29/05/2024 – En una nueva emisión del ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”, junto al padre Javier Soteras, continuamos la reflexión en torno al Documento Conclusivo de Aparecida, que lleva por tema “Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos tengan en Él vida”.
El capítulo sexto hace referencia al itinerario formativo de los discípulos misioneros. Allí se recuerda que la “Misión principal de la formación es ayudar a los miembros de la Iglesia a encontrarse siempre con Cristo, y, así reconocer, acoger, interiorizar y desarrollar la experiencia y los valores que constituyen la propia identidad y misión cristiana en el mundo”. En ese sentido, se menciona que dicha formación comprende un proceso integral, donde se reconocen cuatro dimensiones estrechamente vinculadas.
El padre Javier Soteras se refirió a cada una de estas dimensiones, detallando lo que las caracteriza y la importancia de que todas estén presentes en los cristianos.
La primera de ellas es la Dimensión Humana y Comunitaria, que “tiende a acompañar procesos de formación que lleven a asumir la propia historia y a sanarla, en orden a volverse capaces de vivir como cristianos en un mundo plural”; luego se menciona la Dimensión Espiritual que “funda el ser cristiano en la experiencia de Dios, manifestado en Jesús, y que lo conduce por el Espíritu a través de los senderos de una maduración profunda”; además, la Dimensión Intelectual que “se expresa en una reflexión seria, puesta constantemente al día a través del estudio que abre la inteligencia, con la luz de la fe, a la verdad” y que también capacita para el discernimiento; por último, la Dimensión Pastoral y Misionera, ya que “un auténtico camino cristiano llena de alegría y esperanza el corazón y mueve al creyente a anunciar a Cristo de manera constante en su vida y en su ambiente”.
Podés escuchar el programa completo en la barra de audio que acompaña esta nota