Cuatro Palabras

sábado, 21 de julio de 2007
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Quiero Compartir la alegría de estar junto a vos adonde estés, en tu casa, en tu cama, en el trabajo, viajando, tomando mate, leyendo, bueno, en la situación donde te encuentres, yo te quiero invitar a que puedas gozar de la experiencia de realmente sentirte amado, de sentirte amada. Esta va a ser la experiencia de hoy en este camino que hemos comenzado hace ya un tiempo largo de sanación interior. Estemos predispuestos a abrirnos a la palabra amado/a. Incondicionalmente tú eres mi amado sin distinción de pertenencia a una determinada tradición. El mayor regalo que puede darte mi amistad es el don de tu condición de ser amado.

Esta es la palabra que el Padre ha pronunciado para vos, amado/a ; gocémonos en esa palabra, gustemos esa palabra, saboriemos esa palabra. Entonces compartiendo esta esperanza de sentirnos amados, decía Sto Tomas de Aquino, “La amistad es el amor de benevolencia, es un ir y venir, si hubiera amistad de un solo lado, sería entonces, mas bien caridad” pero el amor de amistad tiene un ida y vuelta justamente, es darse uno al otro el don de ser amado, y la trampa más peligrosa es el auto-

desprecio , los complejos de inferioridad, de culpa, la no aceptación, la rebeldía interior.

Voces, voces que nos dicen en lo mas profundo de nuestro ser que somos despreciables y claro, en medio de una sociedad exitista, populachera, todo eso es percibido por muchísima gente como la gran solución de su vida; aparecer en televisión, ganarse el quini 6, entrar en la casa de Gran Hermano, llame ya, ganarse algún premio… Todo esto es una trampa, son las famosas soluciones mágicas del mundo mágico, del pensamiento mágico. Soluciones mágicas, inmediatistas pero que en el fondo son una gran trampa. La verdadera trampa es el autodesprecio, es decir, la tendencia a culpabilizarnos.

Por ejemplo, esto se manifiesta muchas veces, sutilmente, inconscientemente, con esa frase, “bueno, me merezco que me dejen de lado, que no me tengan en cuenta, me lo merezco” o “está bien que este enfermo, me lo merezco” ¿No es una forma de arrogancia el autodesprecio? Te pregunto ¿no es una forma de cerrazón al amor incondicional de Dios? ¿una manifestación neurótica de inseguridad personal? No sentirse bienvenido a la existencia como persona es grave y es la base de un montón de desgracias. Es como si tratara de no oír la voz que me habla desde lo mas profundo de mi ser “tu eres mi amado, tu eres mi amada en vos me complazco”

Generalmente oímos muchas otras voces que vienen de lo más profundo del inconciente, desde la infancia, la adolescencia. Voces, voces a veces voz suave, amorosa que me habla en silencio, que me ha llegado a través de varios caminos, mis padres, mis amigos, mis maestros. Pero de alguna manera, todos esos signos de amor no son suficientes para convencerme de que yo era amado/a, por eso, quizás, hay un perpetuo estado de ansiedad que no sé de donde viene, lleno de deseos inconfensables, irritado, estallando en la ira en cualquier momento, buscando soluciones compulsivas a éste drama de la ansiedad. Este es el camino que nos lleva al agotamiento espiritual, al famoso distrés, a ese strees múltiple y no es porque hagamos muchas cosas, sino porque estamos divididos interiormente.

Vamos a escuchar la voz Mayor y escuchala con atención por favor “Desde el principio yo te he llamado por tu nombre. Eres mío y Yo soy tuyo, eres mi amado, mi amada y en vos me complazco. Te he formado en las entrañas de la tierra y entretejido en el vientre de tu madre, te he llevado en la palma de mi mano y amparado en la sombra de mi abrazo. Te he mirado con infinita ternura y cuidado más íntimamente, más que una madre lo hace con su hijo. He contado todos los cabellos de tu cabeza y te he guiado en todos tus pasos adonde quiera que vayas. Yo estoy contigo y vigilo siempre tu descanso. Te daré un alimento que sacie tu hambre y una bebida que calme tu sed. Nunca re ocultaré mi rostro. Me conoces como propiedad tuya y te conozco como propiedad mía. Me perteneces, yo soy tu padre, tu madre, tu hermano, tu hermana, tu amante, tu esposo, tu esposa hasta tu hijo, tu hija; seré todo lo que seas vos, nada nos separara, somos uno”   Esta es la voz Mayor. Esta es la voz del Amado. Escuchá la voz que te llama el amado, la amada, es como escucharla intensamente y para siempre. Tengo que seguir cavando porque ese riachuelo procede de un enorme acuífero situado bajo la superficie del desierto de mi vida.

