12/12/22- ¿Has intentado, consciente o inconscientemente, manipular a Dios, imponerle tu voluntad, extorsionándolo, chantajeándolo…? Descubriremos en esta nota junto al Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, cuántas veces en nuestra vida tratamos de ponernos en el lugar de Dios.
Recordemos que el manipulador pone a los demás a su disposición. Interviene con la intención de tomar el control siempre y obtener algunos beneficios o privilegios a expensas de otra persona.
La vida espiritual es una relación de hijos con Dios Padre, de hermanos con Jesús y de amigos con el Espíritu Santo. Al querer manipular a Dios , nos queremos poner en el lugar de Dios. Cuantas veces en la oración, por ejemplo, queremos convencer a Dios. Otra manera de manipularlo es cuando lo hacemos mediocre, pequeño, vulgar, cuando lo queremos hacer a nuestra imagen y semejanza. Cuando somos manipuladores nos hacemos hermanos del diablo.
Reconocer que soy manipulador antes Dios, es grandeza de espíritu. Hay que tener una actitud de escucha en la oración para poder detectar nuestras manipulaciones. Y detrás de cada manipulación a Dios hay una falta de flilialidad con Dios. Si no nos sentimos hijos, antes o después vamos a ser manipuladores. Si no vivo como redimido por Dios, si no vivo una relación personal con Él, si no soy consciente que soy un hijo pródigo que Dios me toma de su Mano para que no me pierda; antes o después nos vamos a sentir probados, castigados y abandonamos. Y si no nos sentimos hijos de Dios, menos nos vamos a sentir hermanos de los hombres.
Recordemos que el el fondo, el manipulador suele ser persona insegura, con baja autoestima, pero sin embargo intentan dar la imagen opuesta. Sus temores e inseguridades son encubiertos bajo actitudes egoístas y dominantes. El manipulador se pierde de una relación con Dios transparente, de puertas abiertas.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.