12/01/2023 – Esta semana finalizamos el ciclo “María en la escucha de la voz del tiempo” en el que, durante Adviento y Navidad, reflexionamos junto a Hermana María Sol Castro Vázquez, coordinadora de la pastoral del Santuario de Nuevo Schoenstatt en Buenos Aires.
Luego de compartir un repaso de los temas que recorrimos en este ciclo, Hna María Sol nos invitó a reflexionar en torno al Bautismo como expresión del amor paternal de Dios y se detuvo en el Bautismo de Jesús (Mt 3, 13-17) y cómo en ese momento, al querer ser bautizado por Juan, Jesús muestra una apertura del alma que anhela ese vínculo con Dios. Ése el primer paso: el anhelo. Y otro paso importante que nos quiere mostrar Jesús, además de esa apertura a Dios, es dejarse llenar por el Espíritu Santo.
“En el caso de los niños recién nacidos, son sus padres quienes son conscientes de querer abrir el alma del niño a Dios, agradecer lo que significa la vida y entregársela a Dios, abrir su alma para que Dios pueda entrar. Por eso es tan importante acercar a nuestros niños al Bautismo porque allí se da la apertura a la gracia y recién allí el Espíritu Santo puede descender al alma”.
“El bautismo es una expresión del amor de Dios y cuando nos sentimos amados en la pequeñez y la miseria puedo pedir perdón y empieza actuar la gracia, que es lo que me lleva a querer transformar mi vida. La pequeñez queda sumergida en la bondad y misericordia de Dios.”.
“En nuestro bautismo recibimos un nombre y ese nombre expresa una misión, esto es para lo que estamos llamados. Cada persona creada por Dios es un deseo de Dios encarnado.”
“Dios, al crearnos, depositó algo de Él en nosotros y quiere que lo regalemos a los demás. Ésa es nuestra misión, que la recibimos en el Bautismo y vivimos para cumplir en esta vida. Y lo que nos da la fuerza para la misión es la experiencia de ser hijos amados por Dios.”
Hermana María Sol Castro Vázquez nos acompañó con su reflexión
Podés escuchar este programa y acceder al ciclo completo haciendo click aquí