No debes convertirte en víctima de un mundo manipulador ni tampoco dejarte atrapar por ningún tipo de adicción. Podes elegir ya, ahora la verdadera libertad interior que nace de la experiencia profunda de ser amado. Entonces no debes convertirte en víctima de un mundo manipulador, en tu trabajo, en tu casa, en tu comunidad, en tu barrio, en tu escuela ni dejarte atrapar por cualquier adicción sea cual fuere, alcohol, drogas, comida en exceso, compulsibilidad con la tv, con la ropa, con el trabajo, con lo que sea, porque la palabra adicción es not dictus, no hablar, no comunicar lo que está en lo profundo del corazón. El adicto es un incomunicado.

Entonces ¿cómo podes convertirte en el amado, la amada? Convenciéndote de ésta verdad que no es una cosa ilusoria sino que es muy real y concreta. Ser el amado es el origen de la vida, de la plenitud del Espíritu San Agustín dice “Señor, mi alma esta turbada hasta que descanse en Ti” El hecho de luchar sin cesar para descubrir la plenitud del amor. La verdad completa es un indicio de que ya se me ha permitido un cierto gusto de Dios, del amor y de la verdad. Es cierto que somos los amados, es cierto que somos hijos de Dios pero tenemos que llegar a serlo interiormente. Es una cuestión teórica intelectual. Convertirse en el amado significa hacer realidad que nuestra condición de amados se concreta en todo lo que pensamos, decimos o hacemos, lo que se requiere para llegar a sentirse amado en las situaciones comunes de mi diaria existencia.

Somos concientes de las presiones que sufrimos de todo tipo. Las cosas sencillas de la vida diaria son las que alimentan nuestras conversaciones ¿qué haces? ¿cómo andas? ¿qué contás? ¿qué decís? ¿vistes lo que pasó? ¿vistes lo que me contaron? ¿vistes a fulano? Muy a ras de la tierra. Es poco lo que nos lleva a preguntarnos sobre el origen y la meta de nuestra existencia ¿quién soy? ¿de donde vengo? ¿adonde voy? ¿qué sentido tiene mi vida?. Cuando la verdad más profunda, en realidad, es que somos amados, hay mayor gozo, mayor paz, mayor creatividad, mayor dinamismo, mayor empuje, mayor esperanza porque la meta y el origen de la vida se hacen cada vez mas claros y llegará a tener un eco palpable en nuestra manera de comer, beber ,hablar, amar, divertirnos y trabajar, justamente cuando esa experiencia de ser amados baje del cerebro al corazón, a la vida, a la voluntad, a la afectividad, a la emotividad, a la sensibilidad, a la sexualidad.

Claro, cuando las corrientes más profundas de nuestra vida no influyen nada en las obras de la superficie, nuestra vitalidad decae y termina por languidecer y zozobrar en ese aburrimiento tedioso, en esa repetición monótona aún cuando estemos muy ocupados. Vivímos en una época dominada por el cientisismo del mundo, de la sicología, mucha sicología. Cualquier cosa que pasa hoy uno escucha por la televisión ¿y fulanito? Está contenido por los sicólogos. Yo a veces me sonrío, no porque tenga nada contra los sicólogos, sino porque yo me acuerdo que hasta no hace mucho (yo no tengo tantos años) cuando a cualquier persona le pasaba algo se escuchaba decir, “la comunidad lo está acompañando, están orando por él, habló con el sacerdote, con el párroco.

