¿Qué lugar ocupa el Espíritu Santo en tu vida cotidiana?

martes, 3 de enero de 2023
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03/01/2023 – El Espíritu Santo se hace presente en nuestras vidas de diversas maneras. Es el que te ayuda a encontrarte profundamente con el Señor; es el que te humaniza; permite que el Verbo se haga carne también en nuestra vida, y es el que nos da unidad. “Invocar el Espíritu Santo es respirar, es dejarnos llenar por Dios”, comentó el Padre Alejandro Puiggari.

 

Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo.
Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel”.
Y Juan dio este testimonio: “He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo’.
Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios”.

San Juan 1,29-34.

 

¿Qué lugar ocupa el Espíritu Santo en tu vida cotidiana?

 El gran regalo de la vida cristiana son los sacramentos, pero Dios no se queda reducido a los sacramentos. el actuar de Dios sobrepasa todo lo que podemos pensar. Dios derrama su Espíritu de otras maneras, también entre quienes no pertenecen a la Iglesia, porque es infinitamente sabio y bondadoso y por eso hay muchas personas que sin conocerlo también son movidas por el Espíritu.

En el evangelio Juan dice: “yo no lo conocía pero he venido a bautizar con agua para que Él fuera manifestado” y dio este “testimonio”. “He visto descender al Espíritu en forma de paloma”, es decir, el Espíritu nos permite ver, nos permite reconocer, descubrir el paso de Dios. El Espíritu con sus siete sagrados dones nos permite mirar la realidad con otros ojos.

Juan, el precursor, tiene un vínculo especial con Jesús: lo descubre, lo ve, lo reconoce, da testimonio de Él, pero por obra del Espíritu Santo. Entonces, ¿yo quiero hablar de Jesús, yo quiero seguir a Jesús? Pero, ¿cómo lo voy a hacer si me olvido del Espíritu Santo?

 

Invocar el Espíritu Santo en lo de todos los días

No es necesario esperar a Pentecostés para invocar el Espíritu Santo. Siguiendo el evangelio de hoy, la propuesta es detenernos en un verbo, en este caso vamos a pedirle el Espíritu que nos ayude en el arte de “ver”: Juan vio acercarse a Jesús, y dio testimonio de lo que había visto.

¿Abrimos el corazón el Espíritu? ¿Descubriremos que no necesitamos “para hoy”? Si tengo que trabajar o cocinar, podemos pedirle al esp santo para que nuestros gestos y palabras sean reflejo del amor de Dios.

El Espíritu nos transforma, por eso la gran consagración es la consagración bautismal, donde se nos derrama el Espíritu y se seguirá derramando.