El entusiasmo que nos da saber que Dios habita dentro nuestro

miércoles, 18 de julio de 2007
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Desde el cielo descendían unas lenguas como de fuego que por separado fueron sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas según el Espíritu les permitía expresarse.

Hechos 2, 4

Podríamos decir nosotros como lo compartíamos en el retiro de mes en el 7 de julio pasado estos que recibieron el fuego del Espíritu y los que reciben el fuego del Espíritu Santo se llenaron de una vida nueva. Estaban verdaderamente comprometidos con aquello a lo que poquito tiempo antes habían negado, de lo que le daba vergüenza ser testigos, del mensaje que habían compartido por tres años con Jesús. Los discípulos son los que salen ahora llenos de un fuego nuevo, llenos, podríamos decir nosotros, de entusiasmo.

Que quiere decir ésta palabra entusiasmo? A veces porque el lenguaje se va degenerando o se va regenerando, se va transformando en el proceso de su construcción la palabra ésta como otras van mutando de significado. Pero en el sentido más hondo y más profundo, entusiasmo no es un gozo pasajero, una alegría fugaz. El término viene del griego entuausu que quiere decir inspirado, quiere decir contener un Espíritu de vida. Otros dicen que se compone de dos palabras griegas , en, quiere decir dentro de y teos Dios.

Podríamos decir entonces que tener entusiasmo es vivir en Dios. Y si uno lee el texto que acabamos de compartir con detención puede descubrir verdaderamente que a partir del derramamiento de la Gracia de la persona del Espíritu Santo sobre la comunidad de los Apóstoles y María ahí hay un viento que lo envuelve todo que es la presencia de ese Espíritu que los hace ahora vivir en Dios.

De allí que los discípulos salen lanzados a proclamar la Palabra porque no la pueden callar, les quema por dentro. Me propuse, lo decía ya Jeremías en el Antiguo Testamento, no hablar más en tu nombre pero tu Palabra me quemaba por dentro. El profeta Isaías recibe en su boca una braza que lo purifica y le enciende en un fuego que lo lanza igualmente al anuncio.

Estamos llamados a ser incendiados por ésta Gracia del Espíritu que trae respuesta a todas nuestras preguntas y es éste don el que le pedimos hoy a Dios para todos pero muy particularmente para aquellos que entienden que su vida no tiene tanto color ni tanto brillo ni tanto sabor ni tanto brío ni tanta expectativa que podría darse, que se siga o podría cortarse. A cierto punto llegamos a veces en el camino de la vida y la decepción que ella nos genera cuando perdemos éste fuego de entusiasmo, éste vivir lo cotidiano, lo de todos los días en Dios. Es de éste entusiasmo del que queremos llenar el aire también con tu testimonio

Vivir en Dios es el sentido original de la palabra entusiasmo en griego. Vivir en Dios, vivir dentro de el, vivir en El para poder vivir como se merece la vida, con ganas, con deseos siempre nuevos por encontrar la sorpresa nueva que la vida nos trae que a veces es una caricia y a veces es un arañazo, que a veces es un abrazo y otras veces es un rechazo pero que es vida, siempre será vida y esto es por lo cual vale vivirla en plenitud.

Tal vez en los lugares que encontramos más ésta fuerza de vida que hace que se afronte la misma con decisión y determinación, no importa como venga es en la primera comunidad cristiana. Que cambió después de aquel Pentecostés?: casi nada, solo el corazón de los que lo abandonaron, lo traicionaron, lo negaron, lo rechazaron, lo pusieron allá lejos, no lo conocemos.

Ellos cambiaron desde dentro, nada cambió alrededor de ellos y ellos pudieron cambiar lo que estaba alrededor de ellos porque empezaron a cambiar desde lo hondo de su ser, desde lo más profundo de sus convicciones.

Ahora ya no era el encierro lo que los congregaba sino el Espíritu el que los unía y los reunía en torno a la expresión de Jesús ha muerto, ha resucitado y ha venido a hacerlo por vos hermano y hermana para que tengas vida, porque su muertes han vencido tus muertes y su vida ha venido a llenar tu vida en un nuevo sentido. Esto te lo anunciamos y te lo proclamamos, esto es lo que dicen los de la primera comunidad cristiana y ellos que tenían temor a cuales podían ser las consecuencias que se derivaban de continuar en el camino en el nombre de Jesús ahora salen a afrontarlo todo con ésta determinación que solo puede dar la presencia de Dios en la vida.