Está bien, como en muchos aspectos la sociedad lo mato a Dios, lo asesino, lo escondió debajo de la baldosa, entonces, como Dios, si esta es como si no estuviera y qué se acabo, no hay oración, no hay sacramentos, no hay palabra, no hay comunidad, no hay sacerdote inspirado, ungido; entonces recurrimos al sicologismo así, si hay siete sicólogos conteniéndolo ah!! que bien. No se si captan la idea. Entonces, digo, como estamos en esta época así, muy cientificista, sabemos mucho sobre emociones sobre pasiones, sobre sentimientos o sobre sexualidad. Que está la sexóloga fulana, el sexólogo fulano, pero yo digo ¿podemos identificar con seguridad los momentos en que nos sentimos víctimas y los momentos de autentica libertad real? ¿Sabemos lo que significa encerrarnos a la defensiva, proyectar nuestras propias inseguridades y miedos en los demás?. Me pregunto si en nuestra vida espiritual se da la misma claridad que en nuestro camino sicológico. No se si soy claro, ya que conocemos hoy tanto sobre emociones, pasiones, sentimientos, en nuestro camino espiritual ¿también conocemos tanto? ¿ Hay la misma claridad de conceptos el mismo discernimiento que suele haber en todos estos temas que dije antes?

Para identificar entonces, estas mociones del Espíritu Santo en nuestras vidas voy a elegir cuatro palabras que me parecen muy útiles para identificar y discernir estas mociones del Espíritu y esas cuatro palabras son; elegido, bendecido, roto, entregado, palabras claves para entender, por ejemplo, a los grandes profetas de Israel, para entender la vida de Jesús de Nazareth también para entender la vida de los santos y santas, pero también para entender, captar, asumir tu vida y la mía.

La primera, ELEGIDO. Ser elegido/a es esencial para convertirse en el amado. Esto de ser elegido te puede poner como persona especial o a ser perseguido, ignorado, calumniado. Yo lo que te digo, que vos como yo, que soy Rubén Francisco Bellante desde toda la eternidad. Antes de haber nacido yo era. Es decir, existía en el corazón de Dios. Entonces, cuando el amor incondicional, libre, gratuito elige, lo hace con un perfecto conocimiento de la bondad única del elegido pero ser elegido no quiere decir que los otros sean rechazados, no se trata de esto como en un concurso. El hecho de que no se te hayan elegido no es que no seas bueno sino que alguien ha sido algo mejor, o al revés. Muchas veces pensamos en elite o grupos de gente supuestamente iluminada, entonces nosotros nos replegamos con sentimientos de celos, envidias, revanchas y justamente éste es un gravísimo error. Hay muchas voces oscuras por esto. No renuncies ante el mundo a tu derecho a la palabra

Elegido, vos sos elegido pero no porque el mundo lo haya dicho, tu comunidad, tu párroco, tu obispo, no, porque vos sos elegido desde toda la eternidad por tu Padre Dios Creador que te ha hecho original, único e irrepetible y que te ama con un amor personal, único e irrepetible y esto debe llenar todo tu corazón para sacar de lo mas profundo de tu ser todo lo maravilloso que El te ha dado. No importa si es mas o menos que los demás porque tu aporte es único, si lo dejas de hacer nadie lo hará por vos

Entonces no renuncies ante el mundo a la palabra elegido porque esas voces oscuras que rondan allí, lamentablemente, en esas heridas que hay dentro tuyo, esas voces que te dicen “ah, no sos nada especial, no servís para nada, vos sos uno mas entre millones, mira querido, este mundo está lleno de gente como vos. Mira, vos no te destacastes en nada, ni en deporte ni en literatura ni en la escuela ni en el trabajo ni en la pintura”   Que importa!! Que me importa!! ¿Soy querido realmente?. Cuando no nos sentimos amados se puede llegar a la depresión y hasta el suicidio, al menosprecio, a los complejos de culpa y ahí está el error porque muchas veces detrás de la frase no me aman, se esconde una frase muy terrible en lo profundo del inconciente y es la palabra no me amo, no me acepto, no estoy contento con lo que soy. Somos personas inseguras, miedosas que nos infravaloramos y que en consecuencia perdemos la capacidad de libertad ante los demás y podemos ser manipulados por los poderes que nos rodean, el poder económico, social, político, sindical, religioso, en fin, nuestra condición de seres valiosísimos únicos en nuestra individualidad no se nos ha dado por aquellos que hemos encontrado en el reloj del tiempo, del cronos, de nuestra breve existencia de vida, de calendario, 60, 80,90 años no,no, sino por el uno y el único que nos ha elegido con su amor eterno, un amor que existió desde toda la eternidad y durará por siempre y para siempre mas allá del tiempo y el espacio en el cual tu cronos y el mío están como encerrados. Tiempo y espacio porque soy materia, contingente pero soy espíritu que supera el tiempo y el espacio para la eternidad

