Aceptar la incertidumbre

martes, 27 de diciembre de 2011
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AHORA, IMAGÍNALO Victor Heredia
Como será nuestro futuro Me he preguntado una vez más,
Mirando el turbio desayuno que siempre tomo al despertar.
Me imaginé que será hermoso como un niño al caminar,
Como una flor que despereza su color en libertad.
Imagínalo, imagínalo.
Habrá palabras nunca dichas y dicha en nuestro corazón,
Lejos del mundo la malicia será un recuerdo sin valor.
No habrá traidor ni traicionados ni traición que soportar,
El asesino habrá perdido su razón para matar.
Imagínalo, imagínalo.
Regresarán nuestros amigos y cantarán alrededor,
Y ya no habrá necios castigos ni quien censure nuestro amor.
No necesitaré un camino ni pensar adónde ir,
Ya que el futuro que imagino lo imagino en mi país.
Imagínalo, imagínalo.

 

¿Cómo será el futuro de la humanidad? A veces me quedo pensando en eso. No siempre tenemos que imaginar un futuro oscuro y crítico

No sé de dónde nos viene esta ‘manía’ de la certeza, esta insoportable intolerancia a la incertidumbre, esta desesperación

La incertidumbre es característica de estos tiempos, y atraviesa distintas áreas.

          Incertidumbre del ser humano vinculada con el hábitat, con el planeta. Entre tecnología, personas y naturaleza ¿cuál es imprescindible? Naturaleza. La naturaleza es la única imprescindible, y es la única que puede prescindir de nosotros para seguir su curso. En cambio ¿qué hace la tecnología sin la naturaleza? ¿qué hacen los hombres sin la naturaleza: sin el oxígeno, sin la luz, sin la lluvia…?

          Incertidumbre respecto a lo económico: probamos el comunismo, probamos el capitalismo…¿qué sistema nos va a venir bien para definitivamente encontrar justicia y eliminar de una buena vez estas tensiones de injusticia social gravísimas que con poblaciones hambreadas no se va a poder vivir en paz . Ni siquiera sabemos cuál va a ser la teoría económica que va a responder a nuestras preguntas

          Hay también incertidumbre en teorías o sistemas de creencia: hoy vemos en muchas personas un traspaso de creencias incluso a veces hasta antagónicas, personas que adhieren a una teoría con un fanatismo total y al cabo de unos años se les viene el mundo abajo porque o hay tampoco ninguna teoría ni técnica que de respuesta a todas las preguntas humanas.

          Incertidumbre hasta en el tema de la salud. No sabemos quien tiene la posta acerca de la salud física. Tengo un problema, ¿a quién le creo? ¿al médico alópata o al médico alternativo? ¿al que me habla de la química o al que me habla de la energía? ¿al que me cura con remedios o al que me cura con plantas? Tampoco tenemos certezas de si una persona necesita medicación o tiene un problema psicológico, si tiene un problema genético o le faltó la teta cuando era chico

          Incertidumbre sobre con qué criterios edificar el futuro. Los cambios han sido vertiginosos en los últimos 50 años. Como sigan acelerándose así los tiempos y los ritmos una persona vive en una vida lo que antes vivían en 4 o 5 generaciones

          Incertidumbre en torno a las promesas: de pronto la monjita que era el pilar de la comunidad dejó los hábitos, los que juran al  casarse vivir juntos hasta que la muerte los separe, se divorcian. Incertidumbre porque ya no sabemos cómo se compone una familia, los adultos no saben con qué criterio educar a los hijos.

 

Demasiadas incertidumbres que contrastan con la excesiva necesidad de certezas que en occidente hemos alimentado. Realmente nos hemos creído dioses

 

¿Cómo hacemos para abrazar estos tiempos tan inciertos?

 

GL: yo comentaba recién con los oyentes sobre varias incertidumbres: lo ligado a lo laboral, lo económico, los sistemas de salud, en lo emocional, en los vínculos. Me gustaría nos expliques un poquito de dónde nos viene ese apetito de certeza? Es cierto que estamos en un mundo de mucha incertidumbre, de muchos cambios, pero sobre todo en occidente vivimos con mucha angustia existencial la incertidumbre de una manera llamativa, que quizá no sea tan frecuente en otras culturas. Hemos desarrollado tantos sistemas de seguridad en occidente! ¿por qué?

