17/10/2022 – La semana pasada, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó y dio media sanción, con un amplio consenso, el proyecto de ley que reforma la ley de Integración socio-urbana de barrios populares, originalmente sancionada en 2018, una reforma que, en lo más urgente, incorpora al registro a más de 1176 barrios populares y prorroga por diez años la vigencia de la suspensión de los desalojos de estos asentamientos.
En general, la iniciativa apunta a declarar la emergencia socio urbana, sanitaria y ambiental en los más de 5.600 barrios populares que existen en Argentina, por el plazo de dos años, para fortalecer el acceso a los servicios públicos de quienes viven allí, garantizar la tarifa social, entre otros beneficios.
Aunque falta que la apruebe el Senado, esta normativa, y la prórroga de los desalojos, fue cuestionada por una dirigente política que está en campaña para ser la candidata presidencial de la oposición, quien hace campaña con esto de la “mano dura” en todo, y que pareció estar reclamando que se desaloje a más de 5 millones de personas que viven en villas y en barrios populares.
Por esto fue que Cáritas Argentina emitió un comunicado en el que recordó que “el acceso a un lugar donde vivir es un derecho humano”. “Debido a la histórica ausencia de políticas públicas de acceso al suelo, amplios sectores de la población argentina se vieron obligados a establecerse en manera informal en tierras vacantes para acceder así a un techo, dando como resultado la existencia de 5.687 barrios populares (también llamados villas y asentamientos) donde el 89% no tiene agua potable, 98% carece de cloacas, 68% no accede formalmente a la red eléctrica”.
De esto quisimos hablar, de la realidad habitacional en Argentina, de los problemas y vulnerabilidades que viven millones de argentinos que no pueden acceder a una vivienda digna, y por eso convocamos a una de las personas que más ha investigado este tema, la Doctora en Arquitectura Daniela Gargantini, titular de la Cátedra Problemática socio- habitacional de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba.
Ante la pregunta de ¿Por qué es tan difícil y tan costoso acceder a tierra y vivienda para las familias, habiendo tanto territorio deshabitado en nuestro país? La doctora en arquitectura nos aclaró que esta problemática es histórica en nuestro país y argumentó que “las razones son múltiples, en primer lugar una falta de planificación de políticas de tierra y después una fuerte presión del mercado no regulado que hace que los precios de la tierra, de los materiales de construcción y demás, estén totalmente desacoplados con los hogares argentinos. Tengamos en cuenta que hoy el metro cuadradp para construir en Córdoba está rozando los $200.000”
También señaló que el acceso a la tierra y vivienda hoy se hace informalmente para muchas familias. Para muchas de estas familias, precisó la arquitecta Gargantini, se presenta como primera necesidad el acceso a los servicios y luego la necesidad de consolidar su propia vivienda, sin embargo, remarcó no obstante la gran “capacidad que estos sectores tienen” para procurar desarrollarse y mejorar su situación día a día.