Esto es fundamental ¿hay algo que nos pueda ayudar en esta lucha? Sí, claro que sí. En primer lugar desenmascarar al mundo, hacerle patente su condición de sociedad manipuladora ansiosa de poder, de tener, de placer y a la larga, ciertamente destructora de esperanza de ideales, de proyectos, de anhelos, de ilusiones. Te dice muchas mentiras este mundo con minúscula y la presenta con el ropaje de verdad. Y lo hace de manera creativa con mucho color, con mucha música, con mucha diversidad. Te dicen muchas mentiras a diario. Hay una gran verdad en tu vida y es que sos un hijo elegido de Dios. Por eso tenes que buscar personas y lugares en los que tu verdad sea dicha No me refiero a buscarte quien te adule ni rodearte de obsecuentes pegajosos, melosos pero sí personas y lugares en la que esa verdad tan grande de que sos amado sea dicha y donde se te recuerde tu identidad mas profunda como elegido de Dios. Por eso no tenés que permitir que nuestras emociones nos hagan una mala jugada y nos lleven al menosprecio sobre todo en el ámbito familiar, de los amigos, de los compañeros de trabajo. Es importante encontrar entre ellos gente que nos recuerde continuamente nuestra verdad, somos amados y que ese recuerdo de la verdad lo hagan a través de diferentes caminos, gestos, actitudes, palabras, miradas. Claro, finalmente ellos son canales, instrumentos, puentes a través de los cuales Dios te sigue gritando “vos sos mi amado!!”. Si Dios nos ha elegido tenemos que ser agradecidos, claro, es lo que hablábamos con el tema de la alabanza. La alabanza pone la gran verdad de Dios delante de nosotros y pone a Dios como centro y eje de nuestra vida por lo tanto debemos sentirnos amados y dar gracias por recordarnos esa elección

Podemos decidir entonces ser agradecidos o ser amargados, resentidos, rencorosos. Reconocer nuestra condición de elegidos o enfocar nuestra mirada hacia nuestro lado sombrío, oscuro, negativo, pesimis-

ta pusilánime, triste Escoger entonces la gratitud en vez de la amargura, éste es el gran gozo de ser elegido. Descubrir que los demás lo han sido también y que son seres valiosísimos a los ojos de Dios.

Salir entonces gradualmente del aislamiento a través de esta mirada nueva que va haciendo descubrir lo positivo que cada uno tiene como criatura original, única e irrepetible salida de las manos de Dios Padre Creador. Empezar a sonreír y descubrir más los aciertos de los demás que los errores. Lo perfecto de Dios en ellos más que lo imperfecto de ellos mismos. Salir gradualmente del aislamiento, empezar a sonreír esto es lo que hace también a la formación de la comunidad. Sin lugar a dudas, simplemente, cuando hemos reclamado nuestro propio lugar en el amor de Dios, es cuando podemos experimentar éste abrazo universal, un amor sin distinciones. Por ejemplo, una profunda amistad es un llamamiento a la realidad individual de ser elegido y a la mutua afirmación de ser preciosos a los ojos de Dios; nuestras vidas son piezas únicas en el mosaico de la existencia humana. Sentirnos elegidos es la base para sentirnos y experimentarnos realmente amados. Sentirnos elegidos cada día es una base para sentirnos realmente amados.

La segunda palabrita era BENDECIDOS Bendecir quiere decir el bien decir de Dios hacia nosotros. En la ceremonia judía en que se presenta al adolescente de 13 años en la sinagoga y es declarado adulto por la congregación, el adolescente es recibido por el rabino, por amigos y familiares y bendecido por sus padres y escuchen lo que le dicen “hijo, te pase lo que te pase en la vida, tengas éxito o no, llegues a ser importante o no, goces de salud o no, recordá siempre cuanto te aman tu padre y tu madre” Que hermoso!!! Eso es lo que le dicen papá y mamá al adolescente que es presentado en la sinagoga en ésta ceremonia que es como una especie del sacramento de la confirmación en nuestra vida cristiana católica, digo, no es lo mismo es semejante pero que lindo lo que los padres dicen al hijo. Necesitamos ser bendecidos y necesitamos oír esa bendición cada día. Ya saben, en latín se dice benedicere, hablar bien, bien decir o decir cosas buenas de alguien. Bendecir a alguien es la afirmación más significativa que podemos ofrecerle; es más que una palabra de elogio, de alabanza, de felicitación. Es afirmar, decir sí a la condición de amado y de amada que tiene esa persona. ¿Se dan cuenta lo maravilloso que es? Bendición es decir que somos guiados por Dios en cada paso de nuestra vida como Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob y Raquel. Jesús nunca perdió el conocimiento profundo, íntimo la experiencia profunda íntima de que era un bendecido.