AM: precisamente porque somos herederos de este paradigma occidental de la modernidad que está construido sobre la base de la concepción de que el mundo es estable, sólido, material, fijo, y que eso nos da seguridad. Si bien eso está en crisis, estamos muy apegados a esa concepción, eso está muy instalado en nuestras mentes y fundamentalmente en nuestra emocionalidad. Esa relación directa entre creer que lo que tenemos, lo material, es lo que nos va a dar seguridad, es lo que nos hace vivir la incertidumbre con temor, con desconfianza. En realidad le tememos a la incertidumbre, cuando desde otra perspectiva la incertidumbre es la clave para la creatividad, y hasta me animaría a decir, la clave para la felicidad. ¿cómo cambiar esa mirada negativa sobre la incertidumbre por una mirada positiva? Yo propongo revalorizar la incertidumbre y hacer el ejercicio de llevar adelante una vida incierta

GL: Lo incierto tiene que ver también con la experiencia de verdad absoluta, o sea: no hay solamente incertidumbre en cuanto al devenir del tiempo, al futuro, sino que también hay percepción de que no hay nada del todo cierto, y por tanto esa percepción también produce angustia

 

TARDE O TEMPRANO

Tarde o temprano vas a encontrar una ilusión y un camino olvidado abrirá tu corazón.
Y leerán tus poesías, vas a sentir que la energía de tu voz los va a despertar.
Yo sé que algún día los hombres van a dar su amor
sin que nadie lo pida, como el sol nos da calor
y podremos ser libres de la rutina, del hastío y del dolor y la solemnidad.
Y así será: algún día será verdad, la mentira se esfumará, así será.

Tarde o temprano sé que las cosas cambiarán,

que luchar no es en vano, hay tantos sueños por rescatar.
De qué sirve la vida si uno no intenta ser feliz.
Tarde o temprano todas las manos se unirán.

César Banana Pueyrredón

GL: lo mas honesto que te puede decir alguien es “no sé”. Vendedores de consejos hay por todos lados, pero la verdad es que pocas veces un consejo puede suplir la falta de discernimiento personal

 

Decías, Ana María, que la incertidumbre puede ser incluso una clave para lograr felicidad: puede ser un disparador de la creatividad. Pero estamos hablando de incertidumbre en muchos planos, no solo en el económico

 

AM: Porque estamos ante una crisis global. Están cayendo estructuras muy fuertes que hasta hace un tiempo se creía que nunca iban a caer. Sin embargo, la vida nos sorprende todos los días. Pero creo que el hecho de que hayan caído las ‘grandes verdades’, los grandes discursos, esos ‘fundamentos únicos’ que parecían sostenernos, si bien ahora estamos sufriendo el gran cimbronazo, a la larga es positivo. Todos sabemos que una crisis es un momento de transición donde algo que ya no es funcional –algo que traba la evolución-, debe caer para dejar el campo disponible para que cosas nuevas aparezcan, Y la aceptación de la incertidumbre es algo de lo nuevo que puede ayudar mucho a sobrellevar este momento, a ir aceptando también el momento de la crisis

GL: Y mientras tanto ¿cómo planificamos un futuro si nunca tenemos idea de dónde poner los cimientos?

 

AM: esto de aceptar la incertidumbre es un ejercicio para llevar a la vida de todos los días. Lo primero es asumir la caída de esa pretensión de certidumbre que se ha desarrollado en la modernidad –que algunos autores han llamado ‘tentación de certidumbre’-. Asumir que eso solo fue una construcción social, histórica, pero que en realidad hay muchas verdades; que lo que estamos viviendo es la diversidad de puntos de vista y que eso es una invitación a que cada uno de nosotros elijamos, es decir, hagamos el ejercicio de la libertad pero no para hacer cualquier cosa, sino para ser más conscientes del camino que elegimos.

GL: San Pablo diría “prueben todo y quédense con lo bueno”. Lo que pasa es que en la época en que Pablo decía eso, no había 6 volúmenes para leer en Internet.

AM: por eso la educación tiene que tender no a ser enciclopédica sino selectiva. Eso nace de una cierta destreza, y también de una claridad interna de lo que uno está buscando.

