27/09/2022 –Vivimos en un mundo convulsionado. En una guerra mundial en partes, dice el Papa Francisco, quien, ayer, ante las nuevas amenazas de ciertos poderosos del mundo de usar bombas nucleares, volvió a decir que “el uso bélico de la energía atómica es un crimen. “Hoy, más que nunca -dijo Francisco- el uso “con fines bélicos” de este tipo de recursos va “no sólo contra el hombre y su dignidad, sino contra cualquier posibilidad de futuro en nuestra casa común”.
En este mundo convulsionado por tantas guerras y conflictos, se suman desafíos a la humanidad; el desafío de discernir, de analizar qué van expresando los pueblos con sus decisiones políticas. Por ejemplo, qué está pasando en Europa donde varios países profundizan un giro hacia políticas tildadas de “derecha” o de “ultraderecha”, nacionalismos cerrados que parecían haber pasado a la historia.
El domingo pasado se impuso en las elecciones de Italia, el partido “Hermanos de Italia” (Fratelli d’Italia) y la coalición de derecha que lidera Giorgia Meloni, quien se convertirá en la primera mujer en ser primera ministra de Italia, la tercera potencia económica de la Unión Europea, detrás de Alemania y de Francia.
Se habla de la “ultraderechista” o neofascista Giorgia Meloni, de 45 años.¿Por qué le dicen “ultraderechista” o neofascista? Porque piensa y dice cosas políticamente incorrectas, pero, además, porque en la década de 1990, cuando tenía 15 años, entró en el Frente de la Juventud, la organización juvenil del antiguo Movimiento Social Italiano (MSI), partido neofascista fundado en 1946 por seguidores del dictador Benito Mussolini, aliado de Hitler y del dictador Franco, durante la Guerra Civil Española y en los años previos a la segunda guerra mundial.
Ahora se ha mostrado un poco más moderada: se ha distanciado del fascismo sobre todo para tranquilizar a los líderes de la Unión Europea : «La derecha italiana -ha dicho- ha relegado el fascismo a la historia desde hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes antijudías. Y obviamente también es inequívoca nuestra condena al nazismo y al comunismo».
¿Por qué se llega a esto en Italia?, se lo preguntamos a Marcelo Taborda, periodista, experto en asuntos de política internacional, quien nos ayudó a analizar esto que ocurre en el contexto global muy convulsionado. También lo aprovechamos para que nos hable de lo que está sucediendo en Brasil a pocos días de las elecciones presidenciales en las que los brasileños deberán decidir entre Bolsonaro y Lula.