03/06/2022 – Manuel Asenzo, cantautor católico y seminarista de Mercedes-Lujan, nos compartió su testimonio. El joven de la localidad de Suipacha es muy devoto de la venerable Leonor Maturana, religiosa del Instituto de Hermanas Carmelitas de la Caridad que vivió en el pueblo en el siglo pasado y dejó una marca imborrable en su gente. Esta es su historia:
“Soy Manuel Asenzo de la ciudad de Suipacha, una localidad de la provincia de Buenos Aires, y actualmente vivo en el seminario Santo Cura de Ars de la ciudad de Mercedes donde estoy discerniendo con la Iglesia el llamado al sacerdocio. Mi familia está compuesta por mi papá Gustavo y Alejandra y mi hermano Juan Ignacio, que hace poco falleció y ya ha retornado a la casa del Padre. Estudié toda mi niñez y adolescencia en el colegio Nuestra Señora del Carmen de la ciudad de Suipacha, que fue fundado por las hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna. Luego me recibí de Profesor en artes musicales con orientación a guitarra en el conservatorio de música de Mercedes; actualmente estoy concluyendo la carrera de contador público que inicié unos años antes de ingresar al seminario. Ya en el seminario, concluí el tramo filosófico (etapa discipular) y actualmente estoy estudiando la teología (Profesorado en Ciencias Sagradas) (etapa configurativa). Mi conversión fue de grande, en el año 2011 tenía 24 años. Si bien siempre fui a colegio católico donde recibí toda la formación inicial y los sacramentos, no había tenido el encuentro con la persona de Jesús. En el colegio sembraron todas las semillas que en mi vida tardaron en germinar pero hoy puedo decir que han sido los pilares donde pude empezar a caminar en la fe.
Antes del 2011 no era una persona de fe activa, no me interesaba la existencia de Dios, su relación para conmigo, nada de ir a misa, etc. Aunque hoy puedo decir mirando para atrás, que Dios siempre estuvo presente en mi familia y preparó el terreno para llegar a este momento. A principio de 2011 llegue al punto de sentir un agobio inmenso que no me dejaba ni siquiera dormir, estaba muy nervioso, hasta me había salido una cascara arriba de los parpados, no sabía porque me sentía así, tan triste y especialmente vacío. En ese tiempo lo único que me interesaba era realizar mi propia vida, ver de qué manera generar recursos para tener una vida placentera desde lo material y nada más, sin lugar para nadie más. Un fin de semana estaba muy triste tomando algo con mis amigos en el centro, y llegó la hora de la Misa, a la cual yo no asistía, solo veía pasar a la gente que iba. Entonces, en ese momento me levante y fui, me quedé parado atrás, y en el momento del saludo de la paz, me quebré.
Al salir de allí sentí el deseo de ir a Salta al cerro, ya que había escuchado que desde mi ciudad salían micros. Entonces me anoté y fui solo. En el cerro empecé a ver la cantidad de gente que había, y me empezaron a caer muchas preguntas, ¿Por qué la gente venía hasta acá de lugares tan lejos? ¿Qué era lo que buscaban? Empecé a ver y a sentir el dolor que cargaban, niños en silla de ruedas, ancianos, enfermos; también me llamó la sensación ese fervor en la ración, como pedían con fuerza, y me cuestionaba sobre eso… hasta que después de muchas preguntas sin responder, quedé en silencio y calló una última pregunta que cambió mi vida. ¿Qué estoy haciendo yo por el dolor de los demás?; y la respuesta fue nada. En ese momento llore mucho, me confesé y desde ese momento intento vivir y caminar con Jesús hacia la santidad en el lugar que Él quiera. Al regresar empecé con el apostolado en la parroquia y a trabajar en pos de la causa de canonización de la venerable madre Leonor Maturana.
En cuanto a la música, una de las grandes influencias fue mi abuelo Julio, folclorista, profesor de danza. El me regaló la primera guitarra. Mi otro abuelo Pedro, era del tango, carpintero, cantaba tangos mientras trabajaba. Mi abuelo Julio era cursillista, por lo que he escuchado de él, que me cuenta la gente que lo conoció también tuvo una conversión radical que le generó un gran fervor en la misión. El conservatorio me abrió al mundo de música clásica, ampliando el espectro de sonidos, de interpretación y de valorización del arte como herramienta donde circula la gracia de Dios. En aquellos años formé una agrupación que se llamó “Cuarteto de Guitarras de Buenos Aires” con la cual recorrimos varios escenarios del país y medios importantes como Radio Nacional Clásica, la TV pública, etc. A su vez también acompañe a cantantes de tango y folclore. Antes de ingresar al seminario funde una escuela de arte que llegó a tener 11 profesores llamada “Taller de Artistas”, con distintas disciplinas. Actualmente sigue en pie dirigida por otros profesores. Se organizaron ballets de tango, de folclore, una comparsa, bandas de rock, ensambles, etc. La idea de este espacio era fomentar la unión entre las disciplinas, generar espacios de encuentro familiar, y profundizar desde el arte en la búsqueda de la plenitud de los alumnos que venían con sus historias de vida.
En esos mismos años saque un primer disco de música católica con composiciones propias que fui escribiendo en la oración, y guardando. Un día sentí la necesidad de que eso quede grabado, que salga a la luz como la lámpara que debe estar sobre la mesa. El disco se llama “Una nueva partida” consta de 12 canciones, con distintas instrumentaciones, sonidos, estilos, y temas. Las letras hablan de la conversión, de la alegría de la resurrección, de las preguntas que definen la vida, de la fuerza de Dios cuando abraza al caído, del nacimiento del rey, del ángel de la guarda, entre otros. La tapa está hecha por un dibujo muy significativo que realizó Cristian Camargo y fue grabado en “Piruca estudios” por Damián Tessore. El año pasado, junto a mis hermanos seminaristas de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján grabamos una chacarera que escribí a nuestra Madre como regalo para el 8 de mayo, el día de la Virgen de Luján. Hay muchas letras escritas que si Dios quiere serán grabadas dentro de poco para seguir misionando con la música. Si quieren ver más info o escuchar las canciones, están en spotify y YouTube; me pueden buscar como Manuel Asenzo; o en Instagram: @manumusicato”.