Pero vuelvo: es primer punto es asumir los miedos y la angustia que produce la caída de la certidumbre, porque nosotros nacimos y aprendimos a vivir en un mundo donde nos convencieron de que las cosas eran así y que eso nos daba seguridad, entonces

GL: cuando decís asumir la caída de las certezas, acostumbrarnos a los cambios, no estás diciendo ‘asumirlos de una manera trágica’ como la asumieron, por ejemplo, los existencialistas: ‘la vida es una nausea. O como se asume en los ámbitos académicos humanistas, donde hay un tufillo de nihilismo, de escepticismo. Y eso se transmite por la piel. Es casi un mandato no creer en nada. No es elegir cuál es la certeza que te va a cobijar por lo menos durante los próximos 5 años, sino ‘no creas en nada porque todo es un derrumbe total’. No es así como vos decís ‘asumir la angustia ¿no?

AM; me refiero a no negarla, no mirar para otro lado y creer ingenuamente en que alguien nos va a venir a salvar. En realidad lo que digo es que nosotros debemos encontrar cómo ser nuestros propios maestros, encontrar esos instrumentos de navegación y desarrollar la conciencia. Pero también con la confianza de que el universo también provee. No estamos solos. Por eso yo digo: no es ni la caída en el nihilismo –esa fue la primera reacción frente a la caída del fundamento, de la certeza, y entonces nos quedamos sin piso, y nos quedamos llorando por eso y sintiéndonos en el aire con todo lo que eso significa-. Un poco lo que hoy pasa también en muchos ambientes académicos es una caída en este pensamiento muy típico de la post-modernidad: “como se cayó el fundamento, ahora todo vale”. Personalmente creo que eso es un pantano filosófico y existencial que realmente lleva a una vida sin sentido porque el sentido no se encuentra en las teorías, en las palabras. Para mí el sentido se busca en un lugar un poco más trascendente. Si nosotros no recuperamos una cierta conexión espiritual, que fue lo que se cortó durante la modernidad, no vamos a poder salir de este pantano existencial. Yo también estoy en los ámbitos académicos y cuando hablo de esto me doy cuenta de que hay un punto de fractura entre el discurso eminentemente nihilista y este discurso de los ‘no paradigmas’ que son ciencia más espiritualidad. La ciencia sin espiritualidad queda como técnica, y muchas veces queda un discurso muy vacío, sobre todo en las ciencias humanas actuales llenas de jerga y de ‘más de lo mismo’: más palabras pero desde la piel se siente que ahí no hay una conexión profunda con lo que se está diciendo. Es palabra vacía de contenido. Por eso ‘ciencia con espiritualidad’ Si no, nos quedamos dando vueltas alrededor de la misma norial.

 

GL: una vez dije a un profesor “¿por qué dice con 10 palabras lo que puede decir con 2”. Me respondió “para llenar el vacío”. Llenando con palabras el vacío, en cierta medida amortiguamos esa sensación de vacío, de sinsentido.

AM: ¿Cómo nosotros nos aproximamos emocionalmente, cómo sentimos el vacío? Desde el viejo paradigma que nos enseñó que el mundo está hecho de materia, siempre buscamos ‘lo lleno’ porque parece que en lo que vemos tocamos y sentimos hubiera como una ilusión de seguridad, y despreciamos y tememos básicamente lo vacío. Ahora hay toda una moda del minimalismo. Pero si nosotros cambiamos nuevamente, hacemos un clic y podemos cambiar el vacío y la incertidumbre desde otra perspectiva, el vacío es realmente la pre-condición de lo lleno, en el sentido de ‘vacío pleno’, no de ‘lleno de cosas, saturado’. Vacío como ese caos primigenio, esa necesidad de espacio creativo, donde a partir de esa incertidumbre, de eso que no sabemos para qué lado puede salir, frente a esas situaciones de tensión creativas, siempre algo emerge. Entonces ahí está la clave de la creatividad: en el vacío. Eso lo saben muy bien los artistas, porque para crear…Siempre nos paramos sobre hombros de otros, pero hay una fase de la creatividad que es el caos, volver a ese caos primigenio que es potencialidad. El vacío es potencialidad. Y si nosotros lo vemos desde ese lado, vamos a encontrar esa conexión profunda entre incertidumbre, vacío y creatividad.

 

GL: ¿tendré muy asumida la incertidumbre que yo digo “amaneció, no es poca cosa”?

