Laicos viviendo su vocación desde la profesión

martes, 3 de agosto de 2021
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03/08/2021 – En “Convocados”, el padre Pablo Savoia y Damián Barneche dialogaron con Valeria Campisi, joven psicóloga de la diócesis de San Martin, sobre la vocación laical y profesional. En el espacio que cuenta con la producción de Gastón Natale, Savoia sostuvo que “es muy importante redescubrir la vocación laical en la Iglesia porque a veces queda a la sombra de quienes somos consagrados. Los laicos son la mayoría dentro de nuestra Iglesia. En el siglo 20 la vida laical comenzó a tener más protagonismo. La Acción Católica es un ejemplo de esto con su surgimiento a principios de los años 30. El laico es un bautizado que va consagrando el mundo, construye el Reino de Dios en lo que vive diariamente”.

“A veces decimos que hay “laicos comprometidos” al referirnos a quienes están mucho tiempo dentro de una parroquia. Eso es clericalizar la vocación del laico y no está acorde con el Concilio Vaticano II”, añadió el sacerdote bonaerense. Damián dijo que “la fuerza y la novedad del Concilio Vaticano II se sigue desplegando. Hay que tener paciencia a la espera que se den las transformaciones que todavía faltan operarse. El laico es parte esencial de la comunidad eclesial, no le hace falta una consagración especial para serlo. Por el bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes al modo de Jesús. El altar para el laico es su lugar de trabajo y su familia”.

Por su parte, Campis relató: “Mis padres, con algunas devociones y con poner en manos de Dios su vida, me marcaron el camino de la fe. Mi proceso inició en un retiro de conversión en una parroquia. Allí conocí a Jesús y comenzó a operarse en mí distintas transformaciones que se notan en lo personal y profesional. Todo el tiempo me pregunto cómo llevar adelante mi vocación. Lo importante es descubrir dónde está Dios. Y me pregunto muchas cosas, me planteo si quiero formar mi familia, mi vocación desde el servicio social. La profesión no abarca a toda mi vocación, siento que eso es algo mucho más profundo. Me encanta sentirme Iglesia, salir y desarrollar mi vocación laical en el mundo. Mi deseo para este tiempo es recibir la vida como viene, ser protagonistas y caminar juntos”.