Un día estamos pletóricos de nuestras ideas y al día siguiente todo nos parece desolador y aburrido. Estos cambios de humor nos dicen que ya no abrimos nuestra alma a la bendición que fue. Cuando somos zarandeados por las pequeñas olas que se dan en la superficie de nuestra existencia, nos convertimos en víctimas fáciles del mundo manipulador, de la sociedad manipuladora. En la cancha en los bares en la calle en los restaurantes en las oficinas en la escuela, hay quejas y lamentos, amargura por doquier; “mira lo que pasa en el mundo estamos mal, vamos para peor, esto no tiene mas arreglo, no, no y aquel fulano ¿Qué podes esperar de ese?” El sentimiento de sentirnos maldecidos nos domina fácilmente por eso es muy común oír a gente hacer el siguiente comentario al enterarse de que a fulanito le paso esto o aquello, “y bueno, mira se lo merece, realmente Dios actúo con justicia porque ese tipo es un mal tipo, porque hizo esto o aquello y ahora fíjate, tuvo este accidente, esta enfermedad, se lo merece. Dios lo maldijo, esta bien” No se si esta tan bien, no se si Dios lo maldijo, no se si Dios actúa así me parece que no. Y ¿como escuchar y estar seguros de la bendición? Hay dos sugerencias que les doy. En primer lugar la oración, la oración para escuchar las voces de bendición. Silencio, silencio y escuchar la voz que puede ser oída por los oídos de la fé el oído del interior de nuestro corazón.

Esa es la voz que nos hace descubrir la bendición, experimentarla cada día, descubrir la moción del Espíritu de Dios que es persistente que es fuerte y profunda. Una buena manera puede ser un salmo o una oración o textos sagrados repetidos. Otra sugerencia que les doy es cultivar la Presencia es decir, estamos demasiado ocupados, agitados, atareados, estresados, aturdidos y no cultivamos en la casa, en el trabajo en la acción en el deporte en la escuela la presencia del Amado No la cultivamos porque a veces en medio de esas cosas que estamos haciendo no paramos esos 30 segundos o ese minuto para rectificar la intención del corazón y hacer presente al Amado . Hacer presente a Dios el Jesús vivo y resucitado a nuestro lado. Esto es lo maravilloso porque en esta presencia se llena de sentido todo lo que hacemos. Por eso sin el deseo conciente de perder nuestro tiempo en el buen sentido de la palabra, es difícil escuchar una bendición. Muchas veces la bendición del pobre cuando das una limosna o un alimento y te dice que Dios te lo pague, o alguna abuela a la que distes el asiento en el colectivo, que Dios te bendiga muchacho, la bendición de las primeras flores de primavera en los árboles, la bendición de la música, la pintura, la arquitectura, cuantas cosas que nos manifiestan la bendición de Dios cotidianamente en cada una de las palabras que llegan, tarjetas de agradecimiento, un mail inesperado, un llamado telefónico, palabras de ánimo. Ese golpecito que dice “ánimo, adelante che. Afecto, cercanía, contención, amor.

Nadie es convocado a la vida mediante maldiciones, chismes, rumores, críticas, acusaciones o inculpación, no, no, no Nadie es convocado a la vida mediante eso Se nos convoca a la vida mediante la bendición. Somos bendición no maldición por eso la soledad, la solitariedad, la falta de hogar las adicciones a algunas personas son demasiado visibles para que nosotros dejemos de actuar dándole la bendición a esa persona o a esas personas. Es necesario ser instrumentos, canales de la bendición. No de la maldición. La intolerancia, el juicio prematuro, el prejuicio, como dije antes, el chisme, el rumor, la crítica, son todas formas de maldición que van destruyendo la experiencia de ser amado por otras personas. Es decir, nadie se alcoholiza porque sí nadie se droga porque sí. Hay en el fondo una herida de no sentirse amado muy hondo, muy profundo y muchas veces inconciente No me siento amado o amada