Es importante ver cómo el arte viene dando cuenta de estas incertidumbres y de lo incómodo que nos vamos sintiendo por la falta de certezas, de estabilidad y la sensación de que los cambios son muy vertiginosos y lo que hasta ayer se consideraba como inmutable ahora se hace rápidamente descartable: costumbres, hábitos, certezas. Pensaba por ejemplo en la época de mis abuelos –dos generaciones atrás- una persona entraba en un trabajo y era garantía de empleo de por vida (a menos que la empresa quebrara). Había la posibilidad de proyectar toda una vida ahorrando, para tener su casa propia. Ahí es donde toca el cotidiano, donde golpea más fuertemente: en la dificultad de asegurar la sobrevivencia que está amenazando fuertemente al mundo hoy. ¿cómo abrazar esta clase de incertidumbre donde a veces hasta pone en riesgo cosas muy valiosas?

AM: hoy en día parece que el sistema financiero está entrando en crisis, el dinero, la estabilidad económica que es lo más ligado a lo que nos da como ‘piso’ emocionalmente. Me parece que ese es el punto más crítico en el que se encuentra la humanidad en este momento. Entonces, cuanto más tempestad hay afuera, creo que más deberíamos poder desarrollar la tranquilidad interna, porque si no nos lleva la tormenta. Si nosotros también nos sintonizamos con ese estado de inquietud, de temor (porque creo que básicamente lo que más nos dispara la incertidumbre es el miedo, que es un sentimiento, una emoción muy primaria que está asentada sobre una necesidad de supervivencia y una falta de desarrollo espiritual en el sentido de que el único contrapeso del miedo es la confianza. Es fácil tener confianza cuando tenemos ‘la vaca atada’, tener confianza en un momento de incertidumbre: ese es el desafío

GL: o sea, nuestros abuelos no es que tenían más confianza en el futuro sino que tenían más seguridades concretamente, menos motivos para tener miedo

AM: creo que miedos la humanidad ha tenido toda la vida, pero tal vez era otro momento histórico y los miedos venían por otro lado. Ellos en algunos casos tuvieron miedos muy profundos como el tener que huir de la guerra y ser inmigrantes en un lugar desconocido, y esos miedos también han quedado inscriptos en nuestras historias personales de manera muy fuerte. Pero el momento que nos toca vivir es éste, donde un orden mundial se está derrumbando

GL: pero en esa época todavía tenemos que decir que había un nuevo mundo al que podían huir. Estaba América como refugio. Ahora no hay un nuevo mundo, no hay barquito que nos lleve a un mundo seguro

AM: Ahora hay que construirlo. No se trata de huir. La situación es tan global que no hay paraíso para huir. Además, creo que estamos siendo privilegiados por vivir en América, porque es el continente donde puede surgir algo realmente nuevo. Pero no va a venir caído del cielo. Tenemos que hacerlo.

No quiero que todo esto que estoy diciendo quede como una mera expresión de deseo. Yo lo tomo como el nuevo paradigma que está emergiendo a partir de las nuevas ciencias. Desde el descubrimiento de que el universo mismo es un ser casi vivo, que ha nacido y se ha desplegado y que es un ser creativo –esto nos lo ha dicho desde la física cuántica, la cosmología posterior, la relatividad, las nuevas biologías-. Lo que pasa es que todas estas nuevas disciplinas, estos nuevos enfoques, estos nuevos paradigmas, todavía están como luchando por sus implicancias filosóficas son muy grandes, muy profundas y no estamos todavía a nivel social general, pudiendo asumirlas. Pero en realidad los nuevos descubrimientos de la física, de la cosmología, de la biología, de las neurociencias, de todas las teorías que llamamos nuevos paradigmas, apuntan hacia el mismo lado: la materia no es sólida, es un 95% de vacío, donde reside la potencialidad de ser, de que las cosas sean de una determinada manera o de otro, y es la participación del ser humano, de la conciencia humana lo que define qué va a suceder con esa materia, cómo se va a manifestar. El universo en sí se ha desplegado creativamente desde quince mil millones de años. Y nosotros somos parte de ese universo: el universo es creativo y nosotros somos seres creativos, y esta es la esencia que necesitamos asumir para poder desplegar esa posibilidad, confiando en la creatividad infinita en la que suceden muchas cosas, cosas que pueden ser “errores”. No tenerle miedo a los errores sino justamente aprender de ellos, saber que nos vamos a equivocar, que vamos a encontrar muchos caminos que no son los nos interesaría seguir, pero no lamentarse de los errores, animarse a cambiar, disfrutar de los aciertos y logros –que no son pocos-. En definitiva: seguir desarrollando esta posibilidad de asombrarlos de lo que nos puede suceder, de que algo nuevo nos puede traer una solución que hoy no veíamos. Porque nos ponemos las anteojeras de ver mal, y el nihilismo nos lleva a eso, y pensamos que no hay ninguna salida. Y si estamos viviendo una época de crisis tan extendida y profunda, es más fácil mirar todo lo que se está cayendo. Pero si nos podemos correr un poco de esa visión y ver lo que está surgiendo, y confiar en lo que puede llegar a surgir con nuestra participación activa, con nuestra conciencia plena puesta en esa posibilidad, eso puede realmente significar un cambio de perspectiva. Por eso digo asumir la incertidumbre significa todo esto: desde el miedo que nos da la caída de la certidumbre, el estar presente, conectados, también el permitirnos improvisar, el tener confianza, el desarrollar esta observación activa de lo que va surgiendo, el no lamentarse de los errores, el animarse a cambiar, el disfrutar de los logros, el seguir asombrándonos frente a todo lo que sucede, no creernos que somos nosotros solos los que generamos todo esto. Porque es un poco paradógico: es con nuestra participación, pero no estamos solos en esto. Entonces finalmente agradecer todo este proceso que está sucediendo. No perder la capacidad del asombro sobre todo, si no, estamos ‘en el horno’.

