Cómo acompañar a las familias

miércoles, 21 de mayo de 2025

20/05/2025 – El padre Fernando Cervera, sacerdote jesuita con amplia experiencia en prevención y asistencia de las adicciones, explicó de que modo se puede acompañar a las familias que tienen problemas con estos temas. “Trataremos de ser facilitadores o puentes para poder ver las diferentes etapas que están ocurriendo. La primer etapa es la precontemplación donde negamos el hecho, no estar viendo lo que está sucediendo. Se ven cosas raras, situaciones que no cierran. Esas actitudes son adaptaciones que el adicto está teniendo con su grupo de pertenencia. Y todos los conflictos que se van desatando a medida que la adicción va avanzando. Cómo vemos estos problemas o cómo los evaluamos tiene que ver con un modo previo de ver las cosas y no ver la problemática en si. Y no escuchar a la persona. Consideramos que esa persona es un rebelde o tiene problemas psicológicos como los puede tener cualquier persona. O tal vez estamos tan enfrascados en nuestros propios problemas que este colectivo de consumo pasa de largo, no lo llegamos a ver. Esta etapa de precontemplación es un momento que favorece el consumo del adicto, queremos solucionar todo de golpe”, destacó.

“Otras veces asumimos las cosas que no hace, sus responsabilidades, sus deberes. Tratamos de cubrirlo, de taparlo. O simplemente lo expulsamos, lo rechazamos emocionalmente. Todo es para sacarnos el problema de encima, no porque sea una medida consultada, meditada. Todas estas cuestiones que podemos llegar a tener son las que en la etapa precomtemplativa. Cuando el adicto logra pedir ayuda frente a lo que le pasa, entonces comenzamos a ver el problema. Con alguien que nos ayude o nos aconseje es una instancia saludable. Aquí ya no intentamos rescatar y desconfiamos hasta de lo que podamos hacer. Hace falta aquí dejarse ayudar porque al estar implicados emocionalmente. Los primeros que tenemos que pedir ayuda somos nosotros mismos como familiar del adicto. Es una etapa contemplativa que luego nos llevará a otra de preparación donde se pide ayuda, se escucha y se está fortalecido para intervenir en el tema. Y por último vendrá la etapa de la acción para poner límites, no ser cómplices”, matizó Cervera.