Allí vemos a estos cristianos cargados de alegría, cargados de coraje en el anuncio, capaces de una gran resistencia activa. Brota todo esto de un encuentro comunitario con un Dios vivo, resucitado. La fe nos permite creerle a Dios y a través de ese testimonio nos dice que es posible hablar de la buena nueva, de las Buenas Nuevas en éste tiempo, de que no todo está mal, no todo está dado vuelta, no todo va para atrás, que verdaderamente hay algo que va hacia delante, que es la humanidad con toda la riqueza que esconde en si misma y ésta puesta a la luz de Dios y vivir en Dios es todo un potencial que es capaz de revertir y dar vuelta la historia.

Tu propia historia puede tener un vuelco importante, tu vida puede tener un cambio significativo, si lo de todo los días sin esperar cosas espectaculares te animás a vivirlo reconociendo que hay un Dios que está vivo y contiene tu mate compartido cada mañana, tu desayuno. Tu lectura del diario por decirte cosas que hacés todos los días, tu cocina y las cosas que pasan por allí, pero más todavía tus sentimientos, tu historia, tus proyectos, tus sueños, tu dolor, tu enfermedad tu privación de la libertad.

Las grandes preguntas que surgen de lugares angustiosos de tu vida que recibió más de un cachetazo. Vivido en Dios todo esto se hace distinto y se hace nuevo. Puede ser una muy buena noticia lo que te pasa trágicamente. Sin Dios aprendes a vivirlo y descubrís que ahí se escondía la esperanza que es capaz de decirle a otro que va en un mismo camino en el que vas vos o peor de lo que vos vas que es posible, que nada es imposible cuando en Dios vivimos, nos movemos y existimos.

Te invito a que no te dejes robar el entusiasmo por vivir, el deseo de pelearla. Que nada pueda con tus ganas de encontrarle al sol el color que le regala a cada cosa que toca, a cada humano que acaricia, a cada ser viviente que roza con su presencia. Que puedas encontrar el color a la luz , no del señor febo sino del Señor Dios que te habita interiormente.

El verdadero espíritu de oración brota primero del anhelo y el deseo. Mi alma tiene sed de Dios. ¿ cuando llegaré a contemplar su rostro? Como busca la sierva corrientes de agua así mi alma te busca a ti Dios mío. Tiene sed de Dios, del Dios viviente. Este anhelo que expresa el salmo está escondido en todo corazón humano. En algunos casos hay que esperar que brote, en otros hay que quitarle la tierra que está tapando esa fuente de agua como manantial, como vertiente que surge a orillas del río y que está esperando que alguien le saque la reseca que dejó la corriente para que vuelva a verter con toda su fuerza, con toda su trasparencia.

De esto se trata el encuentro nuestro de hoy. De darle lugar a lo que está escondido dentro tuyo. Uno de los dramas más grandes de la humanidad es justamente ésta falta de deseo. Descaradamente liberada a la pasión en términos eróticos, sexuales pero apagado el deseo. Casi como solo cosificado detrás de algún bien o material o en ésta lectura que se hace de la vida erótica, solo orientado sobre ese lugar pero ausente de éste don maravilloso del Espíritu que es el que da verdadero sentido.

Hemos llenado el corazón en el materialismo, de ganas de tener, de ganas de poseer y nos hemos aferrado a cosas a objetos y hemos hecho objeto el vínculo cuando nos hemos dejado ganar en el corazón por un lenguaje erotizante de lo relacional que nos impide darle verdadero sentido a lo vincular.

Prendé la tele, fijate los mensajes que nos llegan. Cuanto ha ganado en el código de comunicación establecido sobre ese lugar paradigmático y dictatorial que es a veces la televisión Como ha ganado éste no sentido del sentido de la vida, como se ha vanalizado lo relacional, como la burla, la ironía puede más que lo real, lo más hondo, lo esencial, lo que resulta invisible a simple vista pero que es tan cierto como cuando te pellizcas y decís ay, eso que está dentro tuyo y que por ahí está un poquito apagado o dormido o desanimado o golpeado o escondido.

El deseo profundo, el entusiasmo por vivir, las ganas de desafiarle a la vida palmo a palmo lo que te ofrece como posibilidad. No te dejes ganar por la modorra, ni a medias lo atemos con alambre total da lo mismo, se igual No te dejes ganar por el discurso: lo mismo un burro que un gran profesor o en la biblia al lado del calefón. No todo es lo mismo. Vos tenés algo dentro tuyo que es el plus al negocio de la vida. Es éste deseo que hay que despertar y que es como el corazón de la espiritualidad, es la razón de ser de la oración .Como busca la sierva corrientes de agua, así te busca mi alma a ti Dios mío. Cuando llegaré a contemplar el rostro de Dios?