GL: venimos de una época de tanta ambición, de tanta tentación de certezas, que dar por hecho tantas cosas que de pronto no dejan de ser regalos: tenemos agua, sol, luz… ¡si tuviéramos que generar tecnológicamente por ejemplo la cantidad de agua que es producto de la lluvia, qué problema!!! ¡cuántas cosas tenemos y no nos sorprendemos porque desde esa razón absoluta que nos generó una certeza bastante malsana, dábamos por infinito el crecimiento, infinitas las racionalidades, infinitas las certezas, infinito lo estático. Inamovible

AM; yo digo que detrás de todo este cambio de paradigmas , detrás del viejo paradigma que es el materialismo, la acumulación, la búsqueda de resultado, el rendimiento, la eficacia, el poder, la riqueza como acumulación, crecimiento ilimitado… eso es como si en el fondo alguien estuviera diciéndonos ‘tenés que tener para ser algo’. Ahora la invitación es a correrse a un ‘ser para tener’. Si nosotros seguimos pensando en que tenemos que tener más y que cada vez que yo gano es en desmedro de otro, si cambiamos el punto de observación y nos damos cuenta de que estamos todos interrelacionados, si ese ‘yo gano entonces otro pierde’ nos lleva a ver que ‘todos perdemos’ , pero también nos puede llevar a que ‘si yo gano y otro gana también todos ganamos’, y pasar de esas emocionalidades muy básicas –porque creo que más allá de las ideas lo que está en juego es la emocionalidad- pasar del miedo a la escasés, de que no hay y que tenemos que acumular, a la confianza en la abundancia, porque si pasamos a esa confianza en la abundancia creativa, si nos conectamos con esa raíz de lo creativo, siempre va a haber. Puede haber mejor o peor, pero siempre va a haber, porque el universo es creativo, si no, no estaríamos aquí, y nosotros somos seres creativos si nos lo permitimos.

GL: vos estás expresando algo así como conclusiones filosóficas que devienen del ámbito de la ciencia: esto de que el universo es creativo es una mirada más global que las ciencias hoy se están permitiendo hacer, y a la vez que se están moviendo los cimientos de la antigua ciencia, también va pudiendo ver, darse cuenta, de que están cambiando los conceptos, los fundamentos de su investigación

AM: sí: el cambio de paradigmas en la ciencia tiene un nivel que es teórico, pero tiene un nivel que es filosófico y ese es el nivel donde todavía estamos en pañales. Y más aún en los ámbitos científicos. Pasa en el tema de la física cuántica, que ahora se habla bastante de la “new age”, pero en el ámbito científico la física cuántica ya es una teoría aceptada, pero no todos los científicos que usan la cuántica instrumentalmente asumen filosóficamente lo que significa trabajar en un paradigma cuántico. Y menos aún a nivel social general, donde por ahí ni se sabe de qué se trata la cuántica, qué significa y qué implica asumir este descubrimiento por ejemplo de que la materia es vacío, no son bloquecitos de cosas sino que son ondas de posibilidades. Hay que cambiar la cabeza. Por eso digo que esto es toda una invitación porque estamos en medio de un proceso y no son solo ideas lo que se pone en juego. Detrás de las ideas vienen muchas emociones, y las emociones que vienen con el viejo paradigma nos tiran para atrás porque están muy ligadas al miedo.

