María, la gran comunicadora, revestida de la Palabra

viernes, 16 de agosto de 2024
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16/08/2024 – Celebrando la Solemnidad de la Asunción de María, el padre Francisco Palacios nos invitó a mirar a la Santísima Virgen como la gran comunicadora.

En el programa anterior, hemos compartido la mirada sobre Jesús como comunicador donde coinciden ‘Mensaje’ con el ‘Mensajero’. Al mismo tiempo, pusimos particular énfasis en que Jesús hoy se sigue comunicando con nosotros.

Esta semana, el padre Francisco nos invitó a mirar a la Madre de Jesús como una gran Comunicadora. Antes, recordamos algunos principios básicos de la comunicación, tal vez con algunas palabras técnicas que se usan para hablar de esto: estructura de la comunicación (emisor, receptor, canal, mensaje, ruidos, feedback, entorno) y tipos de comunicación (interpersonal, masiva, mediática, sincrónica, etc.).

Estos aspectos los aportó María hace 2000 años atrás. Como punto de partida, descubrimos que para comunicarnos necesitamos escuchar y ver. Uno de los principios para ser un buen comunicador es tener un oído y una mirada atenta, con un corazón y una mente sana. Esta clave la vivió la jovencita de Nazaret, María, prototipo de fe, modelo y tipo de la Iglesia, la “revestida de la Palabra”.

María, como gran comunicadora, escuchó y habló con el corazón, conjugando Palabra y silencio. Frente a las palabras que escuchaba, sobre todo de su hijo, ella escuchaba y conservaba todo meditandolo en su corazón. El silencio es tan comunicador y elocuente como el pronunciar palabras. María llamó en momentos de intensidad para permitir que las palabras de su hijo ocuparan ese espacio plenamente.

María recibió al Verbo y lo comunicó al mundo dando todo de sí misma, ya que el Hijo de Dios se encarnó en su seno virginal. La humanidad de Jesús fue tomada de la humanidad de María, quien comunicó al mundo a la Palabra hecha carne.

Podés ver el programa completo en el video que acompaña esta nota