Seguimos con la palabra ROTO Vos sos un hombre, una mujer roto, rota, yo también y todas las personas que conocemos están rotas. La propia soledad, el sentimiento de aislamiento, los miedos y la sensación general de inseguridad son causas de esa ruptura. Las piezas musicales más célebres, las pinturas y los cuadros más conocidos, los libros más leídos son a menudo expresión directa de la constatación humana de esa ruptura. Los líderes y profetas de Israel, todos llevaron una vida absolutamente rota. Nuestra propia ruptura revela en realidad, algo de lo que en verdad somos y en cada uno eso muestra algo único, justamente, vivir a diario la ruptura del corazón. A veces nos vemos como seres inútiles, sin valor alguno, despreciados, menospreciados, no amados. Es mucho mas fácil aceptar la incapacidad de hablar, de andar o de alimentarse por sí mismo, que aceptar la incapacidad de significar algo para alguien El gozo de vivir nos viene justamente de vivir juntos. La ruptura se siente de una manera más dolorosa en el campo de nuestra sexualidad. No me refiero a la sexualidad reducida a la genitalidad, digo la sexualidad integralmente que abarca todo mi ser, persona, varón, mujer. Es decir en el fondo profundo de nuestra sexualidad, deseamos ser comunión , común-unión, unidad, comunidad. Los deseos de nuestro cuerpo de ser tocado por alguien, acariciado, abrazado y sostenido por otra persona pertenece a los deseos más profundos del corazón humano. Y aquí se dan muchas angustias. Nuestra sociedad está tan fragmentada, nuestras vidas familiares están tan rotas por los distanciamientos físicos y emocionales, frialdad, indiferencia, en fin, que hay pocos sitios donde podamos encontrarnos auténticamente seguros.

Cuando todo a nuestro alrededor sobrestimula y extiende hasta el infinito nuestra capacidad sensorial o sea de los sentidos, de las emociones, de la sensibilidad y cuando lo que se nos ofrece para llenar nuestras necesidades más íntimas, generalmente tiene poco de seductor para ésta intimidad, si no es mas bien para la parte superficial, la sensación, lo sensacional, lo que está en los sentidos nada más, y bueno, no es de extrañar que nos sintamos llenos de fantasías locas sueños incontrolados y sentimientos y pensamientos perturbadores que nos denigran, nos degeneran como persona, como ser humano con la capacidad justa de pensar, de amar, de ser libres. Por eso que no hay que asombrarse de ver como estamos rotos y experimentar en nuestras entrañas, en lo más profundo, en lo entrañable, en lo que tiene que ver con la maternidad, con la primera experiencia, las entrañas, la angustia, la agonía de éste mundo que pasa, de apariencia. Por ejemplo, se me ocurre, la experiencia del sida es la búsqueda de algún tipo de intimidad que trate de saciar ese deseo profundo del corazón humano. Por eso alguien podrá decir “es mejor morirse que vivir en constante solitariedad pero confundiendo o tratando de llenar esa aspiración tan profunda del corazón humano con algo que toca a los sentidos pero no a lo hondo. ¿Cómo podemos responder a ésta ruptura? En primer lugar haciendo más amistoso nuestro mundo. El mundo, ese pequeño que nos rodea y el mundo grande. Y en segundo lugar poniendo ese mundo pequeño y grande bajo el signo de la bendición.

La primera respuesta a nuestra ruptura es mirarla de frente y con cariño, no escapar del sufrimiento si no salir a su encuentro, acercarnos y mirar el dolor con simpatía, desde la mirada de Dios. Nuestro dolor no tiene porque ser un obstáculo para el gozo y la paz. Podemos estar con algún dolor físico, moral, sicológico y sin embargo estar en paz y con un profundo gozo interior, muestra de la presencia del Espíritu Santo y poner el mundo pequeño y el mundo grande bajo la bendición, es la condición previa para mirarlo con simpatía. Para mirarlo desde la óptica de Dios, desde la mirada de Dios. Claro, la gran llamada espiritual de los hijos e hijas amados de Dios, es la de sacar a la luz su ruptura desde el fondo de las tinieblas de la maldición y ponerlo al amparo de la luz de la bendición. Hasta una pequeña carga percibida bajo el sentimiento de nuestra nulidad o maldición puede llevarnos a una profunda depresión. ¿Qué ejemplo tendríamos de poner ruptura bajo bendición? El grupo Alcohólicos Anónimos ha puesto una gravísima ruptura bajo la bendición, los hijos de alcohólicos también. Es solamente un ejemplo, ustedes tienen muchos más. La comunidad Chenacolo de sor Elvira, esas comunidades de recuperación de tóxico dependientes, la comunidad Resurrección que acompañan a los que han sufrido heridas afectivas por abuso en sus relaciones. Así podemos seguir con muchos más que ustedes conocen. Sí, hemos sido elegidos, bendecidos y rotos para ser entregados.