GL: por lo que se ve en lontananza, el que apuesta a lo material, perderá

AM: yo lo corregiría, porque si no pareciera que tenemos que despojarnos de todo. Creo que va a perder el que apuesta a acumular infinitamente. Pero el que apuesta a circular y redistribuir, y permitir tener solo lo necesario, ese va a ganar.

GL: quizá audazmente podríamos formular la hipótesis de que lo que está viendo en este momento en el mundo desarrollado desde la perspectiva económica daría la impresión apunta en esa línea: 5 o 10 años atrás pensar que Estado Unidos y la Unión europea , un monolito que nos parecía inamovible, iba a estar al borde del ‘de fau’ era impensable, parece otro mundo, parece ciencia ficción

 

 

GL: ¿qué ves en América que la hace tan ideal para la creatividad y para desenlace de un mundo mejor?

AM: veo que es un continente con muchas potencialidades, un continente donde las raíces de los pueblos originarios todavía están vivas a pesar de todo lo que ha pasado, y es una tierra de encuentro. Es un gran ‘laboratorio de la diversidad’, no solo de la ‘bio-diversidad’: es el lugar donde hay grandes reservas de recursos naturales mas allá de que estén explotando desmedidamente lamentablemente. Así como es el pulmón del planeta verde, creo que es el pulmón humano: hay mucho territorio para poder desplegar aquí la vida, hay como una energía vital existencial distinta a la que hay en Europa, donde la visión es más decadente, hay menos esperanza –y esto lo demuestran las pirámides generacionales, donde hay menos jóvenes que viejos-

 

Algo más me dice el corazón hay algo más, Algo más escucho en el silencio, hay algo más

Algo más por conocer y disfrutar. Algo más que llevara mi vida a otro lugar
Algo más oi en un sueño, hay algo más. Algo más escucho en la mañana al despertar
Algo más me grita el corazón al añorar, algo más que llevara mi vida a otro lugar
 
Quiero llegar a ese lugar en el que escucho hay algo más
Donde se puede disfrutar de tu presencia sin dudar
Donde mis pensamientos son solo de ti de nadie más
Donde se pueden conectar momentos de eternidad, donde hay algo más
 
Algo más me digo en el espejo, hay algo más. Algo más se escucho como un eco al descansar
Algo más me dicen las estrellas al brillar. Algo más que llevara mi vida a otro lugar
 
 
Participan los oyentes
 
          Yo tengo incertidumbre de si existe el denominado “Satanás” o si lo que las religiones denominan así es la parte negativa que tenemos en nosotros. Hay otros que creen que el mal está afuera y actúa. Tengo también incertidumbre acerca de qué va a ser de mi hijo de 13 año dentro de 20 o 30 años de acuerdo a como se vienen las épocas que estamos viviendo.

Otra oyente hablaba de querer asegurar el futuro de nuestros hijos. Ese es un sentimiento natural, pero que deberíamos trabajarlo para soltar un poco y confiar en que nuestros hijos son los que van a tener que desarrollarse en ese futuro mas allá de que uno le quiera dejar a los hijos lo mejor posible, creo que hoy en día lo que mejor le podemos dejar no es asegurarle un mundo para el futuro sino dejarle instrumentos para que se manejen en el mundo del futuro. También ellos van a tener que participar activamente y ser co-creadores en ese futuro

 

          Hace tiempo estoy viviendo en el horizonte oscuro de la fe de la mano de mi pastor y de María. Una forma de combatir la incertidumbre es oración, actitud de humildad, agarrarse fuerte de ellos y practicar todo lo que hemos aprendido de la Madre Iglesia. El Señor es mi Pastor. Es un buen ejercicio entregarle todo a El.

          A mi la incertidumbre me paraliza. Está relacionada con la búsqueda de la perfección, del control, del miedo a la decepción

AM: es justamente lo que veníamos hablando de las emociones negativas que están ligadas, asociadas con el tema de la incertidumbre. La parálisis es el efecto inmediato del miedo: cuando uno siente miedo todo el cuerpo se contrae. Y creo que detrás de esa ambición de certidumbre, que cuando la perdemos nos da miedo, está toda esta búsqueda del control, del poder.