Es más que bueno darnos cuenta que lo que tenemos está bárbaro. Sabés porque a veces no nos entusiasma lo que tenemos por delante? Porque nos parece que nos falta tanto para conseguir lo que no tenemos que nos olvidamos que lo que ya tenemos está bárbaro. Esta re bien, está muy bueno. Respira y sentí que bueno es sentirse y saberse vivo. Mirá alrededor tuyo y descubrí que es verdad que tengas una carencia de afecto pero no es menos verdad que hay muchos que te quieren y te quieren bien.

Esta realmente bien el hecho que tengas que comer y como vestirte y donde vivir y es realmente para darle gracias y gloria a Dios el saber que tu fe se va despertando y que cuando por dentro hay fuerzas que niegan la vida y atentan contra vos como persona, hay un Dios que te sostiene y te permite luchar contra esos fantasmas y enemigos internos que tenés y atentan contra la posibilidad que seas feliz y vienen a palidecer el sentido de tu vida. Que vos puedas levantar los brazos al cielo, orar y clamar al cielo en medio de la lucha y saber que cuando lo pedís crece en vos la conciencia de que podés contra aquello mismo que atenta como fantasma dentro tuyo bajo la forma que sea no me vas a decir que no es tener mucho. Es verdad lo que dice el Apóstol: si Dios está conmigo ¿ quien esta contra mi?.  

Quien puede contra el elegido de Dios, contra nosotros que hemos sido en Cristo constituidos en nuevas criaturas. Cuando Jesús manda a los discípulos: vayan sin nada por el camino, no lleven ni pan, ni alforjas, ni bastón, solo las sandalias y cuando entren a una casa coman lo que les den no les está queriendo poner en una situación de aprieto, de carestías. Jesús no apela al discurso de la pobreza como si fuera un valor en si mismo, el que lo tiene todo, nada le falta. Al que lo tiene a El.

Viene con todo Dios a visitarte y a llenar tu vida de un verdadero sentido. Si El está allí y tu conciencia de vivir en El crece, todo lo demás dice la Palabra te llega solo porque es un añadido a lo principal e importante a lo que verdaderamente vale la pena. Todo lo demás se suma a aquel corazón de la vida que es el reino que Jesús ha venido a proclamar y que no es otra cosa que su propia persona.

El mismo que se ofrece como verdadero sentido. Lo tenés todo, y está más cerca de ti de lo que vos te imaginás. Porqué angustiarse y vivir como pendientes de lo que no está, de lo que falta, de lo mucho que nos queda por caminar. Ya está, solo es tiempo para que crezca, que madure. Viví, no te desvivas, goza, no te angusties, disfruta serenamente, como fruto, tan bello dijo el Padre Eduardo Casas hoy temprano en la radio, como fruto de la mansedumbre que ganó tu corazón, porque te sabés y te reconocés como hijo, como hija de Dios.

Que te falta? Porque te quejas? Que te ha significado algún golpe o algún arañazo o algún cachetazo, o algún tropezón de la vida? Que te ha hecho pensar, sentir, creer, aun cuando no hayas podido decir pero que por eso le ponemos palabras ésta mañana que para vos, nada tiene sentido, que no vale la pena. Que fue que puede más que el hecho de que estás respirando? Que fue que puede más que el hecho que abriste los ojos ésta mañana? Que fue que pueda más que la clarísima conciencia interior, la más honda de todas las presencias, la que a veces olvidamos porque a veces olvidamos porque buscamos por fuera lo que está dentro.

Un Dios que habita dentro de nosotros y desde dentro nuestro clama pidiendo permiso para que le demos el lugar que se merece y para que tengamos el lugar que nos merezcamos dentro de nosotros mismos, reconciliados con nosotros porque cuando El te habita por dentro y crece su conciencia te aseguro que tenés más espacio para vos, te aseguro que el te muestra que es dentro tuyo donde hay mucho más lugar del que vos buscás por fuera queriendo encontrar vaya a saber donde lo que tenés tan cerca. Entusiasmarnos con la vida es vivir en El o mejor te lo digo de otra forma, es reconocer que El vive dentro tuyo.

Hoy eso es lo que nos ha convocado el encontrarlo y re encontrarlo ahí donde lo tenemos escondidito que no es muy lejos, es muy dentro, porque es muy importante. Está como en la raíz misma. Viene con la vida. En el momento que te crearon, te crearon con esas ganas. Esta es tu identidad, es como tu huella digital. Hay que darle a la vida ese lugar y que no se pierda. Si la perdimos que la re encontremos.