En un lejano país de América, que se llama Ecuador, vivían más de 5.000 personas que estaban separadas del resto de los pueblos cercanos por un gran río. Hace más de 100 años, los abuelos de esas personas construyeron un puente por el que solo podían pasar carros y personas, pero no podían llegar mercancías porque el puente estaba muy viejo y no aguantaba el peso de un camión.