GL: Tanto Jesús como otros maestros espirituales nos enseñan a vivir con incertidumbre. Nunca nos prometió certezas absolutas

 

AM: mi mirada acerca de la incertidumbre es desde el cambio de los paradigmas científicos. Y en ese cambio de paradigmas está inserto el tema de la espiritualidad. Me quería referir a esto porque muchos oyentes también responden desde una visión religiosa. Y eso es parte también del fenómeno que estamos viviendo. Para muchas personas la religión sigue siendo una gran respuesta, pero para muchas otras no. Entonces, cuando ya no son las religiones y la fe en un dogma determinado, surge la necesidad de encontrar la respuesta en el interior de cada uno haciendo uso de una lúcida libertad y una lúcida responsabilidad frente a la confianza en que este poder superior y al que podemos llamar de múltiples maneras, es algo que está en el universo y en nosotros como parte del universo. Esta es una mirada que converge en este momento no solo desde el ámbito de las religiones, desde la espiritualidad,  sino también del arte y de las ciencias. El tema de seguir otorgando el poder a algo que está afuera nos deja en un lugar como desvalidos.

Yo creo que asumir la incertidumbre no es llorar por lo que perdimos sino alegrarnos por lo que estamos ganando. Como decía el tema musical que escuchamos hace un momento, “disfrutar de tu presencia singular” y de esos momentos con eternidad, sabiendo que hay algo más. Me parece que el ejercicio de la vida incierta significa también justamente esto: nuestra presencia singular en este momento, aquí y ahora, pero no un aquí y ahora hedonista. Creo que si uno se conecta con esa abundancia cósmica, siempre hay. Lo que pasa es que hay momentos más difíciles y mas duros pero donde uno puede descubrir una potencialidad que antes no conocía

 

Del reloj a la flor de loto es un libro que recorre todos estos cambios de paradigmas desde la pre modernidad, la modernidad, la post modernidad y cómo se va dando todo este proceso, porque abarca muchos aspectos: científicos, filosóficos, antropológicos, económicos

 

AM: En términos religiosos, yo diría que el cambio de paradigmas es una invitación a pasar de la concepción de Dios como una certeza, a la concepción de Dios como un misterio, que es mucho más profundo y que invita a una práctica distinta, desde un lugar más activo en el sentido de invitar a nuestra propia participación. El concepto de misterio está muy relacionado con el concepto de incertidumbre, y me parece un lindo concepto para finalizar estas reflexiones. Es una invitación a unir la ciencia y la espiritualidad, que han sido separadas, pero que en el fondo tienen una raíz común. Quiera Dios que vayamos buscando esos caminos de convergencia sin perder la propia identidad

GL: y es una linda teología la que se hace desde Dios y este concepto de misterio, una teología abierta, comprometedora, que invita a comprometer la libertad. Ojalá que a todos estos cambios de paradigmas vayan encontrándose en un diálogo fecundo los que han estado peleados. Desde un ámbito de espiritualidad vamos queriendo encontrar convergencia con el ámbito de la ciencia y de las distintas disciplinas que reflexionan acerca de lo que nos toca vivir, porque en definitiva estamos al servicio de la vida

 

Muchos salmos dan cuenta de angustias parecidas a las que nos tocan vivir. Probablemente la escala de estas angustias haya sido muy diferente, pero en el corazón se reflejaban, resonaban con intensidad, por ej,

Yo te amo, Señor, mi fuerza, mi fortaleza, mi libertador, el peñasco en el que me refugio, mi escudo, mi baluarte. Invoqué al Señor que es mi baluarte y quedé a salvo de mis enemigos. Las olas de la muerte me envolvieron, me cercaron los lazos del abismo. Pero en mi angustia invoqué al Señor pidiendo auxilio, El escuchó mi voz desde su templo. Entonces tembló y se tambaleó la tierra, y vacilaron los fundamentos de las montañas y se conmovieron a causa de su furor, y de su boca salió un fuego abrasador que arrojaba carbones encendidos, Y del cielo descendió un espeso nubarrón que cubría como un toldo…Multiplicó sus rayos y sembró la confusión. El tendió su mano desde lo alto y me tomó, me sacó de las aguas caudalosos, me libró de adversarios más fuertes que yo” Salmo 18

 

Oremos hermanos porque orar es bueno, hace bien y nos ayuda a abrazar la incertidumbre