02/08/2022 – Por primera vez, el Papa Francisco ha publicado con anticipación su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación que se celebra cada 1 de septiembre. Con ella se da comienzo al Tiempo de la Creación, un período ecuménico que une a los cristianos para rezar y tomar acción por la casa común
En el último programa del ciclo, junto a miembros del Movimiento Laudato Si, reflexionamos sobre este mensaje donde el Papa define al Tiempo de la Creación como “una oportunidad para cultivar nuestra ‘conversión ecológica’“, recordando este concepto alentado por san Juan Pablo II como respuesta a la ‘catástrofe ecológica’ anunciada por san Pablo VI ya en 1970.
De este modo, convoca a todos los cristianos durante este tiempo a “rezar en la gran catedral de la creación, disfrutando del ‘grandioso coro cósmico’ de innumerables criaturas que cantan alabanzas a Dios”.
Al escuchar a la creación, Francisco menciona que existe una “especie de disonancia”: “Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano”.
Francisco también aprovecha su mensaje para hacer un llamamiento a las naciones para detener el ulterior colapso de la “red de vida” ―la biodiversidad―, señalando cuatro principios:
-Construir una base ética clara para la transformación que necesitamos a fin de salvar la biodiversidad; -Luchar contra la pérdida de biodiversidad, apoyar su conservación y recuperación, y satisfacer las necesidades de las personas de forma sostenible; -Promover la solidaridad global, teniendo en cuenta que la biodiversidad es un bien común global que requiere un compromiso compartido; -Poner en el centro a las personas en situación de vulnerabilidad, incluidas las más afectadas por la pérdida de biodiversidad, como los pueblos indígenas, las personas mayores y los jóvenes.
Finalmente mantuvimos un diálogo con Fray Eduardo Agosta Scarel OC, Asesor principal del Movimiento Laudato Si’ para América Latina y España:
“Necesitamos, a partir del año 2030, construir una estrategia global de preservación de los ecosistemas actuales y restauración de muchos de ellos. Por ejemplo: la vida en los mares. Este tipo de problemas tanto el cambio climático como el colapso de la biodiversidad, ya estaban anticipados en la comunidad científica en las décadas los años 60/70”, expresó el especialista.
“Los climatólogos del momento empezaron a preocuparse y se crearon dos grandes conferencias mundiales para entender el estado de nuestro planeta: la Conferencia del Clima y la Cumbre de la Biodiversidad. El papa Francisco en la Encíclica Laudato Si’ realiza una crítica diciendo que no se avanza nada en temas de clima y de cuidado de la biodiversidad”, puntualizó.
Consultado sobre la difusión y puesta en agenda del cuidado de la ecología en los medios de comunicación, Fray Eduardo expresó que “uno tiene esperanzas de la buena comunicación, sobre todo, cuando es algo de evidencia científica”.
Hizo referencia a que estamos atravesando un periodo donde nos hemos dado cuenta de que el exceso no implica desarrollo, sino que implica enfermedad: “No todo el desarrollismo implica calidad de vida en el futuro desarrollo sostenible humano, requiere que el resto cambie, por ejemplo, su consumo de energía, forma de movilidad, su forma de vida extravagante (en el sentido ecológico).
El padre Eduardo tiene una amplia experiencia en la variabilidad del clima y el cambio climático; es autor de numerosos artículos científicos en el campo de la ciencia del clima y en el área de ecología integral; es profesor de universidad e investigador.
Fray Eduardo Agosta Scarel nos acompañó en el último programa del ciclo