16/08/2024 – En “Historias de santidad” conocimos la vida, obra y legado del Siervo de Dios Padre Victorino Fiz Galende, sacerdote diocesano que ejerció su ministerio pastoral en Santa Fe. El padre Victorino fue párroco de ‘Nuestra Señora de las Mercedes’, en la localidad de Montes de Oca y dejó una huella muy profunda entre sus fieles.
Recientemente se llevó a cabo, en la Arquidiócesis de Rosario, el acto de apertura de la causa de canonización del padre Fiz Galende. De esta manera, se retomó el proceso de manera oficial en un acto que se llevó a cabo el pasado 1° de agosto en la sala mayor de audiencias del Arzobispado de esa ciudad y que fue encabezado por Monseñor Eduardo Martín.
Para traernos una semblanza del Siervo de Dios nos acompañó el Padre Carlos Alberto Costa, postulador de la causa de este hombre de Dios que trabajó por el Evangelio de forma silenciosa, humilde, pobre y obediente y vivió profundamente la caridad pastoral.
El padre Victorino Fiz Galende nació el 2 de Setiembre de 1902, en el pueblo Morales de Valverde, Provincia de Zamora y diócesis de Astorga (España). A muy temprana edad, ingresó en el seminario y en 1926 1926 fue ordenado sacerdote. El 23 de Mayo de 1932, se le autoriza a venir a nuestro país, más precisamente a Santa Fe.
En los años siguientes, asumió distintos cargos parroquiales: vicario, cooperador de la catedral de Rosario, vicario ecónomo respectivamente en Arroyo Seco, en Montes de Oca, en Bouquet, en Tortugas y en Chabás. En esas localidades, su dinamismo lo impulsó a construir capillas, ermitas, etc. Encaró la construcción de templos parroquiales, fundó Institutos de Primaria y Secundaria y lanzó revistas para la juventud.
En el año 1878, fue designado capellán de las religiosas ‘Siervas de Jesús’ de Rosario, formó el Centro de Residentes Monteoquinos en Rosario, asesoró al Movimiento Evangélico de Caná y prestó su colaboración como confesor en la iglesia de San Cayetano. Entre los años 1980 y 1983, escribió dos pequeños libros: “Temas de religión con ejemplos” y “Llaves del Paraíso”. El 27 de Setiembre de 1984, el papa Juan Pablo II, le confirió el nombramiento de Prelado de Honor de su Santidad.
El 6 de Abril de 1989, falleció en Rosario. Sus restos fueron sepultados en el panteón del Círculo Católico de Obreros; pero, a pedido de la feligresía de Nuestra Señora de la Merced de Montes de Oca, fueron trasladados al cementerio de esa localidad.
El Padre Victorino, fue un ejemplo de sencillez y de humildad, de dinamismo apostólico y de caridad al servicio del pueblo de Dios.
Podés ver el programa completo en el video que acompaña esta nota