15/01/24- Todos los lunes de verano, la escritora y periodista Diana Arias, nos acerca “Historias de inmigración y esperanza” en el programa “Acortando Distancias”.
En esta oportunidad Diana nos relató la historia de Shlomo , quien salió de Polonia cuando se consolidaba el nazismo.
La historia llega a Diana de la mano de Adriana, la nieta de Shlomo. Adriana Lerman es farmacéutica y docente de hebreo. Pero, desde que falleció su abuelo y supo que él había escapado de la Polonia invadida por los nazis, decidió que tenía que investigar y narrar ese horror. El resultado fue “El dolor de estar vivo”, un libro publicado meses atrás.
Fue después de la muerte de su abuelo, que la familia encontró una carpeta con cientos de documentos en diversos idiomas. En ellos su abuelo, quien en Argentina fue conocido como “Simón” tenía otro nombre: “Shlomo” y un pasado en la ciudad de Ostrowiec Świętokrzyski, una ciudad ubicada en el sur de Polonia, de donde había huido, escapando del nazismo.
Allí podría haber terminado la búsqueda de las raíces de los Lerman, hasta que una tarea escolar de una de las hijas de Adriana sobre la historia de sus ancestros, la motivó a recuperar la biografía de Shlomo. “Le pedí a mi hija que hablase con su abuelo y él le contó algo de lo que había encontrado después de que murió su padre. Fueron apenas cuatro hojas de relatos pero me emocionaron muchísimo. Al leerlas se me caían las lágrimas y eso me impulsó a seguir investigando”, rememora la mujer que dedicó la pandemia a construirse como investigadora y escritora.
Shlomo, un inmigrante que escapó antes de la guerra, con el apoyo de su familia y que perdió a gran parte de sus parientes en el campo de exterminio de Treblinka. “Él logró escapar de Europa en enero de 1939, antes de la guerra, porque veía lo que se venía. Había’“pogroms’ -ataques masivos a grupos étnicos o religiosos- y ataques constantes a los judíos”, puntualiza Adriana .
“Para llegar a la Argentina mi abuelo tuvo que enfrentar y sortear numerosos obstáculos ya que las puertas del mundo estaban cerradas para los judíos en esos momentos. Mi abuelo uso su ingenio y astucia, y tomar decisiones difíciles y dolorosas para escapar de Europa las cuales, sin que él lo supiera en ese momento, le terminaron salvando la vida”, detalla Lerman, quien cita en su libro algunas de las cartas que recibió Shlomo tras su llegada a Buenos Aires en las que su madre le preguntaba “si ya había logrado establecerse, deseando que no tuviera más que deambular ni esconderse por miedo a ser expulsado o incluso temer caminar por las calles”.
Sobre el libro que publicó la Editorial El Ateneo, cuenta la autora que fue “sanador”. ”Fue un proceso emotivo que me unió a mi padre, y me permitió recuperar mi historia. También le sirvió a otra gente para reconstruir la suya”, argumenta y se enorgullece de “el legado” que le deja a sus hijas. “Es un tributo a la figura de mi abuelo y un modo de contar lo que pasó en nombre de las víctimas que no pudieron hacerlo” .