Somos Familia: conocemos las granjas del “Espacio Puentes”

martes, 18 de febrero de 2025

18/02/25 – En el quinto encuentro del ciclo junto a los “Hogares de Cristo” recibimos a Santiago Vargas (Coordinador de Granja de Varones y Cabana), que nos habla de este SOMOS FAMILIA que se intenta vivir a diario en los Hogares de Cristo. También compartimos el testimonio de Eve quien cuenta cómo el “Hogar de Cristo” es su familia. Historias de vida, testimonios de que el amor en comunidad puede ayudar en la recuperación de las adicciones.

Hogares de Cristo: Un abrazo que transforma vidas

En el corazón de los Hogares de Cristo late una verdad profunda: somos familia. Esta red de hogares, presente en distintas partes del país, ofrece una respuesta integral a personas en situación de vulnerabilidad y con consumos problemáticos, brindando un espacio de contención, sanación y crecimiento personal.

Santiago Vargas, coordinador de la granja de varones de Cabana, nos comparte la esencia de este camino. Explica que las granjas representan el tercer umbral en el proceso de recuperación. Son espacios donde los jóvenes pueden tomar distancia de las realidades que los han afectado y comenzar un proceso de discernimiento para construir una vida nueva, basada en la dignidad, la salud y la esperanza. Allí, a través de actividades como el trabajo con la tierra, la espiritualidad y la vida comunitaria, los jóvenes encuentran herramientas para reconstruir su futuro.

El proceso de ingreso a las granjas inicia en los centros barriales, donde los jóvenes llegan en búsqueda de ayuda. Estos espacios de acogida representan el primer paso en un camino de recuperación, guiado por el acompañamiento cercano y el amor fraterno. La permanencia en las granjas no tiene un tiempo estipulado, ya que cada persona avanza a su ritmo, abordando aspectos espirituales, médicos y emocionales según sus necesidades.

El lema “Somos familia” se vive a diario en cada hogar de Cristo. No se trata solo de asistencia, sino de acompañar a cada persona como un hermano, sin juicios, con cercanía y compromiso. Como expresa Santiago, “la comunidad ordena, organiza y ayuda a redescubrir el sentido de la vida”. Esta visión se refleja en el testimonio de un joven que, tras dejar la granja creyendo estar listo para enfrentar la realidad, regresó llorando y expresó: “Volví a casa”. Para los Hogares de Cristo, ese abrazo de bienvenida es el reflejo del amor de Dios.

La labor de estos hogares no se limita a los varones. También existen espacios dedicados a mujeres, como la nueva granja de mujeres, donde historias de transformación cobran vida. Eve, una de las referentes de este espacio, comparte su experiencia: llegó en busca de ayuda para superar su problema de consumo y encontró una familia del corazón, que la abrazó y la sostuvo sin juzgarla. Hoy, tras haber completado su proceso, acompaña a otras mujeres en su camino de sanación, demostrando que cada herida puede convertirse en una fuente de sanación para otros.

El Papa Francisco nos recuerda que ser familia es actuar como un hospital de campaña, llegando allí donde la vida duele para ofrecer alivio y esperanza. Los Hogares de Cristo encarnan esta misión, recordando a cada persona que “para mí, sos importante”.

Si querés conocer más sobre esta gran familia y su labor, podés visitar su sitio web: http://www.hogardecristo.org

El instagram también está disponible para conocer las actividades que ellos realizan: http://www.instagram.com/espaciopuentes/