21/11/22- Todos hemos escuchado algún chisme, pero también todos hemos dicho alguno. Hay un refrán de dice: “El chisme es como el dinero, hay que contarlo.” Pero, ¿qué es el chisme?; ¿cuáles son las características de una persona chismosa?; ¿qué nos despierta la necesidad de contar chismes?; ¿hay que guardarse de los chismosos? Lo dialogamos junto al Padre Mateo Baustista, sacerdote camilo, en el programa “Acortando Distancias”.
Chisme es el dicho o escrito de una persona, que se entromete en un tema que no es de su incumbencia, que habla o cuenta (a alguien) acerca de secretos o cosas indebidas de otras personas.
Es una acción que rompe con las normas morales y las normas sociales. Cuenta algo de la verdad, pero no toda la verdad. El chisme suele difundirse de boca a boca muchas veces con el objetivo de criticar a una persona. Por lo general presenta información que no ha sido comprobada. Muchas veces parte de un suceso real que se exagera o se distorsiona. El protagonista, al no estar al tanto del chisme, no tiene la posibilidad de corregir o desmentir la versión. Los chismes pueden parecer divertidos para quienes los inventan y para aquellos que los esparcen; sin embargo, a veces atentan contra la reputación de los protagonistas.
Es prácticamente imposible en el ser humano mantenerse al margen de los chismes, ya sea contándolos o escuchándolos, para muchos es literalmente una tentación. Para algunas personas es más difícil que para otras. Pero sí, puedo decidir alejarme de los chismes, cortándolos de raíz, no permitiendo que se siga propagando. Estudios realizados por David Sloan Wilson, en la Estate University en Nueva York, demuestran que tanto hombres como mujeres, dedican aproximadamente entre el 50% al 60% de sus conversaciones del día en contenido “chismoso”. Y los chisme se propagan en diversos ámbitos: en el hogar, el el trabajo, en la parroquia…hay chismes nacionales, iternacionales y chismes en las redes sociales.
Generalmente propagamos un chisme por costumbre. También por celos o envidia que podamos tenes hacia una persona. Puede aparecer como causal el enojo y también la venganza, para dañar deliberadamente a otros, propagando bulos y dañando su persona.
El ser humano los utiliza para adaptarse a un grupo específico. Para generar redes y fortalecer vínculos dentro de dicho grupo; desde la familia, la oficina, el salón de clases o los amigos. Aunque parezca paradójico, sirve para establecer acuerdos, porque por lo menos las personas que “chismean” sobre alguien más están de acuerdo en algo, y eso genera integración y sensación de pertenencia. A veces, se pretende generar alianzas y en algunos casos influir a los demás. Algunas personas los utilizan para transmitir información que no nos atrevemos a comunicar de forma simple, llana y directa. El chisme ayuda a circular información difícil de trasmitir por escrito, aunque el chisme no sea destructivo.
1. Suelen ser personas incapaces de hablar de frente, incluso cuando se trata de defender sus derechos. Son cobardes.
2. Son metiches de la vida ajena.
3. Son personas inmaduras y superficiales. No piensan antes de hablar.
4. Son personas cobardes, temen a la confrontación y que prefieren guardar resentimientos. Por eso su modus operandi es hablar siempre a espaldas de la persona a la que envuelven con su lengua viperina.
5. Dicen mentiras.
6. Exageran lo que cuenta.
7. Su maldad: Lo cierto es que los chismosos y chismosas son sumamente dañinos bajo toda circunstancia.
8 Son hipócritas.
9. Llenas de negatividad. Intenta influenciar y persuadir contra las personas.
10. Finge importarle las cosas. Juzga y critica a los demás.
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