25/11/2021 – Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el jueves 25 de noviembre, convocamos a tres mujeres creyentes, de fe, expertas en humanidad, dos de ellas filósofas, que coincidieron en la urgencia de abrir procesos que ayuden a cambiar situaciones, gestos y tradiciones culturales que, de distintas maneras, ofenden la dignidad de la mujer.
Se trata de las doctoras en filosofía Paola Del Bosco e Inés Riego, y de Marisol Maldonado, integrante del novedoso Equipo de Pastoral de la Mujer de la Diócesis de La Rioja. Las tres nos ayudaron a profundizar el tema de la violencia contra la mujer para no quedarnos en la superficialidad que se plantean desde ciertos revanchismos e intolerancias.
Antes de conversar con ellas, recordamos que en Argentina está vigente la Ley 26.485, sancionada en 2009 como “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”; una normativa que define la violencia contra las mujeres como “toda conducta, acción u omisión que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Y se considera violencia indirecta, a los efectos de esta ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”.
Está claro que hay distintos tipos de violencia contra la mujer: violencia física; psicológica; sexual, económica y simbólica; distintas caras de un flagelo social que se expresa de la manera más cruenta o más trágica en los femicidios, los asesinatos de mujeres que, en lo que va del año, han costado la vida de 227 mujeres en nuestro país.
Por estos crímenes, 255 hijas e hijos quedaron sin madre, de los cuales el 60% son menores de edad. La estadística revela que en el 60% de los casos, el asesino fue el novio ex-novio, marido o ex-marido de la víctima.
En febrero de este año, el Papa Francisco pidió a toda la Iglesia y a todas las personas de buena voluntad que durante todo ese mes rezáramos por las mujeres que son víctimas de violencia, en situaciones que deben ser denunciadas.