De eso quiero hablar ahora, ENTREGADOS. Somos personas maravillosas cuando damos lo que podemos dar, una sonrisa, un apretón de manos, un beso, un abrazo, una palabra de aliento, de amor, un regalo, un servicio, una parte de nuestra vida. Tiempo, oreja, corazón. En nuestros momentos penosos hemos sentido que nuestras vidas habían llegado a un total estancamiento, que no teníamos nada que ofrecer.¿No son la mesa, el alimento, las bebidas, las palabras, las pequeñas historias, los caminos más íntimos por los que no solamente expresamos nuestro deseo de entregar nuestras vidas, si no la realidad de lo que estamos ya haciendo? Por ejemplo, la comida puede llegar a ser el momento más temido del día en la familia pero una comida gozosa y pacifica, bajo el signo de la bendición, es un hecho alegre que le pone el sello de la bendición a toda la jornada, a toda la actividad por pesada que sea. Creo que nuestro deseo humano más profundo es el de entregarnos, porque justamente al entregarnos, se va convirtiendo la entrega en una auténtica fuente de crecimiento físico, emocional y espiritual El que se entrega, se construye, el que se dona se enriquece. Por ejemplo, cuando uno ve a un niño mamando uno piensa, “los que se aman es como comerse y beberse en el buen sentido de la palabra”. Finalmente Jesús hace eso, se hace pan y vino, se hace eucaristía. Se hace carne y sangre para dejarse morder, triturar, tragar, para darnos su vida. Eso es entrega, darse en la vida y en la muerte. A medida que crezco en años, descubro más y más que el mayor regalo, el mayor don que tengo que ofrecer es mi propio gozo de vivir, mi paz interior, mi propio silencio y soledad. Los dones, los regalos, los carismas son más importantes que los talentos, son regalos, son gracia. El talento es un esfuerzo tuyo que también es gracia, pero lo otro es gracia, gracia. Estamos llamados a hacer de nuestra muerte el mayor don, la mayor entrega, sin lugar a dudas. Para los hijos e hijas amados de Dios, morir es la puerta de la perfecta experiencia de sentirnos amados. La muerte de los que amamos y de los que nos aman nos convoca a una nueva intimidad a un nuevo pertenecerse el uno al otro.

O sea un nuevo estilo de pertenencia . Tenemos que elegir entonces, entre apegarnos a la vida de tal forma que la muerte sea un fracaso espantoso, o dejar la vida en libertad, desapegadamente que no quiere decir desamoradamente de tal manera que podamos ser entregados a los otros como fuente de esperanza. Tenemos que confiar profundamente en que tras rendir nuestro espíritu, él será fuente de gozo, paz y vida para los que se acuerden de nosotros. Así lo expresó en su muerte San Francisco de Asís “como hijos amados de Dios estamos llamados a convertirnos en pan los unos a los otros”. Se acuerdan de Eliseo, el profeta y la multiplicación de los panes del evangelio? ¿lo recuerdan? ¿no es esta la verdadera historia de la vida espiritual? ¿No podemos confiar en que nuestras pequeñas vidas también se multiplicarán y serán capaces de llenar las necesidades de innumerables personas?.

Imagínate en tu confianza que todos los pequeños gestos de amor que haces se van a extender en círculos siempre nuevos y más amplios con el mismo efecto de una piedra tirada en un estanque tranquilo. Nosotros, personas sin importancia, hemos sido elegidos, bendecidos y rotos para convertirnos en pan que se multiplica, en don inagotable, en regalo inagotable. El espíritu de amor, una vez libre de nuestros cuerpos mortales, volará hacia donde quiera incluso aunque haya pocos que escuchen su ir y venir, aunque no haya nadie, incluso, porque está siempre presente el Amado, el que da sentido a todo

 

Padre Rubén Francisco Bellante