por ejemplo que Jesús está en cada persona. No terminamos de darnos cuenta de lo que significa la Encarnación. No fue un acontecimiento del pasado. Dios nos está creando y recreando ahora, y ese Dios que está en y entre nosotros, cuando logramos vivir en la tierra como en el cielo, cuando logramos esa reciprocidad, no estamos diciendo cosas extrañas. Jesús viene a traernos la lógica de la Trinidad que es amor recíproco. Nosotros podemos convertirnos en reciprocidad en la que Dios hace todas estas cosas. Esto dicho en términos religiosos. Lo que hace la cuántica es rescatar lo que se hacía desde antiquísimas culturas. Por ejemplo: creían que lo semejante atraía a lo semejante, entonces mientras unos iban a cazar un bisonte, los otros danzaban la danza del bisonte para que esto ocurriera. Todo eso es algo más que un pensamiento a descartar desde lo racional. Es como vibrar con la lógica del universo mismo. Es en el amor recíproco donde vibra Dios mismo. Entonces cuando Jesús nos dice por ejemplo “al que te pega en una mejilla ofrécele la otra” ¿por qué? Porque es mejor que el otro desahogue un poco de su bronca para así tener más chance de reconciliarte, porque pegarle más fuerte, que lo que va a lograr es quebrar toda posibilidad de reciprocidad.

            Hay remisiones súbitas de enfermedades terminales ¿por qué se da en algunos y en otros no? Porque el ADN humano tiene un margen de creatividad. Uno decide auto programarse a la posibilidad de que no me enferme o deje de enfermarme y empiece a curarme. Eso depende de que yo crea que puedo curarme. Si yo no creo, voy a tomar los recaudos para dejar el testamento, etc, es decir, voy a prepararme a morir. Si yo creo que puedo curarme, acciono todas esas posibilidades, esa parte no programada sino programable por mi del ADN  y me curo. Es decir: tengo una actitud de auto-curación. Cuando Jesús dice “tu fe te ha salvado” ¿qué hace? Da poder, es decir: lo que te sanó fue algo tuyo

GL: Parece mágico, porque de alguna manera le asigna al ser humano un poder como el que aparece en los cuentos mágicos, pero en realidad es que uno moviliza cosas que están dentro de uno como oportunidades

            Lo que pasa es que el alcance de esa fe, la potencialidad de esa fe, el eje, el motor, el combustible de esa fe, son cosas que vamos tanteando y descubriendo sobre la marcha. Quizá pecamos a veces de demasiado pobretones o ingenuos en la concepción de esa fe, quizá otras veces pecamos de demasiado omnipotentes. Calibrar lo que realmente puede o no puede la fe, es una tarea de la razón y de la civilización humana de largo alcance. Daría la impresión de que estamos en los albores, en el surgimiento de un nuevo paradigma que nos está trayendo datos de esta fe, esta creencia –hay que ver en qué es esta creencia: si en que me curo o en Jesús-

 

AI: Creencia en que Dios me quiere bien, me invita a su mesa.

GL: esa es una mirada religiosa que no todos tienen

AI: no todos la tienen, pero Jesús está en todos deseando que la tengan. Y yo creo que a los que más nos está costando entrar en esto es a los creyentes, porque tenemos una mala fe: creemos que la fe consiste solo en resignarnos y no en convertirnos, en transformarnos. Nosotros somos ahora como un gusano en un capullo. Vemos todo oscuro, decimos ‘yo no logro nada por mas que rezo’, estamos como perdidos en la oscuridad. Y no sabemos que podríamos devenir algo totalmente diferente a lo que somos ahora, y que esa metamorfosis es la plenitud de esto que ya somos. Ese es el mensaje de Jesús. Es más: El dice “ustedes harán cosas más grandes que Yo”, entonces ¿dónde quedó nuestra fe? ¿en la resignación cristiana ante el fracaso?

GL: Creo que quedó en los límites más que en la posibilidad

AI: Pero esa es mas una propuesta nuestra que de Jesús.

 

TODOS LOS DÍAS UN POCO

Si una estrella más cayó este cielo llora, si nadie reclama luna y luz este mar ya se secó.
Si un beso es uno más esta boca espera, si una campana no suena el silencio se durmió.

Llaman y llaman las flores al sol juegan y juegan todos los días al amor
si no me llamas como hace la flor te iré olvidando todos los días un poco.

Si otro árbol desnudó el verano muere si nadie le exige al viento esta nube aquí paro.
Si un año mas pasó la vida es mas corta, si no sacudes al tiempo ni un intento queda en vos.

GL: Estamos en cómo son las percepciones de la realidad, en cómo representamos nosotros la realidad en nuestra mente, operamos desde esos patrones, desde esas representaciones, y a veces aunque tanto lo deseemos hacemos imposible el cambio

AI: No hay peor gestión que la que no se hace. Sería como decir también: si yo creo que no va a ocurrir no creo no hago nada

            Cuando hace unos años traté de comenzar a comprender estas nuevas lógicas, me pasaba que pensaba en toda la gente pobre en las cuales no se daba un cambio en su situación, y pensaba ¿será que la gente pobre no desea? Y me surgía una cierta sensación de enojo. Y eso es bastante más complejo que una responsabilidad individual. Tiene que ver con imaginarios sociales, con construcciones culturales. Uno de chiquitito tiene conciencia de especular, o sea, uno cree que es lo que le dicen que es. Entonces si te dicen ‘sos pobre’ vos creés que sos pobre, si te dicen ‘sos feo’ o ‘sos malo’ te adecuás a ser eso.

GL: Pero cuando tengo la panza vacía, no estoy creyendo que soy pobre. Tengo hambre.

AI: Pero cuando un chico tiene hambre y le dicen ‘aguantate’ o ‘no hay comida para vos’ etc el chico hasta los 11 o 12 años no puede procesar lo que le dicen, no hace nada con eso que le dicen, sino que se convierte en eso que le dicen: es producido por el lenguaje. Y eso se vuelve como un mandato aunque no te lo hayan dicho directamente. Son mitos que circulan, argumentos existenciales sobre la vida. Más adelante uno hace algo con lo que le dicen. Hay montones de causas por las que uno está mal o no está como quisiera. De algún modo, no está como Dios nos piensa: esa felicidad que nos merecemos todos y que estamos destinados a tener. Entonces no se trata de que sean culpables de cómo están ni de que no lo deseen, o que si lo desean se podrían arreglar solos y no necesitan nuestra ayuda. Se trata de que juntos todos tenemos que aprender que si viviéramos en una sociedad de reciprocidades positivas todos tendríamos todos. Y hubo sociedades así, en que se hacían sociedades de intercambios y el rico era el que podía dar mas. Ser rico estaba asociado a ser generoso. Y el que no entraba en ese ambiente de reciprocidad le decían ‘cara vacía’: no existía porque no podía reciprocar.

            La lógica del cristiano sería “reciprocamos, luego existimos, porque Dios vive en nosotros

 

GL: Que el Señor nos cambie las representaciones que El no quiere para nosotros. Que nos haga ricos de verdad y desde su lógica