11/03/2025 – En un nuevo episodio de “Arqueólogos” junto a Damián Santa, profesor y licenciado en historia, recorrimos el extenso litoral marítimo y fluvial de la Argentina, deteniéndonos en algunos puertos del país, para conocer cómo ha sido el desarrollo marino y portuario de la Nación. Una invitación a tomar conciencia de una identidad argentina que debe crecer en el reconocimiento del mar como parte de su territorio.
En la apertura del espacio Damián se refirió al mar y a los puertos como espacios históricamente fundamentales para el desarrollo económico, cultural y social de la Argentina. Sin embargo, señaló que es importante crecer en una identidad nacional que así lo reconozca y, al respecto, compartió una reflexión del historiador Federico Lorenz que aclara y enfatiza esta idea: “la República Argentina no ha construido su cultura incorporando al mar como parte de su territorio, como lugar de experiencia y desarrollo económico (…) Para los argentinos el mar es, sobre todo, un destino turístico. Y un recorte a la vez muy preciso de él: sobre todo la costa bonaerense”.
El puerto no es solo un punto de intercambio comercial; es también un sitio cargado de historia y cultura. “No es solamente el puerto, sino todo lo que lo acompaña, todo lo que lo rodea, tanto material como inmaterial, esa historia, esa cultura que se expresa a partir del vínculo con el sitio”, explicó Damián. Y al respecto mencionó que un ejemplo claro de este legado es el patrimonio subacuático, que incluye, en parte, restos de embarcaciones hundidas, como el ARA San Juan y el crucero ARA General Belgrano.
Por su parte, en lo que refiere a la historia de la Marina Mercante en Argentina, tuvo un auge significativo a mediados del siglo XX, con la creación de la flota estatal. “Para los años 60 y 70, la Marina Mercante Argentina era una de las más importantes a nivel mundial, tanto por la cantidad de flota como por el volumen de carga transportada”, expresó Damián. Sin embargo, con las políticas neoliberales de los años 90, sufrió un proceso de desmantelamiento que dejó al país sin una flota estatal y con puertos en manos de intereses privados y extranjeros.
Hablar de patrimonio portuario y marina mercante abre a numerosas reflexiones y a una temática no muy difundida en el presente. Pensar el mar es pensar el futuro del país. El mar no está teniendo una presencia mayoritariamente argentina, sino internacional, lo que afecta la soberanía económica y alimentaria. Es crucial recuperar nuestra relación con el mar y los puertos, no solo como espacios de comercio, sino como parte de nuestra identidad nacional.
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