La anunciacion

sábado, 10 de diciembre de 2011
 
 

26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

28 El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».

29 Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

30 Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.

31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;

32 él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,

33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

34 María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».

35 El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.

36 También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,

37 porque no hay nada imposible para Dios».

38 María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».Y el Angel se alejó

 

 

 

 

 

Alégratre llena de Gracia el Señor está contigo Llena de Gracia quiere decir la llena de Dios en Cristo. En el saludo el Angel Gabriel reconoce lo que Dios ha obrado en María. Plenitud de Gracia como reconoce la Iglesia Católica los méritos anticipados de Cristo Jesús. Los méritos de la redención en Cristo obran anticipadamente en el corazón de María y es concebida ella sin pecado. Esto es lo que hoy celebramos, a la Inmaculada, a la concebida sin pecado. La plenitud de Gracia en Cristo hace de María Inmaculada en la concepción sin pecado que Dios pueda disponer solo a través de Ella de lo que necesita para acercar a los hombres al Verbo de Dios que va tomar su carne sin mancha y así poder sacarnos del lugar donde la muerte se ha querido instalar para estar en medio de nosotros y el sin sentido, el sin horizonte. Para quitarnos el pecado Dios nos ha regalado a la sin pecado concebida donde el mismo Dios en la segunda persona de la Trinidad va a tomar carne y haciéndose uno de nosotros nos va conducir a través de su camino y de la mano de María a liberarnos de todo el lastre que la fuerza del misterio de iniquidad, el misterio del pecado ha venido a querer destruir lo que Dios con tanto amor ha creado. Gracias a ésta condición mariana inmaculada podemos darle nosotros la bienvenida al que solo puede liberarnos de la deshumanización del pecado, al que puede librarnos de la deshumanización de la muerte haciéndonos El mismo por hacerse uno de nosotros en el seno de María ser con El junto a María somos familia de Dios

Fue concebida por los méritos anticipados de la Gracia de la redención en Cristo nos mustra a travéz de su corazón un camino creyente, esperanzador, un camino en la caridad, caminamos con María en la luz que nos deja las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad, caminamos junto a María con un corazón creyente amante y esperanzado. La fe, esperanza y caridad mariana muestran un rumbo hacia donde el Padre Dios quiere guiarnos haciéndonos uno con Cristo por la vida que el Espíritu Santo ha puesto en nosotros en el don bautismal y Dios quiere verla crecer a punto tal que se configure en nosotros el ser de Cristo en el seno de María también el Espíritu ha obrado tomó la carne de María y engendró al hijo de Dios hecho hombre Quisiera que nos adentráramos en éste camino de fe, esperanza y caridad con la que Dios bendice a María y bendice también desde el corazón mariano quiere bendecirnos a nosotros. La fe de María viene a contagiarnos. El Papa Benedicto XVI ha planteado en éste desconcertante tiempo que nos toca vivir un camino de fe en la renovación del kerigma para el año que viene, año de la fe. En ese sentido nos muestra haciéndonosostés eco en el sentir del Santo Padre queremos compartir en la fiesta de María de la Inmaculada Concepción en el sentido de ser familia de su radio éste espíritu creyente con el que Ella viene a impregnar nuestro ser creyente de oyentes de su mensaje a través de la radio. La fe de María se muestra en el Hágase en mi lo que has dicho. Se hace esa misma expresión creyente, abandonada, entregada. Pedagoga en el caminar junto a los novios en las bodas de Caná, la que dijo hágase en mi lo que has dicho dice en las bodas ante la ausencia del vino como símbolo de la alianza hagan lo que El les diga y se hace igualmente esa fe mariana, creyente, intercesora en Pentecostés pero sobre todo se hace vida cada día en su si bienaventurado. La fe de María se hace bienaventuranza y Jesús así lo muestra en su persona cuando le dicen: tu Madre y tus hermanos te están buscando. Quién es mi Madre quien es mi hermano? Sino el que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica Sin duda ésta es la bienaventuranza mariana. Ella es la fiel oyente y práctica viviente del misterio de Dios en su vida hasta que se hace carne en sus entrañas. La bienaventuranza mariana nos invita a tener un vínculo siempre fresco y nuevo hasta que se de en nosotros lo mismo que dice a los Filipenses: tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús. En el encuentro concreto creyente discipular con la Palabra de Dios crece para nosotros la bienaventuranza de María, el gozo de María: Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica

