El inicio del pontificado de León XIV

08/05/2025 – Como cada jueves, María Eugenia Bouvier, el padre Marcelo Mendoza, Cristian Saint Germain y el padre Alejandro Puiggari invitaron a la audiencia a reunirse en torno a “Discípulos del Camino”. Y el tema excluyente fue el inicio del pontificado de León XIV. Inició Puiggari tomando la palabra: “Compartimos qué dice tu corazón es la propuesta de esta noche. Quiero contarles que conozco a un sacerdote que estuvo en la diócesis de Chiclayo en Perú, junto a Robert Prevost. Y lo describió como un verdadero señor que podía subirse a un caballo para internarse en medio de la selva, si es necesario. Y también era un señor en su despacho parroquial donde era llamativa su capacidad de escucha”. Por su parte, Bouvier aportó: “Estamos todos muy contentos porque seguimos teniendo alegrías en la Iglesia, haciendosé presente el Espíritu Santo con el inicio del pontificado de León XIV. Escuchamos palabras muy esperanzadoras por parte del nuevo papa y también me gustó mucho que lo haya nombrado al papa Francisco. Me pareció muy generoso de su parte”.

“La palabra que más dijo el nuevo papa fue “todos”, es algo significativo. Hay una expectativa con este inicio pontificio. Hoy es muy esperada la palabra papal porque es un líder mundial de la paz. Esto se debe a que la paz no abunda en el mundo. Este hombre viene muy afilado con el Espíritu Santo”, esbozó Saint Germain. “Es una alegría del pueblo fiel de Dios. León XIV pidió que la Iglesia sea una casa abierta como lo fue la Plaza de San Pedro hoy. Me encantó cuando dijo que el mal no prevalecerá, como un llamado a seguir caminando en la esperanza. Y cuando dijo que nos deseaba la paz nos abrazó con fe, con esperanza y con unidad divina”, completó Mendoza.

En el final se rezó esta oración de José María Rodríguez Olaizola titulado”Soplan nuevos aires”:

Espíritu Santo, seguí soplando con el fuego de tu amor,
Vení a reencender tantos fuegos que llamean
en el corazón de la Iglesia,
en medio de la tensión entre tradición y cambio,
entre estabilidad y transformaciones,
entre la solidez de lo que siempre se ha hecho
y la pujanza de tiempos nuevos
que urgen un grito de cambio.

Vení a reencender los corazones con el fuego
que puede encender tibiezas,
calentar lo gélido y eliminar rastrojos.
Vení con ese fuego que marca el camino
en medio de la tormenta.
Soplá en los corazones con ese fuego
contrario a autoritarismos convertidos en dogma,
fuego contra la cháchara que prescinde
de la verdad en nombre de la opinión.

Soplá en los corazones con fuego
que ha de iluminar estancias oscuras,
fuego que nos ayude a descubrir formas nuevas
de comprender el evangelio de siempre.
Vení con tu fuego, Espíritu Santo,
haz arder nuestros corazones
con esa llama nacida en el corazón del mismo Dios.