¿Tu amor está creciendo? Claves para Madurar el amor

lunes, 5 de mayo de 2025

5/05/2025 – ¿Sentís a veces que el amor es solo un sentimiento pasajero? ¿Te preguntaste cómo hacer para que ese amor crezca, madure y se convierta en una forma de vivir plena? En este ciclo que llamamos «Peregrinos de esperanza» en esta ocasión el Padre Pablo Savoia nos invita a reflexionar sobre justamente sobre «Madurar el amor». Con su habitual claridad y cercanía, nos presenta claves valiosas para entender y vivir el amor cristiano en este tiempo de Pascua.

El Padre Pablo comienza desmitificando la idea de que el amor es simplemente una emoción. Si así fuera, ¿cómo entenderíamos el mandato de Jesús de amarnos los unos a los otros? Los sentimientos no se pueden ordenar, dependen de nuestro interior. Por eso, el amor cristiano va mucho más allá de la mera sensación; implica pensamientos, decisiones y, en esencia, un modo de vivir que tiene su fuente y modelo en Jesús resucitado.

Ahora bien, ¿cómo hacemos para que ese amor madure? El Padre Pablo nos comparte tres escenas del Evangelio de Juan que nos ofrecen caminos concretos. En la primera, vemos a Jesús acercándose a sus discípulos en medio de su frustración por no haber pescado nada. Aquí, la clave es amar la noche del otro, estar presentes y acompañar en los momentos difíciles, sin imponer nuestra visión ni tener miedo a la angustia ajena.

La segunda escena nos muestra a Jesús preparando un fuego y comida para sus discípulos que regresan de la pesca. De esta actitud surge el segundo camino: primerear, tomar la iniciativa en el amor, salir al encuentro del otro sin esperar ser llamados, como Dios mismo lo hace con nosotros.

Finalmente, el diálogo entre Jesús y Pedro, donde se sana la triple negación con una triple confesión de amor, nos revela el tercer camino: un amor que sabe equilibrar las heridas. Esto implica perdonar sin humillar, restablecer el vínculo roto, tal como Jesús lo hizo con Pedro. El Padre Pablo nos recuerda la diferencia entre perdón y reconciliación, pero destaca que en el amor de Jesús ambos van siempre de la mano.

A través de estas reflexiones, el Padre Pablo nos llena de esperanza en este tiempo pascual, mostrándonos que el camino del amor es posible, un camino de crecimiento y plenitud. Nos invita a evaluarnos en nuestra propia vivencia del amor y a pedirle a Jesús la gracia de construir un amor digno de ser vivido, un amor que transforme nuestro mundo.