17/03/2023 – Compartimos una nueva emisión de “Voz de San Antonio” un espacio que producen y conducen hermanos misioneros franciscanos pertenecientes a la Orden Seglar de Argentina de diferentes regiones de nuestro país, buscando dar a conocer la espiritualidad y cultura franciscana.
Como cada semana el programa estuvo centrado en el Evangelio del cuarto domingo de Cuaresma según San Juan, que narra la curación del ciego de nacimiento. Juan 8,1-41.
El Evangelio nos presenta a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, enviado por el Padre para hacer un hombre nuevo. También el autor, recorriendo los “signos” del agua, de la paz, de la luz, del pastor y de la vida, trae un conjunto de catequesis sobre la acción creadora del Mesías.
A través del “signo” de la “luz”, se describe la acción creadora y vivificadora de Jesús.
En el centro de la escena aparece, además de Jesús, un ciego. Los “ciegos” formaban parte del grupo de los excluidos de la sociedad Palestina de entonces. Las deficiencias físicas eran consideradas, por la teología oficial, como resultado del pecado. Según la concepción de la época, Dios castigaba de acuerdo con la gravedad de la culpa. La ceguera era considerada el resultado de un pecado especialmente grave: una dolencia que impidiese al hombre estudiar la Ley era considerada una maldición de Dios por excelencia. Por su condición de impureza notoria, a los ciegos se les impedía servir de testigos en un tribunal y participar en las ceremonias religiosas del Templo.
La ocasión es propicia para ir más allá; y Jesús aprovecha para mostrar que la misión que el Padre le ha confiado es ser “la luz del mundo” y llenar de “luz” la vida de los que viven en las tinieblas. En el segundo cuadro (vv 6-7), Jesús pasa de las palabras a los hechos y se prepara para dar la “luz” al ciego.
En otro bloque del programa, siguiendo a San Francisco, los hermanos compartieron la Admonición segunda que dice:
«Dijo el señor a Adán: de todo árbol puedes comer, pero no comas del árbol de la ciencia del bien y del mal (cf. Gén 2,16-17).»
“Podía comer de todo árbol del paraíso, porque no cometió pecado mientras no contravino la obediencia. Come, en efecto, del árbol de la ciencia del bien el que se apropia para sí su voluntad y se enaltece de lo bueno que el señor dice o hace en él; y de esta manera, por la sugestión del diablo y por la transgresión del mandamiento, lo que comió se convirtió en fruto de la ciencia del mal. Por eso es preciso que cargue con el castigo» (adm 2).
En esta admonición Francisco de Asís vuelve a contraponer a tener a Dios como único Bien, Bien total, el TODO a hacer las propias elecciones sin tener en cuenta ese principio. Que es el de la Pobreza espiritual.
Finalmente, en el programa se tuvo un momento especial para conmemorar los 10 años del Pontificado de Francisco, comentando las vivencias relacionadas con tener un papa llamado Francisco y que vive como lo hizo Francisco en su tiempo.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota