11/01/2023 – Desde su San Juan natal, fray José “Pepe” Guirado acercó su reflexión respecto de por qué muchos nos sentimos estamos agotados y desconectados en este inicio de año. “Es como si necesitáramos de un descanso prolongado o, a veces, casi que ni arrancamos. Muchas veces estamos anclados en el miedo, en algún trauma del pasado, o en el sinsentido permanente. Tal vez nos falte encontrarnos con nosotros mismos en el silencio. El tiempo pide que nos encontremos porque nuestra vida se da en los vínculos, en la vincularidad mi propio yo se reconoce. Cuando más me vinculo, más puedo ser yo mismo. Y no puedo ser yo mismo si me autorreferencio constantemente. Crecemos con otros, los necesitamos. Parte de la tarea vincular es cómo desatamos los nudos vinculares, a veces hace falta tiempo y paciencia”, destacó el fraile franciscano.
“El nudo es la traba que impide que fluye un vínculo, es la traba que no nos permite avanzar. Por eso hay que identificar el nudo, ponerlo nombre. Vincularnos debe ser una fiesta. Para desatar los nudos, tengo que entender qué parte del nudo soy yo. El “agotamiento en la vida es parte de la sociedad del cansancio y la patología de la repetición, de la prisa, de lo acostumbrado, del siempre se hizo así. O también del cambio permanente sin centro interior”, dijo Pepe.
“Debemos observar las raíces del agotamiento, de dónde pueden venir o qué lo puede producir. Observar y analizar qué ocurre, cómo ocurre, y cuáles son las raíces del vivir agotados. Y por último cuál es la salida. La verdadera vida es la subterránea, tenemos que buscar tener rituales con sentido. Preguntate qué te frustra, que te desconecta de tu centro vital, que es el corazón, es tu identidad más profunda. La energía se está dispersando, esto es signo de agotamiento”, cerró el religioso.