22/10/2024 – Junto a Hermana Mónica Cordero cada semana descubrimos la presencia de Dios en lo sencillo y cotidiano de cada día.
En esta oportunidad nos animó a detener nuestra mirada en nuestros pies, para descubrir, no sólo cómo nos llevan y conducen hacia otros, sino también cómo nos sostienen. Miramos también los pies de Jesús a través de los ojos de las mujeres que se fueron encontrando con ellos, en diferentes pasajes del Evangelio.
“Jesús se deja lavar los pies (Lucas 7:36-50) y así se está poniendo del lado de la mujer. Él ha estado recibiendo esos gestos quizás porque lo aprendió de su mamá, porque seguramente María le lavó los pies a Jesús de chiquito, un gesto que a él no lo hizo sentir humillado y que nos habla a nosotros de ese servicio dentro de casa”.
“Partimos de los pies y hemos recorrido el Evangelio desde el pesebre hasta los caminos que le tocó hacer a Jesús y que quiso hacer y que los hizo caminos de encuentro, de misericordia, de búsqueda. Mirarlo a Jesús desde estos gestos concretos nos ayuda a reflexionar”.