18/07/2024 – El 18 de julio de 1994 ocurrió el atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina, un trágico y doloroso episodio que marcó la historia de Argentina. Aquel día a las 9:53, un coche bomba destruyó la sede de AMIA en la calle Pasteur 633, en el barrio de Once de la Ciudad de Buenos Aires, dejando 85 víctimas fatales y más de 300 heridos.
Este ataque, perpetrado apenas dos años después del atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires, es considerado el peor acto terrorista en suelo argentino. Al conmemorar el 30º aniversario del atentado a la AMIA, el Papa Francisco envió una carta en donde invita a hacerlo “en un espíritu de recuerdo y reflexión”, y asegura que “la memoria de aquellos que murieron en esa tragedia oscura sigue viva en nuestras oraciones y en nuestro compromiso continuo con la justicia”.
Tras elogiar que se elija el silencio para rendir homenaje a las víctimas de aquel ataque terrorista a la mutual judía, el Santo Padre sostiene que “la memoria puede ser nuestra guía”. La Iglesia argentina también participó de los actos conmemorativos y lo hizo con la presencia de Monseñor Alberto Bochatey, administrador apostólico de La Plata y secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina.
Dialogamos con el Rabino Marcelo Polakoff, miembro del COMIPAZ; y con el Padre Máximo Jurcinovic, responsable de la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina.
Podes ver el informe completo en el reproductor de videos ubicado bajo el título.