En el corazón de la Vírgen las virtudes teologales que ustedes saben son infusas. Vienen dadas por Dios como Gracia En el corazón de María anida el espíritu creyente. María es testigo de la fe grande en su corazón pero también es portadora de una gran esperanza. En ese sentido sostiene a su pueblo en su peregrinar incansable detrás de la espera que se lleve a término el cumplimiento de las promesas que Dios tiene preparado para todos y cada uno en conjunto y en particular. María es el símbolo del Israel que espera En que espera el pueblo de Dios? En que sea verdad el cumplimiento de las promesas que Dios quiere para aquellos que ha preparado un camino de salvación. María es como el ícono de ésta espera Es e .icono de los que esperamos. Generaciones y generaciones que esperamos que Dios lleve a término su obra. Sin duda en cada uno de nosotros anida una esperanza de gozo, de felicidad, de plenitud que tiene características particulares y bien con cretas. María es el lugar donde Dios lleva a término el cumplimiento de toda la esperanza del hombre de todos los tiempos que Dios venga definitivamente a poner las cosas en su lugar y lo creado afectado por el pecado sea recreado por el mismo Dios que obra con poder en el corazón de María haciéndose uno de nosotros encarnandose y elevando a los hombres a partir de ese acto de amor grande por parte de Dios a la condición que el hombre había perdido ésta del vínculo de amistad con Dios. Isabel es la primera que reconoce éste corazón esperanzador en el cumplimiento de las promesas de Dios la dio en María Feliz de ti dice Isabel, cuando la saluda, por haber creído que se cumplirán todas las promesas del Señor y María viene a decirnos lo mismo en el cumpleaños Felices ustedes porque creen en mi y conmigo en que Dios llevará a término y a cumplimiento todas las promesas de plenitud, gozo y felicidad en el que El quiere viviendo mientras peregrinamos al encuentro definitivo con El. En la noche oscura del monte de la cruz es donde María permanece en espera contra toda esperanza Allí donde parece que todo se termina María sabe en lo más profundo de su ser y en su dolor que en realidad todo comienza a ser de nuevo. El lugar donde María nos enseña a esperar y a no desesperar es en la oración. En la oración María se muestra en Pentecostés junto a los discípulos en la espera de la gran promesa que el Padre nos ha hecho en Cristo La venida de Aquel que va llevar a término la obra de Dios en nosotros el Espíritu Santo y María espera su manifestación y expansion Ella ora junto a su pueblo, María permanece orando junto a nosotros en cumplimiento de la nueva creación en nosotros Nos quiere re crear Dios y para eso nos ha dado a María como compañera de camino sostén en la oración a la obra en plenitud que el Espíritu quiere actuar en todos, en cada uno de nosotros.

María en la vida del Espíritu que la enriquece con las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad. María es la madre de la caridad, del amor. Madre de Cristo que es el gran gesto de amor que Dios el Padre ha tenido para con nosotros para sacarnos de aquellos lugares donde lo que no es de Dios ha querido instalarse para apartarnos definitivamente de Dios. María quien ha engendrado con un si al amor en plenitud el que Dios quiso regalarnos cuando decidió venir a nosotros y tomó parte de la carne de María para quedarse en medio de nosotros Cada vez que nosotros necesitamos renovarnos en el amor no hay mejor para recrear el amor que el vínculo renovado de quien ha sido la que engendró el amor en plenitud en su seno y lo dio a luz Cada vez que nosotros en nuestra vida se nos va afeando el amor nada mejor que volver a María y encontrar en ella la fuerza de la recreación del amor Ella es la madre de la caridad. Ella es la madre del amor.

 

                                            Padre Javier Soteras