Oración para liberarnos de la debilidad interior

lunes, 29 de diciembre de 2008
image_pdfimage_print
Oración para liberarnos de la debilidad interior

Infinito Dios, poder y fuerza sin límite.

Sos mi creador, no soy la obra de un ser débil, cansado.

Soy la obra de un Dios todopoderoso.

Por eso confío en vos, Señor, y te ruego que derrames todavía más tu poder en mi vida.

Dios, infinitamente potente y fuerte, todo lo sostienes, mira mi debilidad y penetra todo mi ser con ese poder que no tiene límites.

Fortalece cada fibra de mi cuerpo y de mi interior, así yo se que nada podrá derribarme, porque ningún poder humano, ninguna enfermedad y ninguna dificultad pueden ser mas fuertes que vos.

A veces me siento un poco débil en mi cuerpo, en mi interior y en mis relaciones con los otros, siento que cualquier persona o cualquier cosa pueden hacerme daño.

Yo sé que estás conmigo, pero necesito que penetres con tu fuerza creadora todo mi ser.

Arranca de mí toda idea y todo sentimiento que me hace frágil por dentro, purifica mi interior de toda confusión que me haga sentir íntimamente débil, llévate de mí todas las cosas muertas que ocupan mi corazón y no me permitas entregarme a lo que es muerte.

Dame la gracia de entregarme a lo que es vida.

Renuncio a todo lo que ya murió y me lanzo hacia delante con la fuerza con que empuja en mí el Espíritu Santo, con esa potencia que creó todo lo que existe.

Llena de vigor mi vida para que experimente que tu poder divino me protege y me fortalece.

Ayúdame a caminar sabiendo que estoy firme, rodeado y sostenido por tu presencia poderosa.

Penetra con tu bendición el momento en que comencé a existir en el seno de mi madre, sopla y llena de calor y de luz ese instante, lléname de vida y hazme nacer vigoroso en el seno de María.

Sopla Señor, inunda todo mi ser con la potencia de Jesús resucitado, con su vida nueva, indestructible y gloriosa, lléname de tu vida intensa.

Señor, infunde tu dinamismo en mis acciones, lléname de fortaleza, inunda de vitalidad todo mi ser en vos Señor, así no habrá mas debilidades, temores, inseguridades ni cobardías.

Confío en Ti, Señor, te entrego todo mi futuro, me quedo con la entrega en tus brazos fuertes y en ti pongo toda mi confianza.

Ahora puedo caminar seguro, puedo enfrentar cualquier cosa y de todo voy a sacar algo bueno, porque tu poder hace maravillas.

Amén.